Bolivia subió en 54% la compra de alimentos en los últimos 10 años

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En los últimos 10 años la importación de alimentos tradicionales se incrementó en 54 por ciento, según datos del Instituto Nacional de Estadística procesados por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE). Además del aumento, los analistas señalan que llama la atención que ahora el país compra alimentos tradicionales como papa, hortalizas y frutas, que antes los pequeños productores los cultivaban.

 

Esto se debe, de acuerdo a los expertos, a la migración de los campesinos del campo a la ciudad, a la falta de incentivos o la politización de los recursos al permitir que las organizaciones sociales administren esos recursos como sucedió con el Fondo Indígena.

 

En las últimas gestiones el Gobierno destinó mayores recursos a los grandes y pequeños agricultores para mejorar la producción, también creó el seguro agrario, sin embargo, la dependencia de alimentos con el exterior crece.  

 

En 2008, Bolivia compraba alimentos del exterior por 440 millones de dólares; en 2018 subió a 676,06 millones de dólares, lo que representa un crecimiento del 54 por ciento (ver infografía).

 

Los cinco principales mercados que abastecen a Bolivia de alimentos son: Argentina, Brasil, Chile, Perú y Estados Unidos. “Es el principal producto que el país importa del mundo por un valor de 46 millones de dólares, seguido de otros productos”, afirmó María Esther Peña, la gerente técnico del IBCE.

MAYORES RECURSOS AL AGRO

Según el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, en 2010 su presupuesto fue de 503 millones de bolivianos. En 2019 presupuestó 650,4 millones de bolivianos, de esa cifra 359,3 millones están destinados a programas para mejorar la producción agrícola y pecuaria del país.

 

“Cuando Evo Morales ingresó al Gobierno, Bolivia importaba un valor de aproximadamente 200 millones de dólares en sólo alimentos, pero a 2018 eso se ha multiplicado. En este momento estamos importando más de 600 millones de dólares”, afirmó el economista Julio Alvarado.

 

Pero estas cifras no son novedosas, Alvarado dice que Bolivia siempre dependió de los mercados internacionales para abastecerse de alimentos. Lo novedoso es que hace 12 o 15 años el país no necesitaba comprar los alimentos  tradicionales (papa, hortalizas, frutas, etc) porque la producción de los pequeños agricultores era financiada e incentivada por organismos internacionales como la Usaid, ONG y otros.

 

Sin embargo, continúa Alvarado, luego que Bolivia expulsó a estas cooperaciones externas, el agricultor se desmotivó y muchos abandonaron la tierra.

Ahora, pese a que existen mayores recursos para la producción local, parte de esos recursos son administrados directamente por las organizaciones campesinas e indígenas, quienes desviaron la ayuda para fines personales de la dirigencia.  Es el claro ejemplo del Fondo Indígena, dijo Alvarado.

 

El director de la Fundación Tierra, Gonzalo Colque, aseguró que los pequeños productores están en crisis sectorial desde hace varios años, Afirma que la producción campesina se estancó.

 

“Se suponía que los proyectos productivos del Gobierno debían cumplir el papel de promotores, pero estos proyectos cometen los mismos errores del pasado” afirmó Colque.

 

Según el Centro Para la Participación y el Desarrollo Sostenible, el fenómeno migratorio campo-ciudad se refleja en la importación de los alimentos. Ese valor económico -producto de la importación- se debe al abandono de las áreas productivas.

 

Se estima que cada día 300 personas salen de distintas zonas rurales de Bolivia rumbo a Santa Cruz, sobre todo, luego a La Paz y Cochabamba en busca de mejores condiciones de vida.

 

Fuente: Los Tiempos