Existe intranquilidad en el agricultor ante la afectación que ha dejado en la producción los fenómenos climáticos

Cultivo de soya sembrada en noviembre / Foto : Ramiro Casazola

La incertidumbre sobre cómo enfrentar los cambios climáticos se ha convertido en un desafío significativo para los productores. Hasta ahora, el cultivo de soya no ha experimentado un desarrollo normal debido a la escasez de agua. Con la proximidad de la temporada de invierno, los productores se encuentran en la encrucijada de no saber si podrán contar con un suelo adecuado para la siembra o si podrán desarrollar sus cultivos de manera satisfactoria.

Ramiro Casazola, productor de soya en Primera Brecha-San Julián, expresó que la falta de lluvia ha afectado sus planes de siembra. La distribución irregular de las lluvias por sectores ha impedido que la siembra sea uniforme, frustrando sus expectativas iniciales.

Sin embargo, el productor de soya mantiene la esperanza de que las primeras cosechas de febrero sean satisfactorias en rendimiento, dado que las demás no están siguiendo el ciclo productivo como deberían.

Cabe señalar que esta siembra de soya se realizó a finales de noviembre, y se espera que la cosecha a fines de febrero resulte más beneficiosa, a pesar de haber sido afectada por condiciones climáticas adversas.

 “Viendo la situación de la falta de lluvia y encima se viene la campaña de invierno, no sabemos qué hacer ante este panorama”

Casazola sembró 200 hectáreas de soya y manifiesta su preocupación por el rendimiento, ya que señala que este año no fue satisfactorio debido al retraso en las precipitaciones. No obstante, se aferra a la esperanza de obtener resultados positivos.

“Hay lotes bonitos y otros regulares en el campo agrícola de la soya”, agregó.

Por otra parte, también espera que la cosecha de marzo resulte beneficiosa, aunque todo dependerá de las lluvias que se registren. Con la campaña de invierno a la vuelta de la esquina, el productor se encuentra en la incertidumbre de cómo afrontarla y qué decisiones tomar al respecto.

En este sentido, mencionó que está considerando la posibilidad de no sembrar girasol y optar por la siembra directa de sorgo. Argumentó que es necesario recuperar el suelo y está evaluando esta alternativa como parte de sus estrategias agrícolas.

“Viendo la situación de la falta de lluvia y encima se viene la campaña de invierno, no sabemos qué hacer ante este panorama”, dijo preocupado.

 

Fuente: Publiagro