El informe señala que si bien el proyecto podría generar ganancias para los productores, era financieramente inviable, ya que el ingenio funcionaría a pérdida.
En estudio de factibilidad elaborado en 2009 y citado por la Empresa Azucarera San Buenaventura (EASBA) como uno de los respaldos para la puesta en marcha de la construcción del ingenio, advertía desde entonces la poca rentabilidad del proyecto.
El estudio Factibilidad económica y financiera de la producción de caña de azúcar y derivados en el norte del departamento de La Paz, elaborado por Conservación Internacional Bolivia, detalla que al tomar en cuenta el promedio de rendimiento de las tierras para la producción de caña y el contenido de sacarosa, la instalación de un ingenio azucarero en La Paz era inviable comercialmente.
El estudio toma en cuenta que para ser factible, el ingenio debería asegurar al menos un rendimiento promedio de 55 toneladas métricas de caña por hectárea y un contenido de sacarosa que iguale o supere el 12,5%, parámetros que son considerados los promedios nacionales.
“En función a los supuestos considerados, el proyecto es financieramente inviable, ya que desagregando el análisis entre producción agrícola e ingenio, se observa que los productores agrícolas son los ganadores, mientras que los potenciales inversionistas serían los perdedores”, se lee en el texto.
Esto significa que “de no alcanzarse rendimientos y contenidos de sacarosa mayores a los considerados, el ingenio azucarero funcionaría a pérdida y se requeriría de subsidios públicos para operar”, según el informe.
El estudio señala que el proyecto dependerá de la capacidad de los productores para adquirir maquinaria (28.300 dólares por cada cinco familias productoras o 50 hectáreas de caña) para remplazar el sistema tradicional de producción manual por un sistema de producción semimecanizada, y de la disponibilidad de recursos del sector público para invertir unos 110 millones de dólares en la planta industrial, incluidos costos financieros.
El estudio también recomendaba evaluar lo relacionado con el mercado, ya que la producción de azúcar estaría destinada a abastecer mercados ya abastecidos. Por lo tanto, salvo que existan ventajas competitivas significativas en la producción de caña de azúcar, la incertidumbre sobre el acceso al mercado “sería significativa y pondría en riesgo la viabilidad del proyecto” para competir con industrias ya consolidadas.
Otros estudios
Al respecto, el experto agrotécnico Daniel Robinson, en una publicación en la cual comenta sobre el futuro y el desarrollo del ingenio en Bolivia, indica que el estudio de 2009 viene a confirmar lo que informes desde 1973 ya afirmaban, que el plan de establecer un ingenio azucarero en el norte de La Paz no era factible.
“Desde 1973 se tiene buena idea de la productividad de los suelos a nivel de paisaje en toda Bolivia. Las conclusiones de este estudio en general son las siguientes: a) Menos del 2% de los suelos de la zona son aptos para cultivos en limpio (es decir que requieren zonas planas) como la caña de azúcar. b) El 99% de los suelos que sí se prestarían para cultivos en limpio se hallan en las terrazas del río Beni, donde están asentadas algunas comunidades indígenas de la zona. c) Sobre la carretera San Buenaventura-Tumupasa-Ixiamas, donde se ha puesto el ingenio y sobre la cual tendrían que producir los agricultores, no existen áreas significativas de suelos aptos”.
De acuerdo con Robinson, otro factor que no fue considerado al emplazar el ingenio fue el clima, ya que el cultivo de caña requiere ciertas condiciones para desarrollarse y ser rentable.
“El problema con San Buenaventura es que al estar en la Amazonia, tiene precipitaciones en la época húmeda y lluvias esporádicas en la época seca, lo que hace que los tiempos para la zafra se reduzcan a una o dos veces”.
Fuente: Periódico Página Siete