Estiman más de 30 días de demora. Al 15 de este mes se procesaron 2,8 millones de quintales de azúcar de los 12 millones proyectados. Ingenios dan garantía plena del producto en los mercados.

Las inclemencias del tiempo, asociadas con lluvias extraordinarias fuera de época en las zonas de influencia cañera, retrasan por más de 30 días la molienda y transformación de caña en los ingenios de Santa Cruz, mientras que la limitación de acceso a créditos productivos frena la expansión de la frontera agrícola cañera departamental.

Al 15 de este mes, datos compartidos por fuentes sectoriales dan cuenta de que transcurrido dos meses y medio de zafra -este proceso en campo se extiende por seis- los cinco ingenios cruceños (Guabirá, Aguaí, Unagro, San Aurelio y La Bélgica) han logrado moler 2,3 millones de toneladas de caña, de los 8,5 millones disponibles en campo para la molienda de este año. Es decir, el corte de caña alcanza un avance del 27%.

El coletazo de la parálisis en el corte de caña, debido al encharcamiento del terreno, también incidió en las escalas de producción, estimándose 2,8 millones de quintales producidos. Un 25% de la expectativa proyectada este año. En condiciones climatológicas normales, a deducir por las fuentes consultadas, la producción azucarera excedería los 4,2 millones de quintales.

Respecto al promedio de precipitaciones de agua caída en el área de influencia cañera del norte cruceño, el experto en agrometeorología, Luis Alberto Alpire, expresó que hasta junio de este año se registraron 1.070 mm, superando los 1.020 mm registrados en la gestión 2022, lo que, en su criterio, incidió en el retraso de la zafra cañera.

Desde el ingenio azucarero Guabirá, el presidente Carlos Rojas, indicó que, si bien las lluvias han incidido en el retraso y bajo nivel de molienda por falta de disponibilidad de materia prima, ‘después de la tormenta viene la calma’, dejando entrever que en estos días han normalizado el ritmo deseado de molienda, confiando alcanzar el plan de zafra 2023.

“El riesgo de disponibilidad de materia prima (caña) se sentirá el próximo año”

El gerente general del Ingenio Sucroalcoholero Aguaí, Cristóbal Roda Roden, se declaró confiado en que el retraso de la zafra -en promedio registra un 30% de avance- no incidirá en la seguridad alimentaria de la población. Explicó que frente a cualquier contingencia, el mercado interno está protegido por el stock de seguridad que incluye dos meses de consumo (alrededor de 1,6 millones de quintales de azúcar).

Siempre y cuando las condiciones climáticas sean favorables, el sector espera alcanzar o superar los 12 millones de quintales de azúcar producidos, de los que casi 9 se destinan al mercado interno para cubrir el consumo nacional y el excedente se exporta.

Área agrícola se estanca

La imposibilidad de acceso a créditos frena el crecimiento de los cañaverales y la renovación de cultivos fuera de ciclo productivo.

A decir de Óscar Alberto Arnez, presidente de la Confederación Nacional de Productores Cañeros de Bolivia (Concabol), las lluvias y la falta de voluntad del Gobierno para que el sector sea parte del crédito SIBolivia impidió ampliar la siembra de campos en los campos de producción y la renovación de las casi 30.000 hectáreas fuera de ciclo productivo. Aclaró que las gestiones fallidas de préstamos al sector datan de hace tres años.

Hizo notar que a causa de este factor la superficie sembrada en el departamento está estancada. El sector requiere $us 30 millones para ampliar los campos de producción y renovar el 80% de las 160.000 hectáreas que están fuera de ciclo y con rendimiento pobrísimo.

“El riesgo de disponibilidad de materia prima (caña) se sentirá el próximo año”, expresó Arnez.

 

Fuente: El Deber