sábado, mayo 17, 2025
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Represas en Cochabamba alcanzan 90% de embalse y garantizan agua para producción

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Las autoridades hicieron recorridos en la cordillera del Tunari, Tiraque, La Angostura y otras zonas. Durante la gestión pasada hubo conflicto por falta del líquido.

El director de Riego de la Gobernación de Cochabamba, Ronald Equilea, informó que existen represas en el departamento que se encuentran con un 90% de embalse.

Esto significa la posibilidad de atender a la población con agua para el riego.

En meses anteriores, varios municipios sufrieron sequía. En la actualidad, existen emergencias por las intensas lluvias; pero, la época también permite acumular el líquido en las áreas de reserva.

Equilea manifestó que hicieron un recorrido por las comunidades.

“Se ha visto bastante acumulación en las represas (…). En la cordillera del Tunari, en Sacaba, Tiquipaya, Quillacollo y Sipe Sipe tenemos bastante acumualción de agua. Tenemos un 90% en las represas”.

Agregó que lo mismo ocurre en Tiraque, donde existen varias lagunas, que benefician al sector productor.

“Nosotros estamos viendo que este año se va a garantizar agua para la agricultura para los regantes. El año pasado hemos tenido conflictos sociales por la falta de agua. Esta gestión es lluviosa”, aseveró.

La autoridad dijo que habrá un par de meses más con lluvias y que, así, se estaría garantizando la acumulación al 100%.

Respecto a la represa de La Angostura, manifestó que el volumen de agua está a más de cinco metros desde la base de la compuerta.

Acotó que prevén una medición en esta laguna, para ver la posibilidad de desfogue del agua, si es que continúan las precipitaciones. Este tema será coordinado entre los municipios que se benefician con este embalse, considerando, por un lado, las actividades turísticas y, por otro, los regantes del Valle Bajo de Cochabamba.

Fuente: Opinión

Colombia: Duque sancionó ley que elimina arancel a importaciones de insumos agropecuarios

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Se creará un fondo de $70.000 millones con utilidades del Banco Agrario y se eliminará el arancel de importación de estos insumos

El presidente Iván Duque sancionó la Ley de insumos agropecuarios, con la cual se busca ayudar a pequeños y medianos empresarios creando un fondo de $70.000 millones durante el primer año, financiado con 10% de las utilidades del Banco Agrario.

Además, esta iniciativa, que ha sido promovida por el Ministerio de Agricultura, establece 0% de aranceles para la importaciones de insumos agropecuarios, Esto con la intención de mejorar la rentabilidad de productores nacionales.

A su vez, se espera que con la nueva Ley se cree un observatorio para el mercado de estos insumos con el fin de tener información más detallada sobre este, y fortalecer la vigilancia de los precios.

Según indicó MinAgricultura, el mercado de insumos agropecuarios en Colombia mueve alrededor de $4,94 billones cada año. » De estos recursos, $2,37 billones son para el segmento de fertilizantes; $1,54 billones para plaguicidas; y $1,03 billones para medicamentos veterinarios y vacunas», señala la cartera.

“Colombia se convierte en el primer país en tener una ley que permite enfrentar la coyuntura de precios de los insumos y fortalecer la transición ecológica hacia una agricultura más sostenible”, afirmó el Ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Rodolfo Zea.

Fuente: Agronegocios

Emapa y panificadores garantizan el pan a precio y peso justo en el país

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La Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) y la Confederación Nacional de Panificadores Artesanos de Bolivia firmaron este lunes un convenio, mediante el cual se garantiza la provisión de harina a ese sector y el pan a precio y peso justo para las familias bolivianas.

El convenio fue suscrito por el gerente general de Emapa, Franklin Flores, y el presidente de Confederación Nacional de Panificadores, Juan Cachicatari, en presencia del viceministro de la Micro y Pequeña Empresa, Luis Siles, en la ciudad de La Paz.

“Agradecer al hermano Franklin y al hermano Cachicatari porque han llegado a un convenio en beneficio de todos los bolivianos, celebrar esta firma de convenio que preserva el precio de nuestro pan de todos los días”, dijo el viceministro en la oportunidad.

Indicó que gracias a que la empresa estatal provee harina a ese sector, los precios del pan se mantienen a escala nacional, por ejemplo, en El Alto a 0,50 centavos (ctvs); en Cochabamba a 0,50 ctvs; en Oruro a 0,40 ctvs; en Potosí a 0,33 ctvs; y en Chuquisaca a 0,40 ctvs.   

