Listos para la exportación, representantes del sector pecuario exponen oportunidades

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Los presidentes de Fegasacruz y ADA, respectivamente, hablan sobre las oportunidades existentes en materia de exportación cárnica.

 

De una u otra manera, los productores del sector pecuario están seguros de cumplir con su objetivo: exportar. En el último año, la ganadería avanzó considerablemente en la búsqueda de acuerdos comerciales. Tal es el caso de Rusia y su reciente visita a territorio boliviano para evaluar las condiciones sanitarias de la producción de carne. Sin embargo, la avicultura está atravesando un periodo difícil en el que no logran cubrir sus costos de producción. No obstante, la apertura hacia mercados internacionales es una oportunidad muy valiosa para el país, puesto que significaría un crecimiento económico notable, además de un incentivo para la inversión público-privada. En esta edición, abordaremos las oportunidades de mercado que existen para la exportación de productos cárnicos, los proyectos diseñados para motivar su desarrollo y las dificultades del gremio en materia de exportación.

Situación actual del sector pecuario. El trabajo en equipo es la clave del éxito. Así lo demostraron los ganaderos bolivianos, quienes en coordinación con sus respectivas organizaciones lograron consolidar la exportación cárnica. El presidente de la Federación de Ganaderos de Santa Cruz, Óscar Ciro Pereyra, da a conocer que se exporta actualmente alrededor de 3 mil toneladas de carne bovina a los países de Perú y Vietnam.

 

“El objetivo que tenemos tanto productores como el Gobierno nacional es que hasta junio o julio estemos exportando a los países de Rusia y China. En este momento tenemos una producción de 270 mil toneladas y un consumo de 240 mil. El ganadero, ahora más que nunca, tiene que invertir y crecer”, apunta Pereyra.

 

En contraste, Ricardo Alandia, presidente de la Asociación de Avicultores de Santa Cruz, advierte que el sector está atravesando serios problemas financieros. “No estamos cubriendo los costos de producción. Hay un bajo control en la venta de nuestros productos tanto de los municipios como del Senasag”, señala Alandia.

 

Y menciona cifras puntuales. Establece que el costo de producción por kilo está en 8 bolivianos y que, no obstante, se está comercializando la carne de pollo en 4,50 bolivianos. “Eso significa que estamos con 3,50 bolivianos de pérdida por kilo. Lo que equivale a decir que estaríamos con unos 30 millones de bolivianos mensuales de pérdida en el sector avícola nacional. El mercado interno está sobre abastecido”, declara Alandia.

 

El papel que desempeña el gremio en el país. El aporte que realiza este sector a la economía nacional es muy significativo. La ganadería, por su parte, es una gran generadora de empleos directos. “Aportamos al Producto Interno Bruto (PIB) del país, evitamos la migración del campo a la ciudad, generamos divisas y producimos alimentos”, sostiene el presidente de Fegasacruz.

 

De manera similar, Alandia declara que el sector avícola es muy importante para la seguridad alimentaria de Bolivia. “Un país sin seguridad alimentaria no es país. Nosotros generamos a nivel nacional 30 mil empleos directos y 70 mil indirectos. Es un sector que merece la atención tanto de las autoridades como de los mismos productores. Como cualquier persona que trabaja, el avicultor necesita una utilidad razonable para poder trabajar. No así como ahora que trabaja a pérdida. Llegará un momento en el que ya no pueda invertir más”, manifiesta Alandia.

 

Oportunidades de mercado. Una de las cualidades por las que la carne bovina boliviana es apetecida en mercados internacionales exigentes es su condición de “carne natural”. Para el presidente de Fegasacruz, hasta el año 2030 se podría llegar a producir hasta 500 mil toneladas de este producto. “Estamos trabajando en las buenas prácticas ganaderas con nuestros productores. Esto nos permitirá ofrecer nuestra carne a mercados más exigentes y con mejores precios”, argumenta Pereyra.

