Advierten déficit en planta estatal para industrializar soya

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La decisión del Gobierno nacional de construir una planta de industrialización de soya para que los productores dejen de ser totalmente dependientes de la industria privada es cuestionada por dos analistas que consideran que dicha planta, al igual que otras implementadas por el Estado, carecerá de eficiencia porque su creación tiene un trasfondo político.

El pasado domingo, el ministro de Desarrollo Productivo, Néstor Huanca, anunció la construcción de la planta en el municipio cruceño de San Julián, con una inversión de 424,4 millones de bolivianos provenientes del Tesoro General de la Nación (TGN).

Según la autoridad, al contar con la planta, “ya no vamos a depender mucho de la industria privada, sino nosotros vamos a poder abastecer de manera directa a los hermanos productos, en este caso al sector pecuario.

Además, destacó que la planta beneficiará a 7 mil granjas avícolas e impactará en el bolsillo de la población boliviana, dado que se garantizará el abastecimiento de alimentos como la carne de pollo y cerdo, además de leche y huevo.

La planta procesará la producción de 10.886 productores de soya a partir de finales de 2023, cuando se prevé la conclusión de las obras. Según el Ministro, ya se cuenta con los estudios respectivos.

En opinión del economista Juan Pablo Suárez, la incorporación de una planta estatal de industrialización de soya no resolverá los problemas de incremento de precio de los derivados de soya que ocasionalmente afectan al sector pecuario, puesto que el precio es definido a nivel internacional.

Suárez agregó que la nueva obra es un motivo para aumentar carga sobre el sector privado y que lo más probable es que dentro de poco la nueva industria estatal sea deficitaria, como otras con similares características.

“En poco tiempo va a ser deficitaria porque va a ser un botín político”, advirtió.

Asimismo, el economista Germán Molina dijo que el Gobierno ratifica su política de transición hacia el socialismo, puesto que va implementando empresas e instituciones públicas con la finalidad de desplazar al sector privado.

Sin embargo, indicó que esta industria, como otras manejadas políticamente, tendrá pérdidas en lugar de utilidades. Recordó que en 2021 las empresas públicas reportaron déficit, algo que no se puede cambiar de un día para otro.

Redacción: Los Tiempos