Flores informó que la estatal Emapa tiene en la actualidad alrededor de 129.000 toneladas de trigo almacenadas en silos para transformar en harina, por lo que se mantiene y garantiza el precio de ese alimento.  

“Este año tenemos previsto llegar a 213.000 toneladas de trigo, eso establece nuestro presupuesto, así se ha aprobado por todo el gabinete de ministros, por lo cual pedimos a la población boliviana estar tranquila, porque el pan está garantizado, el precio de la harina también”, enfatizó.

Por su parte, Cachicatari añadió que Emapa y los panificadores de Bolivia llegaron a un acuerdo satisfactorio, que beneficia a este sector y a las familias bolivianas con harina y pan a precio y peso justo. 

“Ha sido un acuerdo donde institucionalmente el sector panificador y el Estado, a través de su empresa estratégica, se ha podido llegar una vez más a un acuerdo satisfactorio”, sostuvo el dirigente del sector.

Fuente: ABI

Verano extremo: la política agropecuaria, más caliente que el clima

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Mientras Julián Domínguez rearma la estructura de poder en el ministerio de Agricultura, la mayoría de la Mesa de Enlace se retira del Consejo Agroindustrial. Cómo queda el nuevo tablero de relaciones, frente a una campaña atravesada por la seca.

Wendy, una empresa checa especializada en el pronóstico del tiempo, informó que la próxima semana una parte de la Argentina se transformará en la zona más calurosa del mundo. Es el impacto del clima, no hay dudas, pero no descartemos que la proyección también esté influida por la fuerte fricción política que atraviesa el agro en los últimos días.

El sector agropecuario vive su segundo arranque de año consecutivo en extrema tensión. En 2021, fue el cierre de las exportaciones de maíz lo que llevó a un cese de comercialización de granos. Esta vez, una iniciativa oficial para crear un fideicomiso que ponga un ancla a los precios del maíz y el trigo para la industria aviar y los molinos fue el detonante de una implosión en las relaciones de las cadenas agroindustriales, que también marcará el futuro diálogo entre el campo y el Gobierno.

Y en ese contexto, la decisión del ministro de Agricultura, Julián Domínguez, de rearmar su equipo, nombrando a un técnico de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) como secretario de Agricultura, terminó de rebalsar un vaso que se venía llenando gota a gota desde hace dos años.

Pero la semana comenzó con otro hecho, que ahora parece lejano: el debut del nuevo esquema de exportaciones de carne, que incluye la prórroga de cotes prohibidos para exportar hasta diciembre del 2023.

Si bien las normas no trajeron mayor sorpresa, llamó la atención la pasividad de la Mesa de Enlace a la hora de opinar sobre las medidas.

Se escucharon pocas críticas e incluso el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, afirmó que si bien “lo ideal sería que la carne esté totalmente liberada para la exportación”, el nuevo esquema “es lo posible y lo que se pudo hacer hasta este momento».

Con el correr de los días, las posiciones se fueron endureciendo. Carbap sostuvo que las medidas oficiales «ratifican la continuidad de la intervención y el incumplimiento del compromiso asumido».

Apronor consideró que “una vez más le toca a la pobre vaca pagar la descontrolada emisión monetaria para hacer frente al inconmensurable gasto público”.

Algo se había roto y el silencio inicial se fue transformando en subas de tono, cada vez más elevado. Una a una, distintas rurales y confederaciones regionales fueron sumando su rechazo con un argumento de fondo: el nuevo esquema significa un desincentivo a la inversión.

El fideicomiso de la discordia

El martes, todas las tensiones acumuladas comenzaron a explotar tras una reunión convocada por el ministro Domínguez para explicar el funcionamiento de un fideicomiso que impulsa el Gobierno para contener los precios del trigo y el maíz, favoreciendo la producción de pollos, pan y fideos. El objetivo de fondo es que estas empresas puedan cumplir con el acuerdo de precios que impulsa el Secretario de Comercio, Roberto Feletti.

Tras dos horas de reunión, los dirigentes se quedaron con dos seguridades: el fideicomiso no tiene margen de discusión (la decisión de implementarlo a libro cerrado está tomada) y el Gobierno sabe que finalmente serán los productores lo que terminen pagando el tope de precios.

“Rechazamos este fideicomiso porque vuelve a interferir en los mercados, distorsiona la formación de precios y su implementación es poco trasparente. Nos perjudica a todos los eslabones de la cadena», dijeron desde la SRA.

