Agroindustria puede procesar 300 millones de litros de etanol anhidro y poner a disposición energía eléctrica de más de 160 megavatios (MW) por hora de potencia.
El sector agroindustrial ofrece sustituir la importación de combustibles que permitirá ahorrar 250 millones de dólares mediante la reactivación de la producción de etanol, que es energía limpia. Además se puede generar energía eléctrica con biomasa y ahorrar el consumo de gas natural para el país.
“En términos concretos, la producción de etanol de los ingenios puede ser utilizada como una herramienta de soberanía energética, permitiendo no solo sustituir las importaciones de carburantes por el etanol, sino el ahorro de divisas por más de 250 millones de dólares al año”, afirmó el presidente del directorio del Ingenio Sucroalcoholero Aguaí, Cristóbal Roda, durante el inicio de la novena zafra cañera.
Añadió que esto también tendrá impacto en la generación de más empleos, más octanaje en la gasolina, más impuestos para el Tesoro General del Estado y cuidado del medioambiente.
Roda sostuvo que la cadena agroindustrial de la caña de azúcar está en condiciones de ofrecer más de 300 millones de litros de etanol anhidro y poner a disposición del Sistema Interconectado Nacional (SIN) una potencia en firme de más de 160 megavatios (MW) por hora, multiplicando así los impactos.
Recalcó que en nueve años Aguaí ha logrado lo que a otras industrias les llevó décadas. En la zafra 2021, el Ingenio Sucroalcoholero molerá dos millones de toneladas de caña, producirá 2,3 millones de quintales de azúcar, 110 millones de litros de alcohol y una capacidad de generación de energía eléctrica de 60 MW.
En la etapa de interzafra, la compañía boliviana invirtió 30 millones de dólares para instalar su segunda caldera, que tiene una capacidad de 160 toneladas métricas de vapor por hora, y un turbo generador que ampliará su capacidad de producción de energía.
La inversión se realizó en etapa de pandemia, pero con el objetivo de producir para generar empleo y progreso en favor de los productores cañeros que forman parte de la comunidad empresarial de Aguaí, resaltó Roda.
La crisis sanitaria, sin embargo, implicó un sinnúmero de complicaciones logísticas, demoras y sobrecostos.
En este complejo escenario, dijo que Aguaí decidió transitar por el camino de la inversión, del crecimiento, del desarrollo y de la generación de empleos.
“Usted señor Presidente (Luis Arce) lanzó la invitación a la población boliviana de que en un acto patriótico se promueva el consumo de lo nuestro, es decir, de productos hechos en Bolivia, con el fin de fortalecer la demanda interna y evitar la utilización de divisas en la importación de productos”, manifestó Roda en uno de sus mensajes dirigido al primer mandatario.
En ese contexto, dijo que hacen eco de las palabras del presidente Arce y lo invitan a que dentro de la misma política de Gobierno que ha marcado se prefiera fomentar el consumo del etanol proveniente de los campos agrícolas de La Paz, Tarija y Santa Cruz.
Infraestructura
Roda explicó que con la nueva caldera y trabajando a máxima capacidad, el ingenio está en condiciones de producir cerca de 110 millones de litros de alcohol anhidro al año, lo que puede implicar una sustitución en la importación de gasolina de similar volumen y un ahorro de divisas de más de 90 millones de dólares por año. Además de otros efectos multiplicadores.
El nivel de potencia sería suficiente para abastecer con energía eléctrica a una población de 380 mil habitantes, es decir que significaría el 75% del consumo de la ciudad de Oruro.
“Este volumen de energía permitiría a su vez liberar 15 millones de pies cúbicos día (MMpcd) de gas natural para la exportación, lo que representa un ingreso líquido de divisas para el país, que tanta falta hacen por la reducción en las reservas internacionales netas (RIN) y, sin perder de vista, estaríamos reemplazando un recurso no renovable: gas natural , por uno renovable como el bagazo de caña”, calculó Roda.
Fuente: Página Siete
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