Importación de frutas impulsa proyectos para mejorar la producción nacional

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Las dificultades que atraviesan los pequeños productores serán atendidas para ampliar la variedad de exportación frutal.

 

Las cualidades favorables del territorio boliviano para la producción frutícola y la variedad de sabores que se presenta en este sector, requieren de asistencia técnica, logística e infraestructura. Esto permitirá insertar a los más de 7 mil productores a la cadena productiva sustentable del mercado internacional. La oferta frutal de Bolivia aún es estacional, para ello es necesario incorporar tecnología que contribuya a cumplir con la demanda del mercado exterior.

 

¿De dónde estamos consumiendo? Cuando se acude al mercado como el Abasto las “caseras” suelen ofrecer las frutas dependiendo no solo del tipo, precio y tamaño, sino también del lugar donde ha sido producida. Según datos estadísticos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Bolivia importa 22 millones de dólares por un volumen de 51 mil toneladas. Nuestros países vecinos como Argentina, Brasil y Perú son nuestros proveedores, siendo el principal Chile de quien importamos el pasado año 11 millones de dólares por la compra de 29 mil toneladas.

 

Si bien en Bolivia se produce manzana y se abastece el mercado local en su época, de mayo a noviembre no se logra cubrir la demanda interna de manzana que tuvo una oferta de 2.805 toneladas y una demanda de 44.554 toneladas abastecida sobre todo por la oferta chilena “En la gestión 2017 comparada con el 2018 hubo un descenso del 20% de las importaciones de fruta, por lo tanto, el consumo de la producción interna se ha incrementado” indicó Mónica Solares, jefa de unidad estadística del IBCE.

 

Proyectos de incentivo. Con el propósito de satisfacer la demanda interna, el responsable de proyectos frutales y perennes del Centro de Investigación Agrícola Tropical, Juan Ramón Huayhua, reconoce que existe fruta que entra de contrabando y para ello se trabaja con programas en busca de “mejorar e incrementar la productividad de los rubros frutales y perennes en tres macroregiones de Santa Cruz que involucra a 300 beneficiarios directos y 1500 beneficiarios indirectos”, señaló Huayhua. El consumo de la fruta de temporada ayuda a reducir la pérdida de los productores al ser una limitante de conservación la falta de cámaras de frío.

 

Con el propósito de promover el consumo de fruta de temporada, Nué Morón, presidente de la Asociación de Horticultores y Fruticultores (Asofrut) realizará el mes de mayo la primera feria de fruta en Terebinto. “Esto va a permitir el desarrollo productivo de la comunidad”, aseguró Nué, que está elaborando este año el proyecto de la Feria Integral de Terebinto que será ejecutado el 2020 con infraestructura como piscinas artificiales a la orilla del río con el objetivo de atraer mayor cantidad de visitantes para la compra de frutas y verduras de los pequeños productores de este sector.

Para hacer frente al déficit de fruta de producción local ofertada en el mercado, el Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria (INIAF) está configurando a nivel nacional un programa con una duración de 5 años, “se pretende ampliar la superficie cultivable con la implementación de tecnología y así multiplicar la producción para cubrir la demanda interna”, indicó Carlos Osinaga, director general del INIAF.

 

‘Se ha mejorado pero no a un nivel para exportar’. Comentó el historiador Nelson Jordan, además de cómo aquellos que migraron en algún momento al extranjero por necesidad llegaron a trabajar en agricultura adquirieron capital cultural de aprender sobre la práctica del uso de tecnología en cultivos, aquellos que deciden regresar lo aplican en sus tierras para obtener mayor nivel de productividad.

 

Pese a ser el achachairú un fruto oriundo de Bolivia, este es comercializado y promovido a escala internacional por Australia. Nué señaló que la baja producción de achachairú se debe a condiciones climáticas y se está trabajando con la gobernación para hacer una exportadora en Terebinto.

