Tan jugosa como un pomelo, pero con la pulpa, tamaño y color idénticos al de una lima, es la “naranja siete sabores” que empieza a difundirse en los mercados de Cochabamba.
Su sabor es difícil de describir hasta que no se lo prueba, y las caseras de los mercados saben muy poco sobre este novedoso producto; sin embargo, lo adquieren para venderlo porque “está teniendo éxito entre los clientes”, dice Agustina, una frutera de la feria franca de la América.
“Recién está apareciendo. El año pasado nos ofrecieron, pero no quisimos hacer experimentos porque nadie la conocía y tuvimos miedo de que no se pueda vender”, dice la comerciante, quien informa que la llaman “naranja siete sabores” porque proviene de una “mezcla de pomelo, mandarina, limón, lima y naranja”; aunque mencione sólo a cinco frutos.
El responsable de cítricos del municipio de Villa Tunari, Ruben Sacaico Herbas, explicó a Los Tiempos que se trata de una especie introducida hace cinco años al trópico cochabambino por la colonia japonesa en Yapacaní, que pertenece a la variedad Washington Navel y que, por su rareza en el mercado, está siendo comercializada como “siete sabores”, “naranja-lima” o “mandarina lima”.
Este año llega la segunda cosecha. Es una planta tempranera que agota su cosecha hasta fines de abril. “No tiene espinas, y estamos probando su resistencia”, finaliza el encargado.
Fuente: Periódico Los Tiempos