Carlos Achetoni, titular de la Federación Agraria (FAA), estuvo en el encuentro y dio su propia impresión sobre cómo observó a Domínguez. «Lo vi incómodo y muy inseguro. Como si nos hablara sabiendo que estaba faltando a su palabra. Para mí fue una decepción porque él llegó a la función sin pedirla y diciendo que cuando las cosas no fueran como él quiera se iba a ir», apuntó.

Por eso, el fideicomiso no solo terminó por decidir la salida de tres de las entidades de la Mesa de Enlace del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) -los dirigentes entienden que representantes de ese espacio están de acuerdo con la iniciativa-, sino que termina minando la relación con el ministro de Agricultura.

El éxodo del Consejo Agroindustrial Argentino

Entre jueves y viernes, Confederaciones Rurales Argentinas, la Sociedad Rural y Federación Agraria, confirmaron su decisión de abandonar el Consejo Agroindustrial Argentino. El detonante fue el fideicomiso, pero las razones se acumulan desde hace tiempo.

Las definiciones más claras fueron de FAA. Las frases de su presidente son contundentes:

  • El CAA «sólo beneficia a unos pocos y al gobierno nacional»
  • «El funcionamiento del CAA en el último tiempo deja mucho que desear, pues sentimos que, ilógicamente, quedamos avalando medidas que perjudican a nuestro sector»
  • «Seguimos abiertos al diálogo, pero uno que sea serio»
  • “No se justifica desde ningún punto de vista continuar en un espacio como este, en que nunca logramos que se tomaran en serio nuestras propuestas»
  • «FAA dejará de participar de este espacio que sólo beneficia a unos pocos y al gobierno nacional, que asegura contenernos con políticas que nos dejan cada día peor»

Por su parte, Coninagro confirmó que continuará siendo parte del Consejo Agroindustrial. «Seguimos en el CAA porque creemos que las formas de construir políticas mas allá de las diferencias lógicas por agrupar tantas entidades que están en distintos aspectos de la cadena», sostuvo el presidente de la entidad cooperativa, Carlos Iannizzotto. Además, consideró que «no nos tiene que ahuyentar el disenso», lo que valoró como «una oportunidad».

La salida de gran parte de la Mesa de Enlace del CAA no significa la destrucción del espacio. Aún reúne a unas 60 cámaras y asociaciones agroindustriales que pueden encontrar un lugar de debate para la construcción de políticas sectoriales. Pero sin dudas, la falta de presencia de entidades que representen directamente a productores, le hará perder cierta sustentabilidad a su enfoque.

El tiempo dirá también si continúa siendo la referencia del gobierno a la hora de encarar mesas de diálogo.

De paso, para tener en cuenta, por estas horas CRA también analiza retirarse de la Mesa de las Carnes, definición que se tomaría la próxima semana y, de concretarse, generaría un nuevo cimbronazo en la política agropecuaria.

El nuevo mapa del poder del ministerio de Agricultura

Y en el medio del revuelo, el ministro Domínguez rearmó su equipo de trabajo. Algo lógico, ya que había heredado el de Luis Basterra.

La mayor polémica fue generada por la llegada de Matías Lestani, asesor económico de CRA, a la Secretaría de Agricultura. La controversia se da justamente porque era quien negociaba con el Gobierno temas sensibles como exportaciones de carne y registros de exportación de granos, entre otros. De hecho, se le reclama haber firmado un acta de acuerdo con la prohibición de exportar cortes populares.

Las autoridades de CRA se enteraron del cambio de trinchera unas horas antes de que se confirmara el movimiento, por eso varios dirigentes confederados lo señalan como traidor.

Pero más allá de esta polémica, es interesante ver como los cambios de Domínguez mantienen el equilibro de poder que tenía la cartera en épocas de Basterra. Eso si, sus allegados afirman que el objetivo, es tener un “ministerio técnico y con foco en lo que necesitan los productores”.

Con esa visión, destacan que la llegada de Lestani apunta a que la Secretaría de Agricultura cumpla un rol netamente técnico. Según cuentan en la cartera, el exasesor de CRA llamó la atención del Ministro en los intercambios con los técnicos oficiales cuando se debatía el nuevo esquema de exportaciones de carne.

Jorge Solmi, hombre de Sergio Massa, pasará a encabezar la restituida Secretaría de Relaciones Institucionales. Tendrá un rol más político, en intercambio permanente con gobernadores para atender necesidades territoriales. Parte del foco de su gestión estará en llevar el plan GanAr a todo el país, cuentan en Agricultura.

El productor Jorge Ruiz será designado Jefe de la Unidad Gabinete de Asesores. Reemplaza a Diana Guillen, referente del kirchenerismo. ¿Pero el ala K se quedará sin espacio? Más adelante aclaramos ese punto.

