Productores advierten que la falta de biotecnología y las condiciones climáticas adversas llevarán a una mayor dependencia de importaciones y contrabando para satisfacer la demanda nacional

Foto: ANAPO
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La sequía que afecta los cultivos de invierno en la zona Este de expansión y la zona integrada de Santa Cruz ha reducido el rendimiento del trigo en un 60% en comparación con el año pasado y en un 35% en relación a 2022, otro año marcado por la disminución de la productividad debido a la sequía. La situación es tan crítica que los agricultores estiman una producción no superior a 50.000 toneladas, lo que resultará en un aumento de las importaciones de grano y harina, además de incentivar el contrabando, para satisfacer la demanda nacional, generando una salida de divisas que el país necesita urgentemente.

Tras la fracasada campaña de verano 2023-2024, la situación de los productores cruceños ha empeorado. Los datos de la cosecha, con un 60% ya recolectado, evidencian una situación crítica.

“Este fracaso se debe a la falta de lluvias, mucha sequía. Pero llevamos 20 años pidiendo al gobierno la biotecnología con transgénicos en trigo, maíz y soya; mientras nuestros vecinos Paraguay, Brasil, Argentina y Uruguay ya la están utilizando desde hace años. Incluso Paraguay, que estaba por debajo de nosotros en producción de soya, ahora produce el doble”, lamentó Genaro Carreño, presidente de la filial en Cuatro Cañadas de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo).

En 2023, la producción total de trigo alcanzó las 136.000 toneladas, lo que representó un aumento del 31% en relación con la producción del invierno de 2022. Este incremento se debió a mejores condiciones climáticas que permitieron una productividad promedio regular. Sin embargo, la caída de este año representa un retroceso productivo para los agricultores. 

“Este fracaso se debe a la falta de lluvias, mucha sequía. Pero llevamos 20 años pidiendo al gobierno la biotecnología con transgénicos en trigo, maíz y soya; mientras nuestros vecinos Paraguay, Brasil, Argentina y Uruguay ya la están utilizando desde hace años. Incluso Paraguay, que estaba por debajo de nosotros en producción de soya, ahora produce el doble”

“Este perjuicio no es solo para nosotros, sino para el país, porque con este grano no vamos a contribuir a la soberanía alimentaria. Si no hay cosecha, se tendrá que importar más para que el país no pase hambre. El trigo es la base para un alimento tan estratégico como el pan”, afirmó Carreño.

Los cultivos de invierno en Santa Cruz (trigo, maíz, sorgo, girasol y chía) forman parte del manejo sostenible de los agricultores y dependen en gran medida del respaldo financiero generado por la producción de soya en cada verano.

Después de las cuantiosas pérdidas productivas y económicas de la campaña de verano 2023-2024, debido a la sequía, las proyecciones para estos cultivos se vieron afectadas desde el inicio por los mismos efectos climáticos. De hecho, la superficie sembrada de trigo en la zona Este (Pailón, Cuatro Cañadas, San Julián y El Puente) este invierno solo alcanzó las 58.800 hectáreas, de las cuales el 96% fueron afectadas por la sequía.

La situación no fue mejor en la zona Integrada (Okinawa y desde Minero hasta Peta Grande), una región con menos tradición en la producción de este cultivo. La superficie sembrada apenas llegó a 18.700 hectáreas, de las cuales un 33% fueron afectadas y pérdidas debido a la sequía.

“Hemos visto algunos campos que fueron sembrados más tarde, y observamos que están gravemente afectados. Esta campaña de invierno ha sido desastrosa; los productores no pudieron sembrar lo esperado y el rendimiento ha sido muy bajo, entre 200 y 300 kilos por hectárea, lo que no cubre los costos de producción ni la inversión realizada”, señaló Luis David Cortez, técnico de ANAPO.

Desde la Asociación, se advierte que la sequía está reduciendo drásticamente la producción de trigo en Santa Cruz, donde se concentra el 70% de la producción nacional. Por ello, se espera que el Gobierno autorice prontamente la aprobación del evento biotecnológico de Trigo HB4, que es tolerante a la sequía. La solicitud, acompañada de toda la información técnica, fue presentada en 2022 y, después de dos años, aún no ha recibido respuesta.

Además, subrayan que aprobar este evento podría permitir a los productores de Santa Cruz aumentar la producción, mitigando las pérdidas causadas por la sequía en los últimos años. Esta tecnología ya ha sido aprobada en los principales países productores de trigo del mundo, entre los que se destacan Argentina, Brasil, Paraguay, Chile y, recientemente, Estados Unidos.

 

Fuente: ANAPO

Redacción: Publiagro