Una experta brasileña en el tema, manifestó que son al menos 100 bacterias las que causan mayor efecto en las gallinas.

Jaqueline Boldrin de Paiva, asesora de la empresa Serveco, dio una charla dirigida a los productores de aves de Santa Cruz y otros distritos del país sobre el control integral de la salmonelosis en las aves.

En primer lugar manifestó que esta enfermedad es generada por al menos 2.659 serovariedades de bacterias pero 100 más o menos afectan a las aves.

Entre ellas las más importantes son la Salmonella pullorum que causa la pulorosis, la Salmonella gallinarum que causa la tifoidea aviar y las otras pueden causar la paratifoidea aviar.

“Para la pulorosis lo más importante es reconocer las aves positivas y eliminarlas, no hay otra estrategia de control porque no hay vacuna”, explicó la especialista.

Para la tifoidea aviar dijo que lo más importante es controlar los piojos rojos y la eliminación rápida de las aves muertas, porque la enfermedad es transmitida por el picoteo que hacen las aves sanas.

“Las micotoxinas hay que medirlas en un laboratorio confiable, como la prueba de cromatografía líquida con espectrometría de masas y esto da un punto de vista objetivo”

Jaqueline Boldrin de Paiva, asesora de la empresa Serveco

La tifoidea aviar es más compleja porque hay muchas fuentes de infección, una vez que la bacteria ingresó en la granja su diseminación es muy fácil y queda por mucho tiempo.

Se debe evitar aves positivas desde el nacimiento con el control de fuentes de infección como los animales salvajes, pájaros, alimento contaminado y roedores.

Cabe hacer notar que la pulorosis afecta a las aves en las dos a tres primeras semanas de vida, en cambio la tifoidea aviar afecta a cualquier edad pero mayormente en las adultas y la paratifoidea aviar afecta a las aves de todas las edades.

Las aves enfermas con salmonella se ven débiles, sus crestas presentan una coloración púrpura, comen menos porque pierden el apetito y consumen más agua. Además que presentan diarrea en tonos claros.

VACUNACIÓN

Para la tifoidea aviar la vacunación puede ser hecha desde el primer día, pero la recomendación para la primera dosis es de cinco a seis semanas y la segunda dosis entre 12 y 15 semanas.

En el caso de la paratifoidea aviar sugirió vacunar desde el primer día, porque la Salmonella actúa en el intestino de las aves.

 

Fuente: Publiagro