El criadero San Joaquín del propietario Joaquín Aspiazu es el único que se dedica a la producción de estos ejemplares en Bolivia

Foto: Publiagro / Rosy es la campeona hembra de los mini ponis
Foto: Publiagro / Chupete es el gran campeón de la raza mini ponis

En el juzgamiento de los equinos también se eligió al campeón de la raza mini ponis, Rosy fue la gran campeona en la categoría hembra y Chupete fue el gran campeón, ambos ejemplares son del criadero San Joaquín, perteneciente a Joaquín Aspiazu.

Por segundo año consecutivo el criadero San Joaquín participa de la muestra ferial más importante de Bolivia. Este año en Expocruz han conseguido el título de los grandes campeones con dos animales que se robaron la mirada del juez Robert Mendoza, encargado de elegir a los mejores ejemplares.

¨Aquí estamos un año más con los mini ponis, realmente ha sido un trabajo arduo, pero es algo que disfrutamos con toda la familia, ya que yo nací en el criadero que fue fundado en el año 1994 y es algo que venimos trabajando día a día¨, expresó Joaquín Aspiazu, propietario del criadero San Joaquín.

“Nosotros tratamos de trabajar en las características de genotipo del animal, que la cabeza vaya de acorde al cuello, que las patas estén adecuadas para el tamaño del cuerpo en sí del caballo y sobre todo que tenga la mayor proporción posible y de que el caballo sea perfecto en miniatura”

Foto: Publiagro / La familia Aspiazu junto a los campeones de la raza mini ponis

La propiedad cuenta con más de 70 animales, entre ellos 50 madres con crías hembras y machos, además de contar con los dos tamaños de mini ponis, una vendría a ser la línea americana que vendría hacer la mini horse que está por debajo de los 70 cm y el clásico mini poni que está por debajo de los 90 cm.

Joaquín Aspiazu, explica que Chupete, el gran campeón, es un mini poni y está aproximadamente en 80 a 82 cm y es un animal que cumple con todas las funciones del caballo tanto en genotipo como en fenotipo, es un caballito perfecto en miniatura.

«Nosotros tratamos de trabajar en las características de genotipo del animal, que la cabeza vaya de acorde al cuello, que las patas estén adecuadas para el tamaño del cuerpo en sí del caballo y sobre todo que tenga la mayor proporción posible y de que el caballo sea perfecto en miniatura».

El criadero San Joaquín ha crecido rápidamente, actualmente es el único criadero que trabaja con esta raza en Bolivia y hace 10 años Joaquin Apiazu tomó las riendas del negocio.

Fuente: Publiagro