 

El país exporta $us 254 millones por la venta de mas de 156 mil toneladas, según datos del IBCE, “si bien la cantidad de exportación es mayor, se concentra en banana y castaña a diferencia de la importación que es más variada”, aseguró Solares. Para el economista José Alberti, nuestro país tiene condiciones para ser un referente en la industria de la fruta. Países como Argentina o Chile tienen impacto rural. “Bolivia debe dinamizar su economía, ir más allá del gas. En otros países se promueve el desarrollo rural con enfoque territorial para integrar al campesino en la industria internacional de la fruta”, asevera Alberti. Así mismo el presidente del colegio de Ingenieros Agrónomos de Bolivia (CIAB), José Luis Llanos, reconoció que el sector agrícola a nivel nacional no está pasando por su mejor momento, “el 2018 tuvimos 3,6 millones de hectáreas sembradas a nivel nacional, en el caso frutales 156 mil ha, representó un 4%”, acotó.

 

Dificultades.

Para el fruticultor de cítricos en Chimoré, Róger Choque, hace falta un estudio de mercado para que los productores sepan cuál es la meta a la que deben llegar, además de asistencia técnica que les permita mejorar y cumplir la meta requerida. Un problema interno que enfrentan estos productores es la inserción de sus productos en los mercados, “los del Trópico no podemos insertarnos en La Paz porque nos cierran las puertas, solo ingresan de los Yungas, por eso vamos al mercado campesino o al Abasto” comentó Choque.

 

Es sabido que dentro de la cadena de comercialización el eslabón que menos gana es el pequeño productor, esto debido a la competencia con el mercado internacional, “nos enfrentamos con productores que nos llevan décadas de ventaja tecnológica”, expresó Jordán, aunque cree que si bien no estamos certificados para exportar “en términos de calidad y sabor es igual o incluso superior frente a una fruta modificada para cumplir el marketing y parámetro internacional”.

 

Los especialistas también ven la falta de una estación metereológica para prevenir posibles inundaciones.

La alta incidencia de plagas como es el caso de la mosca de la fruta es uno de los problemas en el que concuerdan los productores y agrónomos, que se debe superar para calificar dentro de los parámetros internacionales y que al parecer los insecticidas y fungicidas utilizados en este sector y permitidos por el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) no son suficientes.

‘Muchas veces trabajan a pérdida’.

Manifiesta el presidente de Asofrut. Para el fruticultor Choque es importante un financiamiento, puesto que el precio de venta de frutas no permite la adquisición de tecnología, “la mayoría de los productores solo mantiene limpia la parcela y llegan a la plata y cosecha por eso también merma la fruta”, contó Róger Choque.

 

Por el momento los productores de frutas no cuentan con un financiamiento, pero el proyecto del INIAF para el sector frutal contempla esta necesidad.

 

Actualmente los productores trabajan con créditos y tasas de interés que no les favorece, además propone también incrementar los aranceles de importación, “esto permitiría que no ingrese tanta fruta de afuera y si lo hace que sea a un alto costo para que el productor con su precio y costo de producción sea competitivo”, comentó Llanos.

 

Si bien la seguridad alimentaria está asegurada por la forma de producción en Bolivia, aunque aún sea de manera convencional, el director del INIAF afirma que no se implementan transgénicos en el sector de la fruta porque las prácticas que se realicen deben ir en armonía con la Madre Tierra.

 

Para Llanos, el aplicar tecnología en este rubro para llegar al Mercosur con las mismas competencias que los demás países “mediante el tratamiento de suelo, plantines, la aplicación de un buen sistema de riego y fertilización en conjunto durante la etapa de afloración de los cultivos”, esto con la finalidad de aumentar los niveles de productividad reduciendo los costos de producción por cada unidad “en términos de producción agropecuaria se generaron 19 millones de Tn y las frutas representaron el 8%”, sostuvo el presidente de CIAB, quien además comentó que dentro del ranking de los 10 principales cultivos a nivel nacional el banano ocupa el séptimo lugar.

 

Contrabando de frutas perjudica a productores

El alcalde de Comarapa Hugo Valverde manifiesta que los productos frutícolas que más ingresan por contrabando son la manzana, uva y durazno, de industria chilena, argentina o peruana y hortalizas como papa y cebolla. “En las fronteras algunas organizaciones y comunarios camuflan cambiando bolsas y cajas de los productos que entran”, cuenta Valverde, además pide al gobierno la industrialización de este sector y la garantía de seguir produciendo y mejorando para tener un precio justo en el mercado.

 

Fuente: Periódico El Día