Aseguran que los intermediarios son los más favorecidos. Están afectados por la poca concurrencia al mercado mayorista.
La cuarentena dictada por las autoridades nacionales para frenar la propagación del coronavirus ya muestra sus efectos en los productores de los valles cruceños.
Aseguran que tropiezan con problemas para llevar sus productos a los mercados, donde ha disminuido considerablemente la demanda.
Juanito Lino, productor de hortalizas de la comunidad de Villa Victoria, municipio de Samaipata, expresó su preocupación por la falta de compradores en el nuevo mercado Abasto.
“Por cuestiones de la cuarentena, la gente no llega a este mercado y al no vender directamente nuestros productos, estamos obligados a darlo a los intermediarios que siempre ganan más”, protestó.
Otro problema que tropiezan es por los precios que “son inestables y no logramos recuperar nuestras inversiones”, afirmó Lino.
El productor explicó que la semana pasada, antes de la declaratoria de la emergencia sanitaria, vendieron la canasta de lechugas entre Bs 15 y 20, pero los intermediarios ofrecían cada planta entre Bs 3 y 4; el pimentón costaba Bs 100 la bolsa grande, y ahora está a Bs 20. Deberían facilitarnos la llegada a otros mercados para vender nuestras hortalizas en manera directa”, solicitó.
Hilda Brito, productora de la zona de Mizque, límite, entre Cochabamba y Santa Cruz, denunció que ahora los vecinos, para evitar la presencia del Covid-19 en sus comunidades, están instalando trancas en horas de la noche, que es el horario en que los productores viajan para llegar a los mercados al amanecer. “Están bloqueando el envío de alimentos a los mercados”, dijo.
Mañana, sábado, debería funcionar el mercado Abasto de Vallegrande. A este mercado acuden los productores que venden hortalizas, papa, pimentón y otros a los comerciantes que llegan de Santa Cruz, pero por la cuarentena se anuncia que nadie debe estar en las calles de Vallegrande, los días sábado y domingo, como establece el decreto presidencial.
Fuente: Periódico El Deber