Desde el retorno de Domínguez al Ministerio, Ruiz con pasado en la Federación Agraria, se muestra como su mano derecha, fundamentalmente en temas ganaderos. Es una persona de confianza del ministro, lazo que ya viene desde la gestión anterior, en el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

Uno de los nombramientos que más sorprendió fue el de Luis Contigiani como Secretario de Alimentos, Bioeconomía y Desarrollo Regional. Santafesino, del socialismo, también con pasado en FAA, no tiene alianzas políticas visibles en la actualidad que ameriten el desplazamiento de Marcelo Alós, hombre del sanjuanino José Luis Gioja.

Dicen que su relación con Domínguez viene desde hace años, cuando el santafesino era Secretario de Agricultura de su provincia y que se profundizó cuando ambos compartieron la Cámara de Diputados. De hecho, luego de 2015, ya con Domínguez en el llano y Contigiani aún en el Congreso, participaron de muchas reuniones vinculadas a temas de desarrollo regional.

El tablero del poder de Agricultura comienza completarse con un hombre del Jefe de Gabinete Manzur, el ingeniero agrónomo Mariano Garmendia, quien quedará al frente del INTA. Desde el entorno del ministro juran que su convocatoria fue una idea de Domínguez y que se basa en su trayectoria y conocimiento del organismo. Lo cierto es que Garmendia ya había figurado en algún borrador como pieza del ministerio, antes de la llegada de Basterra al edificio de Paseo Colón, cuando la el gobernador tucumano apuntaba a ser una pieza clave en el funcionamiento del Gobierno de Alberto Fernández.

Y el último nombramiento es el de Gervasio Bozzano en la DIPROSE (Dirección General de Programas y Proyectos Sectoriales y Especiales). Ex Senador bonaerenese, presidente del bloque del FDT hasta diciembre último, es una persona cercana a Máximo Kirchner. En Agricultura destacan que la relación con Domínguez viene de hace mucho tiempo. De hecho, fue secretario parlamentario cuando el ahora ministro presidia al Cámara de Diputados de la Nación. La llegada de Bozzano ya se había anticipado en noviembre pasado, aunque en ese momento aún no se sabía que función iba a cumplir en la estructura.

Ahora tendrá a cargo la conducción de un área que ejecuta obras de infraestructura para el desarrollo agropecuario en todo el país a partir de créditos internacionales. Es decir, tendrá en su poder una de las “cajas” más importantes del área.

El nuevo mapa de la relación campo Gobierno

Los reacomodamientos políticos de esta semana van más allá de una interna del sector agroindustrial: definen el tablero en que se moverá la relación entre productores y el Gobierno de acá en adelante.

Este sábado se realiza en Armstrong, Santa Fe, una asamblea de productores autoconvocados en la que se le pedirá a la Mesa de Enlace más acción en el reclamo de cambios para la política agropecuaria.

Sin el peso del Consejo Agroindustrial, habiendo salido al cruce de la iniciativa del fideicomiso -plantándose por primera vez frente a Domínguez- y con el pedido autoconvocado, las entidades se sienten más empoderadas para planificar acciones de protesta.

Al parecer, la checa Wendy no se equivoca. Pero a la hora de predecir el clima, le recomendamos que además de termómetros, barímetros, anemómetros o el pluviografos, mire de cerca el comportamiento de políticos y dirigentes rurales argentinos, factores claves para configurar a la Argentina, por estos días, como el país más caliente del mundo.

Fuente: A24

Aprueban más de Bs 600 millones para tres programas agropecuarios

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F O T O: El Diario

Queda pendiente la evaluación de los resultados de la inversión en el área rural, a pesar de ello se sigue inyectado recursos, a pesar de que no todo va para el proyecto ya que una buena parte se destina a la parte administrativa.


El 2 de agosto del pasado año fueron aprobados, a través de Decreto Supremo, programas para reactivar al sector agropecuario por más de 600 millones de bolivianos, informó el ministro de Desarrollo Rural y Tierra, Remmy Gonzáles.

Gonzáles informó, en el municipio de La Asunta del departamento de La Paz, sobre los programas productivos aprobados para la reactivación del sector agropecuario del país.

Detalló que a través de Decreto Supremo, se implementará programas para reactivar al sector agropecuario. “111 millones de bolivianos para la implementación del Programa Nacional de Apoyo a la Producción y Comercialización de Hortalizas; 443 millones para el Programa de Fomento de la Ganadería Bovina para Pequeños Productores; 60 millones de bolivianos para el Programa de Intervención para el Mejoramiento de la Producción de Piña; y 137 millones para el Programa de Mejora de la Producción y Comercialización de Banano y Plátano”, informó.

