Entre Ríos – Tarija, opta por cultivos alternativos para generar ingresos

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La producción de tomate, morrón, sandía y uva gana espacio en los cultivos de las familias campesinas del municipio de Entre Ríos, donde el buen clima, el acceso al agua y la adaptación de diferentes variedades de hortalizas y verduras, arrojan al mercado productos competitivos de alta calidad.  

Teodoro Suruguay, en representación de los productores alternativos de Entre Ríos, da cuenta que los cultivos alternativos son una opción que tienen las familias de la zona para diversificar sus ingresos económicos y mejorar la calidad de vida.

Es así que desde hace más de cinco años inició con cultivos de vid en la comunidad de Los Naranjos, luego incursionó en la producción de tomate, morrón y sandía en la zona de Suaruro, Salado, Tarupayo, donde logró empujar a las familias campesinas a optar por estos cultivos. En tanto, para la gestión 2020 prevé incursionar en el cultivo de orégano y limón.

Sin embargo, hace notar que la falta de mercado y el contrabando de productos agrícolas frenan las iniciativas de las familias campesinas para desarrollar el agro en el departamento.

El País (EP): ¿Desde cuándo se promueve la producción de cultivos alternativos en el municipio de Entre Ríos?
Teodoro Suruguay (TS): Empezamos a trabajar en el desarrollo productivo cuando fui Alcalde (2000-2005), desde ese entonces nos abocamos al tema productivo porque soy de profesión ingeniero agrónomo, y considero que para incursionar en el tema hay que sentirlo, hay que verlo y hay que hacerlo, de lo contrario no se puede hablar del tema productivo.

Cuando estaba como Alcalde hicimos muchos proyectos de riego en diferentes comunidades del municipio, como en Suaruro, Salado, Potrerillo y Salinas, entre muchos otros lugares más que sería largo mencionar. Es así que en la comunidad de Saladito Centro, donde tenemos un sistema de riego grande, hemos visto conveniente trabajar los cultivos alternativos, aunque este tipo de cultivos no es fácil, lleva mucho tiempo y un problema que tenemos es la falta mercado para la producción.

Por ejemplo, en el cultivo de tomate tenemos muchas variedades como ser el Nativo, el Tinto, Santa Paola, el Rey y otros que estamos probando; es así que en el caso de Entre Ríos ya tenemos algunos datos sobre los cultivos que tienen un mejor comportamiento. Así hemos visto que la variedad de tomate Nativo es el cultivo alternativo más rentable, en lugar de sembrar, maíz y maní, ahora la producción de esa zona gira en torno al tomate y las variedades como el Nativo, Santa Paola y el Rey que son para producir en invernadero el 100 por ciento, en cambio las variedades como Sertao y Mariana son para campo abierto.

Actualmente, gracias al compromiso de los productores hay muchísimo tomate en la comunidad de Salado y casi el 50 por ciento de las familias del lugar se dedica a este cultivo. También, en el cultivo de morrón y sandía tenemos varias variedades que son aptas para la zona.

EP: ¿Cuántas familias se dedican a los cultivos alternativos en el municipio de Entre Ríos?
TS: En la comunidad de Salado se dedican al cultivo de tomate unas 15 a 20 familias, en Tarupayo una zona productora de tomate, desde hace tiempo hay más de 150 productores, pero las que se dedican a cultivos alternativos como el morrón y sandia son más familias en el municipio que poco a poco están optando por cultivar productos más rentables para el sustento familiar.

Por ejemplo este año ha sido el boom de la sandía, se cultiva las variedades: tornado, sensación, la helada, la bestia, todas esas especies son aptas y probadas en la zona. Además estas especies y su producción se realizan sin uso de insectidas, ya hemos visto y probado cómo se comportan con resultados exitosos.

Nosotros primero cultivamos parcelas piloto porque si ponemos cantidad corremos el riesgo por eso primero probamos luego cultivamos en mayor extensión con variedades que ya son adaptadas. Saladito es una zona muy apta no solamente para el cultivo de maíz, maní, sino hay terrenos aptos, clima y suelo para lo que es este tipo de cosecha que denominados alternativa.
Al margen, hemos probado cultivos de todo lo que es hortalizas, como ser repollo, remolacha, cebolla. Es así que no hemos podido vender la cebolla porque es muy grande, tenemos terrenos muy aptos, es impresionante ver cómo se comporta la cebolla en esta zona a pesar de hace calor, son especies muy buenas que han dado excelentes resultados.

También, es muy importante la zanahoria, todo lo que es hortalizas, en temas alternativos como ser tomates, morrón y sandia podría decir que son ya propias de la zona y han dado muchísimos resultados en Entre Ríos.

