Para el año 2020, los productores de Durazno quieren abrirse mercado en el exterior, tomando en cuenta que la importación paulatinamente va disminuyendo.
Cada año los municipios del valle alto incrementan y mejoran su producción de durazno. En esta gestión calculan cosechar más de 300 toneladas, duplicando las 150 producidas en 2017. Basados en estos buenos rendimientos, los agricultores se preparan para exportar esta fruta a Argentina y Brasil en 2020.
Además, de forma paulatina están cubriendo la demanda nacional y con ello ha disminuido la importación de duraznos de los países vecinos, Estados Unidos y China.
En 2014, el país importó más de un millón de kilos de durazno de Estados Unidos, Perú, Chile, Argentina y China por un valor de 306.680 dólares. El principal proveedor era Perú con 741.200 kilos, seguido de Argentina con 208.043, Chile con 84.959, Estados Unidos con 235 y de China con 122 kilos.
Esas cifras para el 2018 variaron drásticamente, de Argentina, Chile y Perú tan sólo se importó por un valor de 60.025 dólares; 63.918 kilos de Argentina, 47.840 de Chile y 1.400 kilos de Perú. De China y Estados Unidos ya no se internó nada.
Nuevas perspectivas
Ahora Argentina y Brasil están demandando los duraznos cochabambinos. El requerimiento de ambos países es de 100 toneladas, 50 cada uno. La exportación se realizaría entre enero y abril (época de cosecha).
El sector espera producir el próximo año unas 400 toneladas con las que abastecerán el mercado interno y el pedido de exportación que tienen de los dos países vecinos.
No obstante, para enviar los duraznos al exterior deben cumplir varios requisitos, por ejemplo en el embalaje, el modo de cosecha, la calidad de las frutas y contar con diferentes certificaciones.
El gerente de la Mancomunidad del Valle Alto, Franolic Huanca, informó que los productores realizarán los trámites, capacitaciones, conseguirán las acreditaciones y los permisos correspondientes durante esta gestión para exportar la fruta en 2020.
“Estamos iniciando ese trámite, se va a trabajar con el Ministerio de Relaciones Exteriores para ver cómo podemos sacar el producto. Nos hemos puesto una meta: sacar nuestro producto. Seguramente a finales de año vamos a tener resultados y el Senasag va ingresar a los huertos para evaluar la producción”, explicó Huanca.
Anotó que una vez encaminados los trámites en el Ministerio del Gobierno respectivo, empezarán a promocionar la producción de durazno de los valles cochabambinos. “Vamos a iniciar de manera unida, para concretar la exportación. El pasado año, no lo hicimos, porque no teníamos esta capacidad (de ahora) de producción”, indicó el dirigente.
Más calidad y cantidad
Huanca resaltó que este año la cosecha ha sido muy buena, de mejor calidad y cantidad debido a las lluvias que se han registrado.
“Nuestro producto está saturado, muy cargado, hay hartísimo. Este año, nuestra producción ha sido mayor que la de La Paz”, dijo el representante de la Asociación de Productores Asofrut de San Benito, Lucio Gutiérrez Quinteros.
La buena cosecha ha causado que el precio de la fruta baje. En 2018, la caja de durazno de primera superaba los 300 bolivianos, ahora esa misma calidad está en 120 bolivianos. “El extra, que es el más grande, está en 220 bolivianos y el durazno de primera en 180, en 2018 estaba a 320 bolivianos y la tercerita, que llamamos, estamos vendiendo hasta en 80”, dijo el representante.
Huanca resaltó que el mejor durazno de Bolivia se produce en los municipios de San Benito, Arbieto, Tarata, Punata y otros del valle alto. “En Cochabamba superamos la calidad de la chilena, en ese país no hay duraznos como los nuestros. Su dulzura y sabor no lo tienen ni la paceña ni la chilena ni la peruana”, afirmó.
El 70 por ciento de la producción de durazno del departamento se queda en los mercados de Cochabamba y el resto va a otras ciudades del país, donde son muy cotizados. Varios agricultores tienen contratos firmados para la venta de su producción incluso antes de la cosecha. “Cuando ya está lista la fruta se llevan todo a otra ciudad”, explicó Huanca.
IMPORTACIÓN DE DURAZNO ENLATADO
En el país, la importación de durazno enlatado ha tenido un leve incremento.
En 2018 ingresaron 7,1 millón de kilos por un valor de 3,8 millones de dólares. En 2014 se habían importado 6,6 millones de kilos de durazno en lata por un valor de 5,7 millones de dólares, según el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).
En 2018, Bolivia también exportó 160.655 kilos de durazno en lata por un valor de 209.550 dólares, pero el IBCE no tiene el dato del destino del producto.
Gran parte de la producción de durazno del país se la comercializa directamente como fruta fresca.
Fuente: La Prensa