Indicó que, a inicios del mes de diciembre del 2021, también fueron aprobados recursos para el Programa de Tubérculos y raíces con un presupuesto de 767 millones de bolivianos; 315 millones de bolivianos para apicultura; 122 millones para el Apoyo a la Producción de Algodones; 229 millones para el Programa Nacional de Apoyo a la Producción y Comercialización de Granos Andinos como Quinua, Cañahua, Amaranto y Tarwi; y 265 millones de bolivianos para el Programa Nacional para el Desarrollo de la Pesca y la Acuicultura entre otros.

“El Gobierno compromete reactivar la economía del país, reconstruir la estabilidad económica para que los bolivianos puedan trabajar y tener más ingreso”, expresó el Ministro.

Sin embargo, a la fecha no hay una evaluación de los proyectos ejecutados a nivel nacional, tampoco los resultados de la anterior gestión de Gobierno.

El Ministro de Desarrollo Rural y Tierras informó, al cierre de la gestión 2021, que la cartera de Estado que lidera consolidó acciones significativas para el sector agropecuario, con la promulgación de tres Decretos Supremos que viabilizan recursos para la implementación de once Programas productivos.

Fuente: El Diario

El Covid sube en 30 por ciento la producción de ajo en Tarija

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De acuerdo al dirigente de la Federación de Campesinos de Tarija, Elvio Díaz, el aumento en 30% de la producción del ajo se debe a la pandemia, por las propiedades medicinales del producto

Tarija es el tercer productor de ajo en Bolivia, se lo produce en la zona Alta y aunque su cultivo es costoso, los campesinos de la zona están esperanzados en conseguir nuevos mercados. Más cuando por motivos de la pandemia por Covid-19 la producción ha aumentado en un 30%, así lo reveló el dirigente de la Federación de Campesinos de Tarija, Elvio Díaz.

Según estimaciones conjuntas de 2019 entre el Instituto Nacional de Estadística y el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, el departamento de Potosí es el mayor productor de ajo a nivel nacional al haber alcanzado un volumen de producción de 877 toneladas, seguido del departamento de Cochabamba que logró obtener una producción de 495 toneladas de ajo. 

El ajo comienza a cosecharse a finales de diciembre luego se efectúa la “post cosecha”, que consiste en hacer secar el producto bajo los rayos del sol, lo que dura uno a dos meses. 

El departamento de Chuquisaca es el departamento productor de ajo que reporta la mayor tasa de rendimiento de 5.13 toneladas por hectárea, a partir de la cual obtuvo 261 toneladas. El departamento de Tarija registró una producción de 413 toneladas de ajo, mientras que Chuquisaca logró 261.

De 2019 a la fecha, según Díaz, la producción ha aumentado y en esta época se encuentran en plena cosecha. De acuerdo al dirigente las lluvias registradas en Tarija en los últimos días no han hecho un daño significativo al producto. 

 

Distribución de la producción de ajo en Bolivia

Una buena noticia y las preocupaciones

De acuerdo al dirigente el aumento en 30% de la producción del ajo se debe a la pandemia, por las propiedades medicinales del producto.

Pero esta buena noticia viene acompañada de tres grandes retos que preocupan a los productores, el primero la consecución de mercados para su venta, el segundo el alcanzar un precio de venta justo y el tercero frenar el contrabando.

 “Pedir a las autoridades que vayan viendo de buscar más mercados en el extranjero y que frenen el contrabando que tanto daño nos hace”, apunta Díaz.

El ajo comienza a cosecharse a finales de diciembre luego se efectúa la “post cosecha”, que consiste en hacer secar el producto bajo los rayos del sol, lo que dura uno a dos meses

En cuanto al precio del ajo detalló que el quintal se comercializa a 450 bolivianos, pero dejó en claro que la cifra no cubre la hoja de costo, pues según asegura el precio ideal sería de Bs. 800.

Indicó que el cultivo se riega día por medio y ante la escasez de agua en la zona Alta lo hacen con motobomba, máquina que requiere gasolina diaria para su funcionamiento, sumado a ello reveló que el precio del abono subió a 400 bolivianos el quintal.

El mercado y las gestiones

La producción de ajo de la zona Alta se comercializa en los mercados de Santa Cruz, La Paz y Cochabamba donde la demanda es alta por la calidad del producto. Solo en El Puente y Yunchará cerca de 2.000 familias se dedican a este cultivo.

