Falencias de calidad impiden exportar producto camélido

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El departamento de Cochabamba tiene gran potencial para la exportación de carne y fibra de camélido, pero también deficiencias en estándares de calidad. Hay demanda de la carne de llama en Europa y Japón, pero estos países piden cortes específicos que no se pueden cumplir. La lana, en tanto, es muy apreciada en Francia e Italia, pero una gran parte se va a Perú para un lavado óptimo.

 

El director académico de la Facultad de Agronomía de la UMSS, Jhonny Villazon, indicó que la carne de camélidos, a nivel mundial, tiene una demanda no satisfecha. La fibra es muy demandada, pero hay que trabajar en estandarización para que la calidad sea uniforme y haya una apertura mayor de mercados.

 

“Hay potencialidad, pero se requieren estándares de calidad y garantizar aspectos sanitarios porque cada país tiene sus normas respecto al ingreso de los productos animales. Poco a poco debemos entrar a en ese ritmo”, dijo.

En 2016, se exportaban 638 toneladas de fibra de camélidos. De ese número, 438 correspondían a lana de alpaca, muy apreciada en Europa.

 

Por su lado, la especialista en camélidos Angelika Stemmer asegura que a nivel internacional hay una demanda de fibra que no se puede cumplir.

 

La experta explicó que se tienen deficiencias al esquilar la lana, falta equipo para seleccionarla, lavarla e hilarla para su exportación.

 

Debido a esa deficiencia, buena cantidad de la lana de camélido del país se la lleva a Perú para someterla a ese proceso y luego retorna al país para ser nuevamente exportada. “Esto repercute en una menor ganancia para los criadores”, dijo.

 

La lana de alpaca, en cambio, es más fina. La de llama debe ser seleccionada a mano, lo que lleva mucho tiempo. Por ello se requiere equipamiento.

HOY COMIENZA LA DUODÉCIMA FERIA

La Duodécima Feria de los Camélidos se inaugura hoy en la Facultad de Agronomía de la avenida Petrolera y está programada hasta el domingo.

 

En el departamento, se censaron 104.333 camélidos en los municipios de Quillacollo, Cocapata, Morochata Tiquipaya, Tapacarí y Bolivar.

 

A pesar de que su carne tiene más proteína que la de res, su consumo es bajo.

El país tiene un consumo per cápita de 900 gramos a un kilo de carne de llama al año. En cambio, el consumo de pollo es de 44,6 kilos y la carne de res, de 21. Los productores de camélidos buscan incrementar el consumo.

 

Fuente: Periódico Los Tiempos