Es una herramienta de gran utilidad para diagnosticar problemas nutricionales y establecer recomendaciones de fertilización

Especialista en Nutrición de Cultivos -Nahuel Reussi / Foto : Publiagro
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Un especialista ha recomendado a los productores de las zonas Norte, Este y Chiquitania de Bolivia llevar a cabo análisis de suelo como parte fundamental de sus prácticas agrícolas. Destacó que en el Norte, prestar atención a la nutrición en general puede brindar mayores beneficios económicos.

En cuanto a la zona Este, enfatizó que la clave estará en la gestión del agua, y en función de ello, será necesario evaluar si se requiere corregir niveles de nitrógeno, azufre u otras medidas para enfrentar la temporada agrícola.

Para la Chiquitania, subrayó la importancia del análisis de suelo como paso primordial, seguido de posibles correcciones necesarias y luego la atención a la nutrición de los cultivos.

Nahuel Reussi, docente e investigador especializado en nutrición de cultivos en Argentina, destacó la labor de la Red de Nutrición de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) en Bolivia. Esta red lleva a cabo diversos experimentos, incluyendo la detección de deficiencias y la determinación de respuestas a los principales nutrientes, así como la formulación de recomendaciones de fertilización para distintos cultivos y sistemas de producción.

Reussi subrayó la importancia de basar las prácticas nutricionales en evidencias científicas, destacando que la red cuenta con dos grandes grupos de ensayos para respaldar estas recomendaciones.

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Ensayos permanentes

Se llevan a cabo ensayos de al menos tres años de duración en diferentes sitios, incluyendo el Centro Experimental de Anapo 3 en la zona Norte, el Centro Experimental de Anapo 2 en la zona Este, y en San Ignacio. Estos ensayos permiten explorar las deficiencias y respuestas a diversos nutrientes, como nitrógeno (N), fósforo (P), azufre (S), potasio (K) y micronutrientes. Además, se evalúan los efectos residuales de la fertilización con P y K en los cultivos.

Ensayos móviles

La red de ensayos de los principales cultivos de la región, con una duración mínima de tres años, se caracteriza por cambiar de ubicación en cada campaña con el fin de explorar respuestas a nitrógeno, fósforo, azufre, potasio, micronutrientes y cuantificar deficiencias de nitrógeno (N) en gramíneas y de fósforo (P) en soya. Además, se evalúa el efecto de la fertilización de cultivos de cobertura sobre la producción de materia seca y el rendimiento de los cultivos de grano subsiguientes.

Hasta la fecha, este programa ha llevado a cabo nueve campañas, con el objetivo principal de identificar los nutrientes limitantes en los cultivos extensivos de la región de Santa Cruz. Estas investigaciones se han centrado específicamente en las zonas de San Pedro, Okinawa, Cuatro Cañadas, San Julián, El Puente y San Ignacio, con el propósito de determinar las necesidades específicas de cada cultivo en términos de nutrientes.

El especialista enfatizó que cada año se realizan experimentos específicos dentro de las campañas. Por ejemplo, en la campaña anterior de invierno se llevaron a cabo experimentos con trigo, girasol y maíz, con especial atención en las zonas Norte y Este. Para la campaña de verano actual, se están realizando experimentos en San Ignacio, San Pedro, 4 Cañadas y Okinawa.

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Análisis de suelo

Se llevaron a cabo análisis de suelos en las zonas Norte, Este y San Ignacio como punto de partida para comprender los distintos ambientes. Específicamente, se observaron los siguientes hallazgos:

  • En la zona Norte, se recomienda que los productores presten atención a los niveles de nitrógeno, fósforo, azufre y potasio.
  • En la zona Este, es crucial considerar el nitrógeno, el azufre y comenzar a priorizar ciertos micronutrientes como el cobre y el zinc.
  • Por otro lado, en la Chiquitania se debe prestar una atención especial al nitrógeno, fósforo y potasio. El especialista enfatizó que estos nutrientes son clave para tener en cuenta en las distintas zonas donde se llevaron a cabo los experimentos.

Nutrición

Nahuel Reussi destacó que la nutrición juega un papel fundamental en las tres zonas en general. En la zona Norte, se han observado mejoras significativas en los rendimientos de los cultivos acumulados, con un aumento que oscila entre el 40% y el 50%.

Por otro lado, en la zona Este, las mejoras son aproximadamente del 20%, a pesar de contar con suelos más ricos, debido a las limitaciones de agua presentes en la región.

En la Chiquitania, se han registrado casos donde la aplicación de fósforo ha generado respuestas notables, con un aumento de casi 2 toneladas en la producción de soya. Esto se debe a la pobreza de los suelos en fósforo en esta área.

Reussi resaltó que la Red de Nutrición ha demostrado claramente que los productores pueden identificar los nutrientes deficitarios a partir del análisis de suelo. Este conocimiento les permite obtener beneficios económicos significativos al mejorar la cobertura del suelo, fortalecer las raíces, aumentar los rendimientos y contribuir a la creación de ambientes agrícolas más saludables.

Nutrición balanceada /Foto : Publiagro

“Lo que mostró la Red de Nutrición es claramente que el productor si puede identificar a partir del análisis de suelo, cuales son los nutrientes deficitarios, va tener un buen beneficio económico, va dejar más cobertura de suelo, raíces, rendimiento y eso hace que construya mejores ambientes”

Nutrición balanceada

La nutrición balanceada es fundamental para el éxito de los cultivos, ya que implica aplicar la combinación adecuada de nutrientes necesarios para su óptimo desarrollo. Se comparan parcelas que reciben todos los nutrientes necesarios con aquellas que no, para evaluar el impacto de este proceso de nutrición.

El especialista informó que, en general, se observaron mayores respuestas en la zona Norte en comparación con la zona Este, y los resultados en la Chiquitania fueron positivos. Sin embargo, señaló que todo esto está relacionado con la pobreza de los suelos, pero una nutrición balanceada puede aumentar significativamente los rendimientos y, por lo tanto, los beneficios económicos.

Reussi destacó que la zona de la Chiquitania presenta deficiencias importantes en fósforo, potasio y nitrógeno, y recomendó encarecidamente realizar muestreos de suelo en esta área para abordar estas deficiencias.

“Lo primero que deben hacer es el análisis de suelo, para saber cuál es el punto de partida de su lote o pastura, esto es fundamental y después de esto va tener que corregir el pH de esos suelos, para después empezar con el manejo nutricional balanceado según el cultivo”

El especialista señaló que, en el caso de la soya, el nitrógeno puede ser obtenido de forma gratuita a través de una excelente inoculación, asegurando así que la soya aproveche eficazmente el nitrógeno atmosférico disponible.

Es importante destacar que los análisis de suelo realizados por la Red de Nutrición se centraron principalmente en cultivos como la soya, el maíz, el trigo, el girasol y, en menor medida, en el sorgo.

 

Fuente: Publiagro