De acuerdo a cifras de la Subgobernación de El Puente, la mayor producción se registra en ese municipio y el segundo lugar lo ocupa Yunchará. El proceso de crecimiento de la planta dura entre seis a siete meses.

De esta manera, el ajo comienza a cosecharse a finales de diciembre luego se efectúa la “post cosecha”, que consiste en hacer secar el producto bajo los rayos del sol, lo que dura uno a dos meses.

De la voz del presidente de los productores de ajo de Tarija, Ronald Aramayo, se supo que  desde el año 2016 trabajan coordinadamente con el departamento de Potosí para dinamizar la producción que se tiene en el departamento y exportarla a los mercados más grandes del país.

También reveló que se logró la exportación del producto hasta el Perú, país que adquirió un 30% de la producción de las regiones del sur (Tarija y Potosí).

Los mercados extranjeros para el ajo

De acuerdo al informe estadístico del ajo del Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural, a nivel latinoamericano el mercado brasileño es de importancia por su tamaño, aunque es un país productor e importador de ajo, mientras que Argentina al ser uno de los principales productores y exportadores de ajo a nivel mundial, exporta ajos procesados y envasados.

Perú como país productor de ajo exporta durante todo el año, aunque sus existencias vienen reduciéndose.

“Se debe comprender que el mercado del ajo se comporta como el de un condimento, más que como una hortaliza, por lo cual su demanda es inelástica”, indica el informe.

El uso medicinal del ajo en tiempos de pandemia

De acuerdo a información publicada en la página del Ministerio de Salud y Deportes el ajo es una planta que más allá de ser un condimento, aporta con muchos beneficios a la lucha contra varias enfermedades. Se trata de un antiviral por excelencia, sirve para infecciones respiratorias, dolores de garganta y dificultades respiratorias.

“El ajo tiene entre sus propiedades medicinales naturales la peculiaridad de combatir infecciones respiratorias, dilata los bronquios, fluidifica las mucosas, estimula el sistema inmunológico, además, un excelente desintoxicante para el organismo, rico en vitamina B”, cita la información publicada.

Fuente: El País

Eduardo Nostas: “Los precios de insumos agrícolas subieron por costos de logística”

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El titular de la Asociación de Proveedores de Insumos Agropecuarios destaca el comportamiento del agro frente al encarecimiento de las importaciones. Alerta sobre el uso de productos de contrabando.


Eduardo Nostas, presidente de la Asociación de Proveedores de Insumos Agropecuarios (APIA), espera que haya una apertura para autorizar el uso de semillas genéticamente modificadas. Considera que es una situación que no se puede seguir dilatando cuando en el mercado de manera ilegal se está ofreciendo el producto.

– ¿Qué balance hace del sector?

Debido a los problemas climáticos entre sequía y heladas; el agro, nuestro principal cliente, tuvo algunos inconvenientes y no se obtuvieron los rendimientos esperados. En la campaña de invierno las heladas causaron importantes pérdidas y en la de verano la falta de agua también mermó la producción. Eso, de alguna manera también impacto en la demanda de insumos agrícolas. Pero los mayores problemas los tuvimos en poder importar nuestros productos.

– ¿A qué se refiere?

Debido a la crisis mundial en el tema de dotación de contenedores y del servicio de transporte, la logística de importación se ha encarecido y en nuestro caso los problemas más puntuales se han dado en la India y China, que son nuestros principales proveedores. En la India, el costo de la energía se ha encarecido de forma exponencial a lo que se suma la falta de personal en las fábricas debido a la pandemia.

Mientras que en China hay nuevas normas de controles por el tema del medioambiente, debido a los Juegos Olímpicos de invierno, que se celebrarán en febrero de 2022 en Pekín, la producción es menor. Esta situación, más la anteriormente nombrada ha provocado atrasos en los envíos, cancelaciones de nuestros pedidos y obviamente el incremento de los precios. Se puede decir que este año para el sector fue complicado.

– ¿El aumento de costos se trasladó al consumidor final?

Ante el encarecimiento de los insumos para la producción de los productos fitosanitarios y el incremento de precios en las importaciones, no tuvimos alternativa y también subimos los precios de los diferentes insumos. El reajuste fue de un 30% y un 100%. Esto nos permitió cubrir los costos de la logística de importación.

– Este incremento ¿afectó las ventas del sector?

