Está enfocado en la condición climática y la presencia de inóculo en campo, pues para que haya una enfermedad tienen que haber 3 factores: La planta que sea susceptible, la condición climática (humedad, temperatura) y el inóculo

El V Congreso Internacional de la Soya, organizado por Anapo, fue el escenario donde se transmitió conocimiento de profesionales de alto nivel, para el productor. El ingeniero Guillermo Barea Vargas, manifestó que los fitopatólogos clasifican las enfermedades de la soya, en aquellas que atacan a la semilla, a nivel de suelo y foliares.

En cuanto a las enfermedades que atacan a la semilla, se encuentra la mancha purpura, que es una de las más conocidas. Es fúngica (hongo) y distribuida en todas las regiones productoras de este cultivo a escala global. El hongo Cercospora kikuchii es el agente etiológico único de esta patología.

En el manejo de la enfermedad se recomienda el uso de variedades con buen comportamiento, sembrar semillas libres del patógeno, tratar las semillas con fungicidas para evitar la infección en plántulas.

De igual manera se refirió a las enfermedades a nivel de suelo, la más importante, dentro de la clasificación es la phytophthora o también llamada fitóftora, es un hongo oomiceto, patógeno de muchas especies agrícolas, siendo una de las principales plagas a nivel mundial.

El profesional indicó que para prevenir la fitóftora, se debe eliminar residuos de hojas y tallos afectados, elegir variedades más tolerantes o resistentes a la enfermedad. Garantizar una buena ventilación del cultivo y aumentar el drenaje del suelo, además de evitar suelos muy arcillosos.

“Estas enfermedades se presentan en todas las zonas»

En cuanto a las enfermedades que atacan a nivel foliar se encuentra la roya de la soya, la de final de ciclo antracnosis, mancha púrpura y mancha anillada.

La roya de la soya es una enfermedad producida por un patógeno biótrofo (necesita de un huésped vivo para sobrevivir), que se dispersa a través de esporas que transporta el viento y se depositan en la canopia del cultivo (es lo que en los árboles se denomina copa, deshoje).

“Estas enfermedades se presentan en todas las zonas”, dijo Barea.

Explicó que normalmente en lugares más húmedos y calientes se tendrá mayor presencia de las enfermedades mencionadas, por lo tanto, el manejo y control de estas enfermedades está enfocado en la condición climática y la presencia de inóculo en campo, puesto que, para que haya una enfermedad tienen que haber 3 factores: Que la planta sea susceptible, la condición climática (humedad, temperatura) y el inóculo (hongo presente en campo).

Barea señaló que normalmente los análisis de patología en semilla, son un requisito que debería realizar el agricultor, para saber qué hongos está sembrando en su campo.

“Un análisis de patología va a permitir saber, si el agricultor está introduciendo un patógeno nuevo al campo o si está sembrando una semilla con una cantidad alta de inóculo”, señaló.

El inóculo que va en semilla, es la primera fuente de infección y por lo tanto de la semilla va pasar a la parte foliar, por ende, “los análisis de patología en semilla son bastante recomendables para el productor», sostuvo el experto.

En cuanto al control de estructura de resistencia, enfatizó, que hay ciertos patógenos que en su biología producen estructura de resistencia, por ejemplo, la esclerotinia, una enfermedad muy crítica en girasol y que también ataca a la soya.

Este hongo en el 90% de su ciclo pasa como un escleroto, un órgano de resistencia que sobrevive 9 a 10 años en campo y la única manera de controlarlo es con productos biológicos y fungicidas.

Fuente: Publiagro