EP: ¿Estos proyectos de cultivos alternativos tienen algún respaldo de instituciones estatales?
TS: Todos estos emprendimientos son totalmente particulares, ni la Alcaldía ni otra instancia apoyan. Pero creo que para apoyar al sector productivo uno tiene que saber y conocer el tema, de lo contrario no se puede apoyar.

Cuando estaba como Alcalde se dio apoyo al cultivo de papa y otros, porque particularmente he vivido el tema de la agricultura de cerca. Tenemos que estar seguros que el productor no va a perder, por lo menos va a ganar algo o va a empatar, como se dice vulgarmente. Pero todo es probando, la prueba con un plan piloto, de lo contrario no se avanza.

En ese sentido, en una propiedad de Salado, hemos reunido a la gente de la comunidad y explicado sobre las alternativas de producción que pueden rendir en la zona por el clima y suelo aptos.

Se hizo el análisis de suelos, se avanzó con análisis en cada una de las parcelas productivas. Hemos visto que el clima es excelente, tiene riego en una longitud de unos 25 kilómetros desde la zona de Sivingal, por tanto no falta agua y nos permite hacer un cultivo de las especies antes mencionadas y son cultivos altamente restables.

El tomate que se produce en invernaderos está por encima de las 6 a 7 mil cajas por hectárea, el morrón es lo mismo, siempre tiene mercado, pero lo que pasa es que los precios son variables y eso hizo que se pierda mucha plata este año. Pasa que la gente se ilusiona y cultiva, como el caso de Salado, que es una zona nueva, que recién está incursionando en tomate y morrón o sandía, y que está cambiando el cultivo de maíz por productos alternativos.

Si bien la producción es excelente, tenemos problemas con el mercado porque hay un alto rendimiento y es ahí donde esperamos que las autoridades nacionales, departamentales y municipales apoyen al productor.

EP: Si bien se hizo un estudio de suelos y se probó las variedades más óptimas para la zona ¿Como productores no han considerado hacer un estudio de mercados para la producción local?
TS: Ése es el problema, falta de mercado, es un tema fundamental que atraviesa el productor, en el sentido que si bien produce en cantidad y el mercado se llena como ocurre con el tomate, el precio del producto ya no es rentable y deja de ser una alternativa para seguir produciendo.

El mercado es el que decide, porque al final si se produce mucho no se puede vender. A 20 bolivianos la caja de tomate no conviene producir. Por falta de mercado este año se ha perdido muchísima producción. El principal mercado de la producción de Entre Ríos es el departamento de Tarija, Oruro, Potosí y La Paz. Ocasionalmente Santa Cruz, ya que este año ese departamento produjo mucho tomate.

EP: En promedio ¿A cuánto asciende la hoja de costo para cultivar tomate y morrón?
TS: Si se llega a vender entre 30 y 40 bolivianos la caja de tomate por ejemplo, no se pierde y se recupera la hoja de costo de la producción, pero un precio menor no cubre los gastos. Hubo momentos que el tomate llegó a costar hasta 60 o 70 bolivianos la caja. En este aspecto, el Gobierno que salió no vio en su momento cómo apoyar este tema, pasa que por ejemplo, cuando la caja de tomate llega a costar 100 bolivianos, los comerciantes que nos compran a nosotros en las comunidades, optaban por comprar tomate de Argentina o Perú, que llenan el mercado y afectan la producción local. aAesto se suma el contrabando. En este caso hemos hecho cientos de cartas, pero nunca se ha podido frenar esta situación y si sigue así vamos a perder siempre los que producimos.

Si queremos que las familias campesinas produzcan y puedan vivir de los cultivos alternativos como el caso de Entre Ríos que producen tomate, morrón, sandía, además de frutas y hortalizas de buena calidad necesitamos abrir mercados. Y la alternativa es la industrialización del tomate, este tema ya estamos analizando para hacer desde salsas, dulces y otros, porque ese tiene mercado.

Pasa que cuando el costo llega a menos de 30 bolivianos, la gente ni cosecha el tomate porque no conviene, es una pérdida. No tiene sentido producir. Producir una hectárea no es fácil, se invierte mucho dinero, pero hay productores que aún apuestan y lo hacen.

La producción en invernadero es un poco cara, cuesta por encima de los 150 mil bolivianos, en promedio cada semilla cuesta un boliviano, esto de una variedad hibrida como el Nativo, generalmente se usa unas 20 mil semillas por hectárea. En resumen, la hoja de costo oscila entre 6 a 10 mil dólares para tener una buena producción. Aunque a campo abierto y con menos tecnología el costo baja un poco.

