

La granja avícola “Guapuru”, optó por este sistema de avanzada tecnología para darle a las aves mayor confort animal y producción con alta calidad


La granja avícola Guapurú está implementando el sistema controlado en uno de sus galpones de pollos. El objetivo es extender este tipo de sistema a todos los galpones, ya que permite supervisar diversas condiciones dentro del galpón, como la humedad, temperatura, extractores de aire, comederos, bebederos automáticos, y aprovechar todos los beneficios que este sistema aporta a la avicultura.
El ingeniero Winston Ortiz, propietario de la granja avícola «Guapurú», expresó su satisfacción por la exitosa implementación del sistema de ambiente controlado en uno de sus galpones. Indicó que anteriormente, este lugar operaba bajo un entorno tradicional.
Actualmente, el galpón ha sido readecuado y transformado en un ambiente controlado. En consecuencia, el trabajador tiene la función principal de garantizar el perfecto funcionamiento del sistema eléctrico y mecánico, asegurándose de que no haya ninguna falla.
“Lo que se hace en un ambiente controlado es dar la comodidad y confort al pollito BB, hasta que salga al mercado”, indicó.
Diferencia ambiente tradicional y controlado
Explicó que existen notables diferencias entre el ambiente tradicional y el controlado. En el ambiente tradicional, las aves se crían con una densidad de 10 pollos por metro cuadrado, y su tiempo de salida al mercado es superior a los 45 días. El consumo de alimento es de 5 kilogramos por pollo, con una conversión alimenticia de 2; además, se registra una tasa de mortalidad del 10%.
Sin embargo, en el ambiente controlado, la densidad de crianza es de 15 pollos por metro cuadrado. La salida al mercado se realiza a partir de los 37 días, lo que resulta en un ahorro significativo de alimento. La conversión alimenticia se sitúa entre 1.5 y 1.7 en este ambiente, con un consumo alimenticio que oscila entre 4.5 y 4.6 kilogramos por pollo. Además, se registra una tasa de mortalidad del 1 al 2%.


“Lo que se hace en un ambiente controlado es dar la comodidad y confort al pollito BB, hasta que salga al mercado”
Ortiz también destacó que dentro del ambiente controlado, las aves experimentan un mayor confort animal. Se monitorea y controla la temperatura, la humedad, los bebederos y los comederos automáticos. En caso de temperaturas bajas, se utilizan estufas, mientras que ante condiciones elevadas, se cuenta con extractores equipados con paneles para enfriar el ambiente.
Además, el avicultor señaló que el costo-beneficio es muy favorable, ya que el ave disfruta de un bienestar animal significativo. El galpón con ambiente controlado tiene la capacidad de albergar a 24 mil pollos.
Agregó que el objetivo del avicultor es proporcionar las condiciones ideales al pollito BB, permitiéndole crecer en el tiempo correcto de acuerdo con la genética del pollo parrillero.
Fuente: Publiagro