El Gobierno deja solo al sector privado en la importación de maíz

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Adepor pidió un decreto de excepción que autorice el ingreso de producción transgénica y que se facilite el paso de estos productos por la frontera

Ante la posición del sector productivo de que la importación es “la única solución” a la escasez de maíz en el mercado interno, el Gobierno indicó que la internación de granos está autorizada y que los productores de leche y de carne de pollo y res pueden realizar estas operaciones cumpliendo las medidas sanitarias establecidas por el Senasag.

Tanto el ministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Néstor Huanca, como el gerente general de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa), Franklin Flores, ratificaron la mañana de hoy que la importación de este insumo está permitida y que el apoyo estatal está dirigido “al pequeño y mediano productor”.

“Emapa no es la solución, sea que venda o no, que entregue o no, está faltando maíz. No nos queda otra alternativa que importar, si queremos garantizar la provisión de maíz para nuestras granjas”, afirmó por su lado el presidente de la Asociación Departamental de Porcinocultores (Adepor), Jorge Méndez.

Esta internación, detalló, se realiza a través del Gobierno, del empresariado o del contrabando.

La cuestión es que “quieren que el Gobierno importe el grano y lo distribuya”, dijo a EL DEBER Flores, quien ofreció el respaldo técnico de Emapa para que el empresariado supere los trámites administrativos necesarios para las compras externas de maíz y para evitar “demoras” en los procedimientos, una oferta que ya se hizo en reuniones técnicas con el sector productivo, según el gerente.

Ante la consulta de si el Gobierno importará maíz para atender la demanda privada, Flores respondió: “No. La importación de ese grano la puede hacer cada uno de los productores, cumpliendo la normativa boliviana”.

“La importación de maíz no está prohibida, solo que tienen que cumplir con las medidas fitosanitarias que establece el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag)”, declaró Huanca a Unitel.

El ministro recordó que “casi todos los años” anteriores, el sector privado importó maíz, llegando la internación en 2021 a un volumen de 24.000 toneladas y de enero a marzo 2.000 t, por lo que invitó al empresariado a “hacer los esfuerzos” necesarios para seguir con esta actividad.

“Le hemos dicho al Gobierno que, si ellos no quieren traer, nosotros asumiríamos nuestro maíz, pero no podemos sin su ayuda”, sostuvo a su vez el Presidente de Adepor.

Para esta tarea, el sector productivo necesita un decreto de excepción que autorice el ingreso de producción transgénica y que se facilite el paso de estos productos a través de trancas y aduanas. Estas operaciones se deben iniciar este mes, cuando comienza la cosecha del grano en Argentina, y se prolongarán hasta junio. “Es la única alternativa”, remarcó Méndez.

El ministro observó  que la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) haya solicitado al Gobierno la “importación inmediata” de maíz “para suplir la escasez que supuestamente existe”, mientras la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), afiliada de esa cámara, “pidió prohibir la importación”.

El Gobierno nacional asegura que a través de Emapa realiza la provisión de maíz a productores pecuarios para la producción de alimentos a precio justo para la población, y que está cumpliendo con los acuerdos suscritos con el sector productivo.

Estos convenios establecen un incremento en la distribución de maíz al sector porcinocultor de 30 a 45 toneladas y al sector avícola de 30 a 58 toneladas, según la capacidad de cada unidad productiva.

Huanca detalló que la producción nacional de maíz duro amarillo bordeó en 2021 el millón de toneladas, en tanto que la demanda nacional se sitúa entra las 800.000 y 900.000 toneladas. “Si existiera esa producción, el consumo tendría que estar abastecido”, afirmó.

 “El problema es que en este momento nadie nos garantiza que tengamos maíz de aquí hasta la próxima cosecha, que es entre marzo y abril del próximo año”, afirmó Méndez, quien sostuvo que su sector no solo está en emergencia, sino en “desesperación”.

La falta de maíz en el mercado y la escalada de precios del insumo causó hasta el momento el incremento del costo del kilo de cerdo vivo de Bs 10 a 12 y el cierre de 36 lecherías.

“Hemos incrementado el precio en Bs 2 para garantizar que haya cerdo en el corto plazo y porque creemos que es el mal menor; el mal mayor es seguir como estamos (comprando el insumo a precios altos), que colapse el sector, que no haya cerdo en el futuro inmediato y que los precios estén por las nubes”, aseveró Méndez.

Fuente: El Diario