En algunos casos lo hizo, pero no de manera significativa debido a que la actividad agropecuaria no puede parar. Las campañas de invierno y verano siguen vigentes. La actividad pecuaria sigue avanzando. Esa es la ventaja de trabajar con uno de los sectores económicos más dinámicos del país que tiene la responsabilidad de garantizar los alimentos para la población. Ni en plena pandemia el agro paró y eso es algo para destacar.

– ¿Perjudica que no aumente la frontera agrícola?

No. Pues en una misma superficie con las semillas adecuadas y el uso correcto de los agroquímicos se puede mejorar la producción. Es una cuestión de buenas prácticas y del uso adecuado de la biotecnología.

– ¿Cómo han lidiado con el contrabando?

El 2021, a diferencia de los otros años, se ha notado una invasión de productos argentinos y brasileños con precios hasta un 50% menos a los que los comercios nacionales que importan de manera legal ofrecen en el mercado. Se ha visto en los Valles cruceños, en los campos de Tarija y en los del interior el uso de herbicidas, insecticidas y fertilizantes de contrabando. Nos damos cuenta por el etiquetado de los productos comisados por la Aduana.

– ¿Cuál es el riesgo de usar estos productos que ingresan de manera ilegal al país?

El principal es el fitosanitario. No se debe olvidar que en muchos casos estos productos son resultado de un reenvasado en donde se colocan etiquetas que no corresponden con lo que el productor cree comprar, lo usa y pude provocar daños en sus cultivos. Hay casos en los que se quemaron grandes hectáreas de maíz y soya por el uso de estos productos de contrabando, ahí se da un daño económico.

El problema también se extiende a las semillas. Usted sabrá que en ese tema tenemos semillas genéticamente modificadas que solo responden a un evento. Son resistentes al glifosato. Pero en la región ya hay semillas hasta con seis eventos. Ante esta situación, hay este tipo de semillas que se ofrecen en el mercado negro; los productores las compran sin tomar en cuenta que estas semillas no fueron pensadas para las condiciones climáticas de nuestro país, por lo que el rendimiento a determinados eventos climáticos o enfermedades no es el correcto.

-¿Cuáles son los proyectos del sector para 2022?

Se debe trabajar en una adecuada normativa de los agroquímicos importados y registrados en el Senasag. El plazo de cinco años que nos dan para luego declararlos como productos vencidos es muy poco. Es algo que se debe modificar. Otro aspecto a continuar y mejorar es la capacitación permanente de los productores en el uso de los agroquímicos. Para eso hay más de 1.000 ingenieros agroquímicos con la tarea de orientar y guiar a los productores.

PERFIL

Eduardo Nostas es ingeniero en Agronomía. Esta especialidad la obtuvo en la reconocida Universidad Zamorano de Honduras. Fue uno de los encargados de elaborar el Plan de Trigo PL 480 financiado por el Banco Mundial. Está casado, tiene cuatro hijos y tres nietas. Su mayor placer es dejar la ciudad e ir al campo y disfrutar de la naturaleza.

Fuente: El Deber

Argentina: Tensiones y cruces con el fenómeno La Niña de fondo

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Foto: La Nación

El campo y el Gobierno vuelven a estar otra vez enfrentados; el clima será clave para la economía en las próximas semanas

Una sensación de historia ya vivida tienen los productores autoconvocados que en las últimas semanas comenzaron a presionar a la Mesa de Enlace para que empiece a tener una posición menos dialoguista y más crítica con el Gobierno. Creen que las restricciones a las exportaciones de carne, maíz y trigo establecidas por diferentes mecanismos son similares a las aplicadas en los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, entre 2005 y 2015.

Pese a que el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, buscó acercar posiciones con el ruralismo desde que asumió en septiembre pasado, luego de la derrota del oficialismo en las PASO, los productores que las regulaciones que puso en marcha se transformarán en mecanismos que les quitarán ingresos. A eso se suma la brecha cambiaria, la presión impositiva, la inseguridad en las zonas rurales y las acusaciones por cuestiones ambientales, entre otros temas.

Al mismo tiempo, ven que si no hubiese sido por la liquidación de divisas récord que generaron las exportaciones del agro en 2021, por la suba de los precios internacionales de los granos (más de US$32.000 millones, según datos de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina), la situación de la macroeconomía hubiera sido peor de lo que fue. En otras palabras, observan una distancia enorme entre lo que dan y lo que reciben. Hay un dato que refleja la magnitud de esa diferencia: de cada tres barcos que salen con soja desde los puertos del Gran Rosario, uno va para el Estado en concepto de derechos de exportación.

