Bajos precios reducen en 50% los ingresos de los campesinos en Tarija

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Hay 32.862 familias que se dedican a cultivar productos agrícolas en el departamento, siembran desde papa, maíz, trigo, cebolla, zanahoria, arveja, hortalizas, y frutas, según el censo de la FSUCCT.

Por las restricciones sanitarias impuestas a nivel nacional y departamental a causa de la pandemia del Covid-19, dirigentes campesinos calculan que los ingresos económicos de las familias se redujeron más del 50 por ciento, ya que, al no tener la facilidad de llegar a los mercados del interior del país, los precios de los productos agrícolas bajaron y no cubren la hoja de costo.

Las frutas, verduras y hortalizas, entre otros productos agrícolas que se cultivan en los diferentes pisos ecológicos del departamento, tienen como principal mercado poblaciones de Potosí, Chuquisaca, Oruro, La Paz y Santa Cruz, pero desde hace cuatro meses, las familias campesinas de Tarija solo consiguen llegar a los mercados y algunas ferias en la ciudad para vender sus productos, pero en reducida cantidad.

Para el secretario de la Subcentral de Campesinos de San Lorenzo, Asunción Ramos, las restricciones de circulación no solo causó la pérdida de mercados y bajos costos, también disminuyó la compra de semillas, insumos y abonos para seguir produciendo. Situación que pone en riesgo el abastecimiento de productos agrícolas en los mercados e incidirá en la seguridad alimentaria.

“Si bien se tuvo producción, pero el hecho de tener solo algunas horas para llegar hasta el mercado, redujo se forma considerable las ventas y bajaron los precios. Se ha perdido muchísimo, las verduras, frutas y hortalizas, en algunos casos se tuvo que quedar para alimentar a las vacas o chanchos, incluso en el terreno, todo esto ocasiona una pérdida irreparable porque no hay crédito directo para los productores”, comenta.

Cuando empezó la pandemia en marzo, Ramos recuerda que varios productos agrícolas estaban próximos para cosechar, pero los mercados se cerraron, “nosotros no solo comercializamos en Tarija, también se lleva Villazon, Potosí, Tupiza y el Chaco”, refiere.

Oswaldo Fernández, ejecutivo de la Federación Sindical Única de Comunidades Campesinas de Tarija (FSUCCT), reconoce que muchas familias no pudieron vender su producción a otros departamentos, pese a que el abastecimiento de alimentos está permitido. “Los transportistas no llegaban a las comunidades y algunos tienen miedo de enfermarse, todo eso ha frenado la venta”, comenta. Da cuenta que actualmente, Padcaya, Uriondo, Entre Ríos y Cercado están en plena cosecha de tomate, arveja, papa, cebolla, morrón y verduras como lechuga, perejil, apio, acelga, y de Bermejo los críticos, pero problema es la falta de mercado.

Gestiones y proyectos
Ante la caída de ingresos económicos de las familias campesinas y las pocas opciones que tiene el sector para acceder a créditos para reactivar la producción agrícola, Fernández informó que la dirigencia del sector ya delineó un perfil de proyecto que remitió a la Gobernación del Departamento y se gestiona una reunión con la Asociación de Municipios de Tarija (AMT) para que ambas instituciones prioricen el agro, así garantizar la producción agrícola.

“Se busca apoyo para comprar abonos orgánicos, abonos químicos, fertilizantes y semillas, esto de acuerdo a los pisos ecológicos de cada provincia. El documento ya se hizo llegar a la Gobernación, ellos van analizar con el Sedag”, agregó. A tiempo de indicar que la FSUCCT también hizo un censo y se conoce que 32.862 familias en el departamento se dedican a cultivar productos agrícolas.

Ramos apunta a los ingresos adicionales que recibirá la Gobernación y los gobiernos municipales, por la Ley 1307 que restituye el 12% del IDH (Impuesto Directo a los Hidrocarburos) para un fondo Covid, seguridad alimentaria y reactivar la economía.

Estima que para reactivar la producción agrícola en el departamento a corto y mediano plazo se requiere unos 65 millones de bolivianos. “Esperamos que se dé ese entendimiento entre alcaldías y Gobernación para que se pueda lograr un solo bolso y así ver de acuerdo a los pisos ecológicos la adquisición de semillas”, afirma.

Fuente: El País