Agrocombustibles demandan 400.000 nuevas hectáreas

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Bolivia está dentro de los 10 países que más reducen sus bosques a nivel internacional y en cuarto lugar en la merma de espacios boscosos en la amazonia.

 

El anuncio de ingresar a la producción del biodiesel y la puesta en marcha del etanol demandarán 400.000 hectáreas, 150.00 para la caña de azúcar y 250.00 para la soya, y por consiguiente conlleva a más deforestación para agrocombustibles, alertó el director de Productividad Biosfera Medio Ambiente (Probioma), Miguel Crespo.

 

Como dato de Global Forest Watch, Bolivia el 2017 alcanzó una deforestación de 463.000 hectáreas, mientras que la información dela Autoridad de Bosques y Tierras informa que sólo fue de 226.000.

 

Al respecto, crespo sostiene que más se acerca la realidad los datos de Global, ya que ellos toman la información mediante satélite, y lamentó que la pérdida de bosques vaya aumentando cada año más.

 

El director de PROBIOMA (Productividad Biosfera Medio Ambiente) informó que Bolivia ya deforestó 3,2 millones de hectáreas a la fecha, y como dato señaló que en 2006 los bosques representaban 47 millones de hectáreas, pero a 2017 la cifra bajó a 43 millones.

 

En promedio, la deforestación alcanza a 250.000 hectáreas por año, y por ende con la ampliación agrícola, ésta continuará en aumento, debido a que se destinará tierras para la producción de agrocombustibles.

 

Alerta que la deforestación traerá impactos negativos para la región, como ser sequías, lluvias torrenciales, además de una serie de plagas y enfermedades, ya que los bosques no solo cumplen la función de brindar aire, sino que son controladores de plagas.

DATOS
De acuerdo a datos de deforestación, el 2016 y 2017 se registraron las mayores pérdidas de bosques, 471.000 hectáreas y 463.000 hectáreas, según Global Forest Watch, a pesar de que se ve una leve reducción, la cifra es alta. En similares años la ABT muestra que fueron 296.000 hectáreas y 226.000 hectáreas.

 

De acuerdo a Probioma, en 1975 los bosques alcanzaron a 53,5 millones de hectáreas, y entre esta fecha y 1990 la cifra bajó a 50,5 millones y a partir del 2000 la tendencia muestra cifras a la baja.

ENTRE LOS QUE MÁS DEFORESTAN

Por otra parte, de acuerdo a datos de Brújula Digital, el especialista en medioambiente, Pablo Solón, afirmó que Bolivia es uno de los que más deforestan. “En deforestación per cápita estamos entre los 10 primeros países que deforesta en el mundo. Y la principal causa de la deforestación es la ganadería”, apuntó.

 

Entre tanto, un estudio de la FAO establece que la deforestación en Bolivia alcanza a 400 metros cúbicos per cápita al año.

 

AMAZONÍA
Mientras tanto, el artículo publicado Lisbeth Fog sostiene que sí los indígenas del Amazonas boliviano, brasileño y colombiano tuvieran asegurada la tenencia de sus tierras, se reduciría la deforestación a la mitad, incluso a un tercio, se mitigaría la emisión de carbono, y beneficiaría a la población local y el planeta.

Un estudio concentrado en la Amazonia demuestra que la tasa de deforestación promedio de tres países estudiados Bolivia, Brasil y Colombia fue inferior en los bosques indígenas con tenencia segura que en áreas similares sin ella: 35 por ciento menor en Bolivia, 40 por ciento menor en Brasil y 50 por ciento menor en Colombia.

 

“Los costos son muy bajos para algo tan importante como reducir el cambio climático, en términos globales, así como para el desarrollo comunitario, en el nivel local”, dice Juan Carlos Altamirano a SciDev.Net, economista senior del Instituto de los Recursos Mundiales (WRI), con sede en Washington, y uno de los autores del informe.

 

“Esta es una solución ‘suave′, barata y con beneficios para el mundo, el ambiente y las comunidades”, continuó.

 

Presentado el 7 de octubre, de la pasada gestión, el informe contempla los aspectos legales que rigen en los tres países latinoamericanos en relación con la tenencia de la tierra; analizó los mapas de asentamientos indígenas y de deforestación; y produjo un análisis económico, que consistió en identificar costos y beneficios globales y locales de la deforestación evitada, una de las consecuencias de asegurar los derechos sobre la tierra a la población.

 

Fuente: El Diario