El extenso territorio se ha transformado en una fuente para el turismo y la diversión, siendo además una fuente de ingresos para las comunidades indígenas de la región donde se realizan actividades como la pesca con devolución, talleres de habilidades de supervivencia y el tradicional rafting en kallapo. Se le considera una de las reservas más importantes del planeta por su alta biodiversidad y por la variedad de ecosistemas que presenta.
Se considera que el Parque Nacional Madidi es vital para la conservación de numerosas especies de la fauna silvestre -por lo menos 2.000 vertebrados-, y además la amplia región se ha transformado en un paraíso para los numerosos turistas que la visitan.
No obstante, no todo es belleza trópical. Varias de esas espécies animales se encuentran en situación de amenaza a nivel continental, como la taruka o venado andino, el oso andino, el jaguar, la londra, el mono rosillo, el ciervo de los pantanos, el borochi, el cóndor, el águila harpía, el caimán negro y las tortugas de tierra y agua.
Sin embargo, el turismo se ha convertido en una fuente de ingresos para las comunidades indígenas de la región al realizar actividades como la pesca con devolución, talleres de habilidades de supervivencia y el tradicional rafting en kallapo, unas balsas artesanales que los indígenas utilizaban antiguamente para viajar por el río.
Este parque está ubicado en la región noroeste del departamento de La Paz, en la Provincia Franz Tamayo y es considerada el área protegida de mayor relevancia ecológica y biogeográfica de Bolivia.
Un interesante estudio del portal DW de Alemania destaca que esta área de alrededor de 19.000 kilómetros cuadrados, un millón 900 mil hectáreas es una de las reservas más importantes del planeta por su alta biodiversidad y por la variedad de ecosistemas que presenta.
Este territorio cuenta con una gran variedad topográfica, climática y altitudinal que va de los 180 a los 6.000 metros de altura y que ha dado como resultado una espectacular diversidad de hábitats y de especies de plantas y animales.
Comunidades indígenas habitan el área
En el Madidi viven 33 comunidades indígenas y campesinas, que suman un total de 4 mil habitantes. Son comunidades que se han propuesto promover soluciones innovadoras de desarrollo sostenible con el turismo comunitario y de conservación.
El ecoalbergue Chalalán fue el primer eco-negocio turístico en el parque y el primero de Bolivia que pertenece en su totalidad a una comunidad indígena.
En Chalalán, las cabañas fueron construidas al estilo tacana bajo la filosofía tradicional de respetar la naturaleza, prohibiendo la caza y la deforestación comercial.
Un verdadero paraíso
Está a orillas de la Laguna Chalalán y tiene senderos temáticos a lo largo de 30 kilómetros de bosque. Los guías comunitarios explican sobre las intervenciones de conservación ayudan a identificar a las aves, mamíferos, anfibios, insectos y plantas como la palmera que camina.
Conservando el apego a las tradiciones y las costumbres culturales se han creado otros emprendimientos como Yuruma Journey, donde prometen conectar a exploradores curiosos con ecosistemas extraordinarios.
Allí, la gran propuesta es dormir en tiendas que cuelgan de los árboles. En la selva del Madidi, cada albergue ecológico tiene claro que no está en competencia con los otros, y por eso ofrecen servicios distintos.
Fuente: DW
Redacción: Publiagro