El experto Joao Carlos fue uno de los disertantes en el V Congreso Internacional de la Soya y aborda la importancia de la agricultura de carbono para tener un suelo más protegido y cubierto

La agricultura de carbono se refiere al proceso de contextualización de sistemas productivos basados en el carbono. El carbono desempeña un papel fundamental en el suelo, influyendo en todas las transformaciones físicas, químicas y biológicas. Controla los procesos de pérdida y contribuye a mantener la estabilidad del sistema.

Según el Dr. Joao Carlos de Moraes, la agricultura de carbono implica la captura del carbono producido por la fotosíntesis en el suelo. Cuanto más carbono aportemos, cuantas más veces al año lo hagamos y cuanto mayor diversidad logremos, más estables serán nuestros sistemas agrícolas. La naturaleza nos enseña que donde vamos, el suelo debe permanecer cubierto.

Balance de Carbono en el Suelo
La diferencia entre la cantidad de carbono que entra al suelo en forma de residuos vegetales y la que se genera debido a la respiración microbiana representa el balance de carbono en el suelo. Cuando la biomasa vegetal muere, se convierten en residuos vegetales.

“El balance de carbono en el suelo se refiere a la cantidad de carbono que entra a través de la fotosíntesis y la cantidad que se pierde por los procesos de descomposición.

Si usted está aportando más carbono y perdiendo menos el balance expositivo, las pérdidas son mayores, otorgando un balance negativo. En este último caso, los sistemas de producción se vuelven más vulnerables a impactos ambientales, como sequías o lluvias excesivas”, recalcó Joao Carlo.

“Para lograr la reconstrucción del suelo, es fundamental considerar todos los aspectos. Cuando la lluvia cae y se filtra en el suelo, las raíces se desarrollan, permitiendo que los nutrientes sean absorbidos. Este proceso ocurre simultáneamente, y la estrategia de aporte de biomasa desempeña un papel clave en la generación de carbono»

La agricultura de carbono implica el desarrollo de sistemas agrícolas robustos que mantienen el suelo permanentemente cubierto y promueven la diversificación.

“Para lograr la reconstrucción del suelo, es fundamental considerar todos los aspectos. Cuando la lluvia cae y se filtra en el suelo, las raíces se desarrollan, permitiendo que los nutrientes sean absorbidos. Este proceso ocurre simultáneamente, y la estrategia de aporte de biomasa desempeña un papel clave en la generación de carbono”.

PUENTE VERDE
El uso de los llamados «puentes verdes» implica cultivar con el objetivo de cubrir el suelo lo más rápido posible durante el mayor tiempo posible entre la cosecha de un cultivo y la siembra del siguiente.

En todos los lugares, existen periodos de lluvia más intensos y menos intensos. Por esta razón, es fundamental establecer un ‘puente verde’ que mantenga el agua en el suelo. Este ‘puente verde’, entre el periodo de lluvia y el periodo de sequía, es esencial para garantizar que el sistema continúe funcionando adecuadamente en términos de actividad biológica, transformaciones y acumulación de carbono.

El experto señaló que es importante tener en cuenta que, si queremos aumentar la producción, los ingresos y reducir el impacto ambiental, debemos invertir en la diversificación de cultivos, en particular en la cadena de producción de soya, que es un cultivo de gran importancia.

«Debemos trabajar en beneficio de la soya, desarrollando sistemas de cultivo que brinden el soporte necesario para que la soya pueda alcanzar su máximo potencial. Esto nos permitirá aumentar nuestros ingresos y reducir nuestro impacto en el medio ambiente” finalizó.

Fuente: Publiagro