Estrategias para mitigar pérdidas económicas

Expertos de renombre internacional y nacional compartieron valiosos conocimientos destinados a beneficiar a los agricultores en sus prácticas de cultivo durante el V Congreso Internacional de la Soya. Rafael Moreira, experto de Brasil, resaltó la importancia de abordar diversas enfermedades que afectan el cultivo de la soya, con especial énfasis en la devastadora roya de la soya, la mancha anillada y el cercospora, todas requieren medidas de control específicas.

La roya de la soya se manifiesta mediante pequeñas pústulas de hasta 1 mm de diámetro en las hojas inferiores. El control de esta enfermedad se logra mediante el uso de cultivares resistentes o la aplicación de fungicidas foliares al detectar los primeros síntomas, siempre que las condiciones ambientales sean favorables para su desarrollo.

La mancha anillada afecta principalmente las hojas, generando manchas redondas o irregulares de color café rojizo con un halo verde amarillento. El control implica la eliminación manual de las lesiones establecidas y la aplicación de fungicidas sistémicos y protectores.

Los hongos Cercospora, causantes de enfermedades fúngicas en las plantas, incluyendo manchas foliares. Esta especie produce fitotoxina cercosporina y no tienen una etapa sexual conocida. Sin embargo, pueden prevenirse en céspedes mediante la aplicación de una mezcla balanceada de fertilizantes con nitrógeno y potasio, así como riego temprano en las mañanas durante días secos.

“Es esencial implementar medidas rigurosas de control, incluyendo la aplicación de fungicidas foliares y una gestión adecuada del suelo, para evitar problemas que puedan afectar a los productores»

Moreira subrayó la importancia de llevar a cabo controles químicos y biológicos a través de tratamientos de semillas y aplicaciones foliares, así como una adecuada gestión de la siembra y la rotación de cultivos.

Asimismo, se abordaron enfermedades del suelo, con énfasis en la podredumbre de raíz, un patógeno agresivo que puede controlarse mediante una gestión adecuada del suelo y el uso de variedades resistentes.Esta enfermedad puede ser la más dañina para las plantas de interior, y es una de las más comunes. Transforma las raíces en una suspensión marrón que interrumpe el transporte de nutrientes.

Otra enfermedad mencionada fue la pudrición negra de la raíz, causada por hongos, que afecta gravemente el crecimiento de las plantas. Las raíces se tornan negras y se descomponen, pudiendo producir toxinas que inhiben el desarrollo de las plantas.

Al principio, las plantas pueden verse amarillas y descoloridas, similar a un trastorno nutricional como la deficiencia de nitrógeno. La gestión del suelo es fundamental para prevenir esta enfermedad en los cultivos.El manejo del suelo es la principal medida de control, para evitar esta enfermedad en el cultivo.

«Es esencial implementar medidas rigurosas de control, incluyendo la aplicación de fungicidas foliares y una gestión adecuada del suelo, para evitar problemas que puedan afectar a los productores», enfatizó Moreira.

Fuente: Publiagro