EP: ¿Cuántas hectáreas se destinan para los cultivos de tomate, morrón y sandia en la provincia O´Connor?
TS: Como recién estamos empezando, estimo que sobrepasan las 25 a 30 hectáreas en producción en Salado, en Tarupayo superan las 200 hectáreas, es decir que sumando las comunidades que estamos produciendo actualmente oscilan las 250 hectáreas. Asimismo, estamos haciendo cultivos pilotos para introducir otros cultivos alternativos como el orégano y el limón, hay gente que está trabajando en esto en la zona y estamos haciendo tratativas para ver cómo hacer.

Sin embargo, el tomate y el morrón consideramos productos altamente rentables en término de producción, de un hectárea se llega a cosechar alrededor de seis mil cajas y si esto se vende a 50 la caja ya es un retorno bueno para el productor.

En este sentido, creo el trabajo ahora más que nunca pasa por las políticas del Gobierno Nacional para el mercado, esperamos que con el Gobierno transitorio y el cambio de autoridades departamentales y municipales se logre solucionar este tema de mercados que genera cierta crisis en el área rural, y esto va ser posible si se frena de raíz el contrabando.

Si no entra a Bolivia, papá, maíz, tomate y otros productos agrícolas los precios se pueden mantener estables y la producción local puede cubrir el mercado con precios favorables tanto al productor como a los consumidores. Con eso la gente puede producir un poco más, ya no 230 hectáreas sino mucho más, no solo para el mercado de Tarija, sino también para Potosí y poblaciones vecinas.

Ésas son alternativas que tenemos que buscar desde todo punto de vista, porque sino solucionamos eso, el productor va a estar siempre tirado a su suerte, y digo esto porque desde niño he visto a nuestros abuelos y padres que producían y sabemos, vivimos el día a día, lo que lleva a producir para tener un producto en el mercado.

EP: Por otro lado, se cultiva uva en Entre Ríos ¿Cuánto se prevé cosechar?
TS: El cultivo de la vid es algo importante porque en Entre Ríos nunca se ha producido uva, decían que no da, pero desde hace unos años se empezó en la comunidad de Los Naranjos a hacer la prueba con tres variedades: la moscatel blanca que se ha comportado muy bien, también está la Victoria que es tempranera y se cosecha en los primeros días de diciembre, está también la Reviere. Si bien se tiene una buena producción y supera los 500 quintales, el costo es elevado por el clima húmedo, se tiene que curar cada ocho días, incluso se llega a hacer hasta 14 curas hasta tener la cosecha.

A partir del 25 de diciembre ya entra la cosecha de la variedad moscatel y esto se concluye hasta el 20 de enero, y el mercado para esta producción es Santa Cruz, generalmente se vende a 200 o 250 bolivianos la caja, pero se tiene que competir con la uva que produce el Chaco que también tiene uva tempranera. Sin embargo, la vid es una buena alternativa para cubrir la temporada entre la producción de El Chaco y El Valle, es decir sacar al mercado entre el 15 de diciembre y el 15 de enero. Es así que en la comunidad de Salado ya se tienen plantaciones de la variedad Italia que esperamos pronto salga al mercado esa producción.

Según las experiencias que desarrollamos en cuanto al cultivo de vid, vemos que hay muchas variedades que se adaptan a la zona con rendimiento totalmente expectante, pero también tenemos que resolver el tema mercado. En 2020 todos los productores de la provincia vamos a organizarnos bien para hacernos escuchar con las nuevas autoridades y se pueda frenar el contrabando, se fomente al productor local y se apoye estas iniciativas productivas.

EP: Si bien se tiene buena producción agrícola en Entre Ríos ¿La actual situación de las rutas hacia la ciudad de Tarija y Chaco, restan al sector productivo?
TS: Para producir se requiere cuatro cosas fundamentales; tener agua para riego, buena semilla, caminos y mercados. Me encanta lo que es el tema productivo, y durante mi gestión de Alcalde hicimos desde escuelas, postas, y otros proyectos, pero faltaba el tema productivo y es ahí donde tenemos que trabajar ahora, ya que en la zona de Tarupayo, San Josecito hay mucha producción y en ese aspecto en Entre Ríos también se requiere ver el tema caminos para la vinculación al mercado y fortalecer el sector productivo para que genere réditos a las familias campesinas.

El próximo año también vamos a intentar ver cómo se desarrolla la plantación de limón, es un producto que tiene mercado y en el clima que tiene Entre Ríos consideramos que puede rendir muy bien en el distrito de Suaruro, Tarupayo, Sereré y Salado, que son muy aptos para los productos cítricos.

 

Fuente: Periódico El Páis Tarija