La mano de obra en la agricultura brasilera cae un 2,8% en relación del 2019, informa Cepea

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Descubra el efecto potencial de Covid-19 en el nivel de ocupaciones en el sector, según el Centro de Estudios Avanzados en Economía Aplicada CEPEA Brasil.

Entre febrero, marzo y abril de este año, aproximadamente 8.166 millones de personas estaban empleadas en la agricultura. El número representa una caída de 1.2% (el equivalente a 100 mil personas) en comparación con el trimestre móvil anterior (enero / febrero y marzo) y 2.8% (233 mil personas) en relación con el mismo período de 2019. Cepea publicó los datos el viernes 29 de mayo en su segundo informe mensual sobre el trabajo en la agricultura.

El Centro de Estudios afirma que para evaluar el efecto potencial de Covid-19 en el nivel de ocupaciones, es necesario saber cuál sería el comportamiento esperado para este trimestre móvil evaluado (finalizado en abril).

El informe indica que la población empleada en la agricultura en el trimestre móvil que finalizó en abril fue del 2.4% o 201 mil personas por debajo de lo esperado. Según Cepea, el resultado muestra que el número de empleados en la agricultura estaba por debajo del límite inferior considerado normal para este período, lo que sugiere un choque significativo y, al menos en parte, debido a Covid-19.

Sin embargo, Cepea señala que es habitual observar variaciones de hasta 100 mil personas entre trimestres, y que ya se han observado choques de magnitud cercanos a las 200 mil personas.

«Aunque existe evidencia de un choque significativo y probablemente debido a Covid-19, la gravedad de la situación del mercado laboral agrícola, al menos en términos del nivel de ocupaciones (y por ahora), puede considerarse baja en comparación con otros sectores» informa el informe.

Los estudios sobre ciclos económicos muestran que la agricultura, en varios países y en Brasil, generalmente muestra una gran capacidad de recuperación ante las crisis económicas. Varios factores explican esta capacidad de recuperación, uno de los cuales se refiere al trabajo rural.

Cepea aclara que los establecimientos que utilizan mano de obra familiar (que son muy representativos en términos del número de empleados en la agricultura) tienden a retener su fuerza laboral incluso en períodos de baja producción o producción menos rentable.

Debido a que tiene una oferta muy inelástica, es decir, un bajo costo de oportunidad, la fuerza laboral familiar no tiene o tiene pocas alternativas de trabajo fuera de su establecimiento. Esta fuerza laboral recibe ingresos residuales de las actividades, que pueden fluctuar sustancialmente.

Por otro lado, su ocupación está prácticamente garantizada precisamente por la flexibilidad de su remuneración. Esto no sucede con el trabajador contratado con un cierto salario inflexible, que es despedido en tiempos de baja rentabilidad.

Ante este escenario, los investigadores de Cepea señalan que aún es probable que una gran parte del shock negativo de 201 mil personas empleadas en la agricultura en el trimestre móvil que finalizó en abril esté relacionado con trabajadores asalariados en el sector, especialmente aquellos sin un contrato formal, cuyo costo de despido es bajo o nulo.

Fuente: DBO