Para Bolivia se estiman incrementos de entre 0,8°C y 1,7°C para 2030 y de 1°C a 2°C para el 2050.

Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) prevé que hasta 2050 la temperatura aumentará hasta en 4°C en América Latina y el Caribe, en especial en la zona tropical y andina de Sudamérica, lo que puede ocasionar un menor rendimiento de cultivos esenciales como la soya, el trigo, el maíz y el arroz.

“Donde más aumentaría el calentamiento global sería en la parte tropical de América del Sur, que también abarca la región andina, y esto tendría un efecto severo en cultivos esenciales como el arroz, el trigo, el maíz, la soya. Por eso es tan importante tomar en el corto plazo acciones para poder mitigar el impacto del cambio climático”, remarcó Liliana Castilleja, representante de País del BID en Bolivia, durante el Foro Económico 2023 de la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco).​

Ante este escenario, el Estado boliviano “debe adaptarse cada vez más rápido a todos estos cambios, para aumentar la productividad y mantener la sostenibilidad ambiental, lo que se puede lograr aumentado la productividad y la competitividad”, sostuvo.

El estudio “Apostar por la agricultura para lograr una diversificación productiva” prevé también que en algunas áreas disminuyan las condiciones de aptitud para la caña de azúcar, el plátano y el café.

 “Donde más aumentaría el calentamiento global sería en la parte tropical de América del Sur, que también abarca la región andina, y esto tendría un efecto severo en cultivos esenciales como el arroz, el trigo, el maíz, la soya. Por eso es tan importante tomar en el corto plazo acciones para poder mitigar el impacto del cambio climático”

Para Bolivia, asimismo, estima incrementos de entre 0,8 y 1,7 grados centígrados para 2030 y de 1 a 2 grados para el 2050, con una diferenciación que indica que “las temperaturas de las regiones del oriente se incrementarán más, sobre todo en los meses sin lluvia”.

El documento considera que Bolivia es un país particularmente vulnerable a los impactos del cambio climático por sus características geográficas y sociales, así como por el impacto del calentamiento global sobre su agricultura.

“En los últimos años, las sequías e inundaciones en el país aumentaron tanto en frecuencia como en incidencia (…). En 2016, las pérdidas representaron el 1,3% del PIB y afectaron al 6,1% de la población, uno de los porcentajes más altos de los países andinos”, indica.

Para afrontar la situación, Castilleja sugirió contar con apoyos específicos para enfrentar desde ahora los riesgos potenciales del calentamiento global, como la diversificación de cultivos, el contar con variedades mejoradas, el intercalar cultivos, la recuperación de suelos deforestados y la aplicación de prácticas y tecnología ambientales.

En el corto plazo, “una medida que podría contribuir es tener una mejor coordinación pública-pública y una mejor coordinación público-privada en aspectos que van desde trabas burocráticas hasta temas de control de plagas, de nuevas enfermedades y de mejora de los accesos a los mercados globales de exportación”, entre otros, mencionó.

 

Fuente: Eju