 

Por su parte, el gerente general de Frigor, Fernando Céspedes, aborda el tema de las medidas sanitarias requeridas para la exportación. “El estatus sanitario de país libre de fiebre aftosa tiene reconocimiento internacional, lo que nos permite ubicar a la carne boliviana en un contexto de oferta y poder negociar la apertura de diferentes mercados. Ya se iniciaron instancias de negociaciones con los mercados de Rusia, China y Hong Kong que esperamos se puedan dar en los próximos meses”, expone Céspedes. Frigor es una de las tres frigoríficas de primera categoría autorizadas para la exportación cárnica.

 

En cambio, Alandia explica que el sector avícola no es un rubro exportador hasta ahora. “Estamos con el segundo consumo más alto de Latinoamérica, 42 kilos por persona al año. En la gestión 2018 hemos cerrado con 220 millones de pollos y con 2500 millones de huevos. Son cifras que sobreabastecen el mercado. Creo que en 6 meses nosotros podríamos crear una oferta exportable porque la avicultura es un sector muy dinámico”, afirma.

 

Y es que Bolivia es uno de los 4 países de Latinoamérica que se autoabastece de grano. Así lo dice Alandia, que ve esto como una ventaja muy grande por sobre el resto. “El 60% del costo de producción avícola es el alimento. La agricultura tiene mucho a donde expandirse, principalmente en Santa Cruz. Si la agricultura crece, nosotros también porque nuestro sector es el principal demandante de granos en el país”, distingue.

 

Entre los países a los que podría exportarse la carne de pollo están Rusia y China, como mercados abiertos a recibir la producción nacional. “También hay mercado en Medio Oriente. Si hablamos de Latinoamérica, sabemos que Panamá, Ecuador, Perú, Venezuela y Cuba necesitan pollo. Es ahí donde debemos apuntar.

 

Creo que tenemos todas las condiciones para ser un país exportador de productos avícolas”, menciona Alandia.

Nuevos proyectos del sector público-privado. Pereyra comparte este proyecto con una profunda emoción.

 

Cuenta que, después de muchos años, finalmente se consolidará el anhelo de muchos ganaderos: el Instituto de la Carne. “Esto se lo venimos pidiendo al Gobierno desde hace tiempo y al parecer nos ha escuchado. Será una organización donde tanto instituciones públicas como privadas manejen toda la cadena cárnica del país. Es decir: sistema sanitario, comercialización, buenas prácticas ganaderas, capacitaciones, universidades para nuestros trabajadores y más”, revela Pereyra.

 

Además, agrega que propuso al Gobierno un “plan ganadero 2030” compatible con la “agenda 2025”. “Nosotros llevamos creciendo en la ganadería el 2,2% y yo le propongo crecer el 5%. No es utópico. Hay países que lo hicieron. Bolivia también puede hacerlo: tiene tierras, calidad de animales, genética, en fin. Tenemos todo para producir”, confirma Pereyra.

 

Dificultades a la hora de exportar. Para la industria avícola, el control de la enfermedad de Newcastle es muy importante, puesto que es una barrera para la exportación de carne a mercados europeos o asiáticos. “Si queremos exportar a más países necesitamos tener el control de esta enfermedad. Estamos en el último año de un programa de control donde Bolivia se va a poder declarar libre de Newcastle. Eso nos permitiría acceder a más mercados”, analiza Alandia.

 

En la opinión del presidente de la Asociación de Avicultores de Santa Cruz, la competitividad es la mayor dificultad para este sector en este momento. “Así logremos cumplir los protocolos de cualquier país que quiera comprarnos, si no somos competitivos en precios no vamos a poder exportar. Brasil, por ejemplo, exporta carne de pollo a 176 países por 4,50 bolivianos el kilo. Tenemos que trabajar en ese tema y apoyar al sector agrícola para que también sea competitivo. Si el sector agrícola es competitivo, todo el sector pecuario será competitivo”, concluye Alandia.

 

Fuente: Periódico El Dia