Cae en 84 por ciento importación de hortalizas; crece contrabando

0
928

La producción agrícola local está afectada y productores dejan el campo para volverse albañiles. Perú y Chile son los países desde donde se internan frutas y verduras sin autorización.

 

En los últimos cinco años, el volumen de hortalizas y frutas importadas por Cochabamba cayó en 84 por ciento , según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). En contrapartida, representantes de productores locales reportan un fuerte incremento del contrabando con severa afectación al agro.

 

Los datos del INE, recopilados por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), señalan que entre 2014 y 2018 la internación legal de estos productos agrícolas cayó en 67 por ciento en valor, equivalentes a 465.302 dólares.

 

En 2018, las principales importaciones fueron de ajo, cebolla y berenjena.

 

En cuanto a frutas, las más requeridas fueron las uvas, cocos y dátiles. Las variedades también disminuyeron porque en 2014 se importaron 12 tipos y en 2018 solo se internaron seis.

 

Los principales países proveedores de frutas fueron Chile, Argentina y Vietnam. Las hortalizas provinieron de EE.UU.

 

En el análisis de la jefa de Estadística del IBCE, Jimena León, esta caída puede deberse a tres factores: que el departamento comenzó a producir más para su autoabastecimiento, que se provee de otros departamentos cercanos o que la internación se realiza de contrabando.

El presidente de la Cámara Agropecuaria de Cochabamba (CAC), Jhasmany Medrano, dice que el contrabando es uno de los mayores enemigos del sector productivo.

 

Detalla que entre los productos de contrabando que llegan de Perú a Cochabamba está la papa, tomate, cebolla, zanahoria, remolacha y camote, también flores y miel.

 

De Chile lo que más llega son manzanas, frutillas y uvas, ya sea a través de la importación legal o de contrabando.

 

El ejecutivo de la Federación Sindical de Trabajadores Campesinos de Cochabamba (Fsutcb), Jhony Pardo, añade que de Perú también llega sandía, ajo, palta, chirimoya y pera.

 

“En los tres últimos años, el contrabando hizo bastante daño a la economía de los productores”, afirma Medrano y cuenta que varios quebraron, sobre todo en el rubro de la papa. Algunos se dedicaron a la albañilería y otros se volvieron taxistas.

 

Pardo afirma que para frenar el ingreso de papa, la Fsutcb pidió control fitosanitario al Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag), pero ahora entra papa prefritada de Argentina.

 

El Mercado Campesino es el lugar donde llegan cebolla y papa peruana al por mayor. Vendedoras de los mercados Calatayud y 25 de Mayo coincidieron en que es ahí donde se concentra la mayor parte de la venta porque allí acuden a abastecerse los restaurantes, que compran en grandes cantidades.

Sobre la diferencia de precio, una de ellas afirma que mientras la carga de papa boliviana cuesta 550 o 570 bolivianos, la de papa peruana cuesta 420. Medrano dice que el producto de contrabando a veces cuesta 50 por ciento menos que el nacional.

 

En junio pasado, la unidad de Sanidad Vegetal del Senasag hizo una inspección al Mercado Campesino para detectar el ingreso de cebolla y papa sin cumplir normas fitosanitarias. El encargado Departamental de Registro y Certificación Fitosanitaria, Carlos Aquino, explicó entonces que la papa importada es más grande. Si es importada legalmente, tiene que estar limpia y contar con etiquetas de importación respaldadas por un permiso fitosanitario emitido por el Senasag.

 

El 13 de julio, esa entidad informó que junto al Viceministerio de Lucha Contra el Contrabando destruyó, en La Paz, 18 toneladas de cebolla decomisada en el municipio Jesús de Machaca por incumplimiento a la norma fitosanitaria y porque su consumo representaba un riesgo para la población.

 

En la ocasión, el viceministro de Lucha Contra el Contrabando, Gonzalo Rodríguez, detalló que el producto era de procedencia peruana y que entró al país burlando puestos de control. Añadió que entre junio y julio se destruyeron también 180 toneladas de papa y 80 de fruta.

 

Durante el año, solo entre junio y julio se reduce un poco la cantidad de alimentos frescos que ingresan de los países vecinos. El resto del año, la internación es constante, según Pardo.

 

Ante este panorama, la Cámara Agropecuaria de Cochabamba solicitó hace algún tiempo una reunión con Rodríguez. Medrano señala que el Viceministro planteó dos medidas: subir los aranceles de importación a esos productos y tener mayor presencia en las fronteras a través de las Fuerzas Armadas y la Aduana Nacional.

 

Sin embargo, una subida arancelaria no tendría mayor incidencia porque estas medidas se aplican a la internación legal.

 

Medrano cuestiona que el Gobierno mantenga un tipo de cambio fijo porque crea condiciones para el contrabando. “Mientras los productos bolivianos son caros porque el dólar es caro, en los países vecinos todo es más barato”, apunta. Además, afirma que aunque se militaricen las fronteras, el contrabando “hormiga” continúa y no hay norma que lo frene.

 

Pardo afirma que los trabajadores campesinos también sostuvieron reuniones con Rodríguez y acordaron que hasta junio debían estar identificados y controlados los caminos clandestinos que se usan para traer productos de contrabando de Perú. “Vamos a convocar en estos días para que nos informe”, adelantó.

 

 Fuente: Periódico Opinión