En lo formal, el Gobierno dice que el campo es importante, que es uno de los motores de la economía y que quiere alentar las exportaciones. De hecho, el Poder Ejecutivo respalda la propuesta del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), integrado por 61 cámaras del sector, menos tres entidad rurales, para establecer un régimen que otorgue estabilidad fiscal e incentivos específicos por diez años para que las exportaciones totales del país pasen de US$65.000 millones a US$100.000 millones y se creen 700.000 puestos de trabajo en la agroindustria.

Sin embargo, como parte de las medidas de control de precios, el Gobierno cree que debe intervenir en los mercados de granos y de carne para evitar subas de precios en los alimentos. El ala dura del kirchnerismo sostiene que eso debe hacerse vía prohibiciones a las exportaciones o aumentos de los derechos de exportación. Esto fue lo que ocurrió en mayo pasado cuando, de un día para el otro, el presidente Alberto Fernández anunció el cierre de las exportaciones de carne, con excepción de las cuotas arancelarias otorgadas al país. Ese cepo, decidido en el comienzo de la campaña electoral, se fue flexibilizando progresivamente hasta que Domínguez, que no quiere romper con el campo, fijó la prohibición de exportar siete cortes de tipo parrillero, que no se consumen en el país, hasta fin de 2023.

El nuevo mecanismo que está por salir a la luz es un fideicomiso para subsidiar los alimentos a sectores de menos recursos. Según los cálculos de Agricultura, debería servir para comprar 2,4 millones de toneladas de trigo (la mitad de lo que procesa la industria molinera) para la elaboración de harina 000 y fideos y 1,5 millones de toneladas de maíz para pollos. Tanto productores como exportadores le dijeron al ministro Domínguez que eso distorsionará el mercado de granos y ofrecieron, a cambio, explorar otras alternativas, como el uso de la tarjeta Alimentar o la baja de impuestos. En el Gobierno les respondieron que seguirán adelante con la idea. A este instrumento, Agricultura acaba de fijar un mecanismo de regulación sutil para las exportaciones de maíz y trigo, llamado volúmenes de equilibrio, que los productores lo interpretan como una transferencia de sus ingresos a los exportadores.

Como telón de fondo de esas desavenencias está el fenómeno La Niña, que en la región pampeana es sinónimo de sequía. En el próximo mes, el dato sobre la lluvia caída en la zona núcleo será clave para el futuro de la economía. Hay mucho en juego.

Fuente: La Nación

Desmienten versiones de paro en la planta de urea

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Ante rumores de un supuesto paro programado en la Planta de Amoniaco y Urea (PAU), publicado por algunos medios de comunicación, el vicepresidente nacional de Operaciones de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Omar Alarcón, desmintió tal versión y garantizó la operatividad productiva de la empresa estatal, que en septiembre de 2021 reinició operaciones.

“En mi calidad de vicepresidente nacional de Operaciones quiero ratificar categóricamente que la Planta de Amoniaco y Urea se encuentra operativa, produciendo, transportando y comercializando urea (…). Estamos despachando alrededor de 40 camiones de urea, haciendo un promedio de 1.000 toneladas día de urea en la región”, dijo la autoridad en conferencia de prensa.

Asimismo, resaltó que, como YPFB y Vicepresidencia de Operaciones, se trabaja arduamente en el tema de bioseguridad para minimizar el impacto de la cuarta ola del covid-19 para los trabajadores de la estatal petrolera.

Fuente: El Mundo

Cochabamba: Pueblos que reivindican el nombre de “granero de Bolivia”

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F O T O: Los Tiempos

A pesar de que la migración ha afectado, aún le siguen dando este nombre. Algunos pueblos siguen basando su economía y desarrollo en la producción de frutas, verduras, tubérculos y hortalizas.

Cochabamba, el “granero de Bolivia”. Aún varios municipios le dan este nombre, pese a que con los años esta característica ha ido disminuyendo por diferentes factores, entre ellos, la migración. Por años, la agricultura y la productividad de los suelos han sido y en algunos casos siguen siendo las principales cualidades de los pueblos de este departamento, que basan su economía y desarrollo en la producción de frutas, verduras, tubérculos y hortalizas.

Este fotorreportaje muestra las localidades productoras de Chulkumayu, Boqueronkhasa y Monte Punku, ubicados en la provincia Carrasco.  En estas zonas prima la producción de papa y zanahoria, aunque también cultivan otras verduras. Utilizan el sistema clásico, como el arado para la siembra y el chaqueo de los restos de la producción anterior para fertilizar la tierra con abono y cenizas.

Los recursos hídricos y el clima son algunas de las ventajas para que la región pueda tener grandes cosechas.

Fuente: Los Tiempos

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