Eduardo Nostas, presidente de la Asociación de Proveedores de Insumos Agrícolas (APIA), dio varias fórmulas para la cancelación de esa deuda, aprovechando la elevación del precio de los granos como la soya en el mercado internacional y con otras alternativas en las que el Gobierno tiene una parte fundamental.
Los productores agrícolas de todo el país tienen desde el año 2016 una mora de 240 millones de dólares con las empresas que les han vendido los insumos agrícolas. Según lo refiere Eduardo Nostas, quien dio algunas fórmulas para cancelarla con el apoyo del Gobierno Nacional y al aprovechar la subida de los precios internacionales de los rubros agrícolas, como el de la soya.
En entrevista al Noticiero Agrícola de PubliAgro que se transmite diariamente por Facebook Live, el presidente de la Asociación de Proveedores de Insumos Agrícolas (APIA) explicó que en el 2016 Bolivia sufrió una sequía muy fuerte que aumentó de forma importante la mora que tenían los productores con las empresas de insumos agropecuarios que estaba en 156 millones de dólares.
Posteriormente, la APIA, que reúne a más de cien empresas vendedoras, concedió otro préstamo por 60 millones adicionales con la finalidad de que los productores se pudieran recuperar de las pérdidas por la referida sequía.
En 2020, realizaron otro plazo de la deuda para aumentar la mora en un 10% elevándola, llevándola a los 240 millones de dólares que es la mora actual.
Se preguntó cuál podría ser un factor que pudiese aliviar la referida mora y se contestó que en primer lugar todo depende de las condiciones climáticas que se presente durante la campaña de verano que se normalizó con la llegada de las lluvias.
«Si tenemos una buena campaña en este verano con los buenos precios de los productos en el mercado internacional, creo que la mora será disminuida», afirmó con entusiasmo.
Las opciones de salvación
Al respecto el dirigente señaló que propone tres opciones que debieran ser consideradas por el Gobierno Nacional.
La primera se centra en la participación de las autoridades gubernamentales con la creación de un fondo económico de recuperación productiva.
«Ese fondo le permitirá al productor, de alguna manera, cubrir todo el pasivo que tienen en sus costos operativos y también le permitirá afrontar la siguiente campaña», recalcó el entrevistado.
Explica que, de esa forma, el productor podrá cancelar la deuda y por otra logrará disponer de recursos para la próxima campaña.
Esa salida, con buena voluntad, según lo explica, se puede alcanzar a través del Banco de Desarrollo Productivo, que se dedica a atender este tipo de situaciones.
La segunda alternativa que menciona es la creación de un fondo de garantías para darles una especie de rehabilitación a los productores que no dispongan de una garantía convencional.
«Una cosa son aquellos productores que tienen propiedades, es decir algún tipo de soporte para el avance, y otros son los que no lo tienen esa protección».
Por ello considera efectiva la creación de ese fondo especial que permita asegurar la rehabilitación de los productores, especialmente los de bajos recursos.
La tercera acción, que considera importante, se refiere a que debería existir una norma de procedimiento abreviado para que los productores puedan levantar las restricciones que se tienen en la actualidad referidas a poder hipotecar la pequeña propiedad que posean, así como hipotecar los cultivos.
Interpreta que así puede existir mayor seguridad al momento de autorizar los créditos y no limitar al agricultor para recibirlos dándoles un respiro a los productores con la finalidad de que puedan salir adelante sin mayores contratiempos.
Considera, de esta manera, que las políticas del Gobierno tienen que enfocarse a mirar hacia el oriente del país, fundamentalmente a Santa Cruz y el Beni que entiende es dónde está el fuerte de la agricultura boliviana y son las regiones donde los productores buscan expandirse para lo cual se hace necesario liberar el tema de las exportaciones.
«Nosotros los bolivianos nunca vamos a poder competir con otros países que poseen alta tecnología como es el caso de Brasil, Argentina, y hasta Paraguay. Tenemos que tener la capacidad de competir con esas naciones que nos aventajan en herramientas tecnológicas».
Colocó como ejemplo claro a Paraguay un país que dijo es pequeño, sin petróleo y, sin embargo, es uno de los grandes exportadores de granos en el mundo y se preguntó ¿por qué Bolivia no puede tener esas ventajas si el país cuenta con una gran potencialidad?
Al referirse al tema del seguro agropecuario manifestó que era muy positivo para los productores, pero no cree que sea la solución definitiva, ya que esta pasa por ser repetitivos y eso es por tener buenos rendimientos y buena producción.
«Nuestros agricultores son excelentes. Hacen lo que pueden con la poca tecnología que poseen. Creo que nos quieren cerrar el acceso a esas herramientas».
Considera que la economía de Brasil depende neta y exclusivamente del sector agropecuario, gracias a la tecnología que emplean y a las facilidades que les concede el Gobierno no frenando las exportaciones, otorgándoles facilidades para obtener tecnología, patentes y otras materias.
«A nosotros nos tienen encasillados, de alguna forma, en una tecnología milenaria que no nos permite avanzar», sostiene.
Asegura que, si se suman buenos precios, buena productividad, junto al apoyo del Estado en cuanto a la parte crediticia, está cien por ciento seguro que el sector agropecuario boliviano podrá sacar adelante el país, subraya con marcada seguridad.
Acepta que en la actualidad el país está sufriendo los rigores de la pandemia, pero sostiene que hay un sector que en el mundo entero que no se ha caído y ese es justamente el agropecuario, por considerar que los alimentos siempre harán falta para la subsistencia de la humanidad.
Por ello considera necesario darle al sector agropecuario la importancia real que merece.
Se refirió, igualmente, al aumento del precio de la soya en el mercado internacional y al respecto afirma que con ello los productores podrán cancelar gran parte de la mora que tienen con los acreedores.
Solicitó de las autoridades que vuelvan a mirar al oriente del país como el polo de desarrollo del sector agrícola, por estimar que esta región, en este momento, “puede ser la salvación de lo que ocurre en el país”.
Fuente: Publiagro