El nuevo presidente de Anapo contempla que, con los incentivos correctos, el sector productivo tiene capacidad para tomar la posta como motor económico del país
Hombre de campo, empresario, productor y fiel a la idea de la dinamización de la economía a través del impulso al agro. Marcelo Pantoja Soncini es el nuevo presidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), entidad a la que retorna como máximo dirigente para continuar la orientación de los productores cruceños hacia la llave de apertura de la biotecnología, una de las salidas que puede tener la economía del país, según su perspectiva.
¿Cómo está definida la nueva directiva de Anapo y qué cambios se presentan dentro de esta estructura?
Con esta directiva queremos hacer una representación amplia de los productores, desde la primer hasta la cuarta categoría, ya que siempre que sembremos una o miles de hectáreas buscamos y peleamos por lo mismo tratando de salir adelante y mantener el compromiso de alimentar al país sin que haya problemas. Estamos en vistas de seguir el trabajo del anterior directorio, entre ellas las negociaciones con el Gobierno para conseguir las condiciones de crecimiento, ya que hace más de cinco años estamos estancados en la productividad y la frontera agrícola. Necesitamos crecer. Hicimos propuestas y creemos que moverán la economía en el futuro.
Teniendo en cuenta que seguirán los lineamientos, ¿habrá algún cambio al respecto?
No existe ningún cambio de rumbo. Desde hace años luchamos por mejorar las condiciones del sector. Se viene hablando de biotecnología y este año apuntamos a eso, no existe otra cosa. Bajaron los precios internacionales de minerales e hidrocarburos. Estamos en una situación crítica. Si hoy no le damos un impulso al agro, la crisis económica será tremenda.
Entonces, según su perspectiva, ¿es el campo el que puede salvar la economía?
Hoy, la única opción que puede generar un crecimiento genuino y renovable es la producción del campo. Trabajamos de forma ordenada, consciente y amigable con la naturaleza, así nuestros campos van a ser mejores y más productivos. No somos unos locos que vamos a dañar la tierra y quedarnos sin trabajo. Lo único que queremos, de pequeños a grandes productores, es seguir trabajando y darle de comer al país. Somos coherentes y si proponemos biotecnología y exportación es porque queremos crecimiento. La principal herramienta para sobrevivir hoy y toda la vida es el campo y es obvio que lo vamos a cuidar.
La biotecnología es un tema recurrente, pero ¿qué otros problemas vienen estancando al sector?
Necesitamos producir más y hay dos formas: una es siendo más productivos con lo que tenemos y otra es crecer e incrementar la frontera agrícola. Para cada una tenemos diferentes estrategias. La producción sustentable, con el cuidado de campo y rotación de cultivos, ya la hacemos, pero necesitamos biotecnología y fertilizantes a precio justo. No queremos regalos, sino un trato igualitario.
En el caso de incrementar la frontera agrícola hay medidas que se pueden tomar, como la exportación. En el mercado interno hay pocos compradores y muchos oferentes, la negociación entre productores e industria va a ser justa cuando haya exportación. Hay cupos para esto, pero hoy no se puede avanzar. Estamos en situación de emergencia. No podemos seguir así.
Además de esta búsqueda, ¿qué puntos estratégicos fortalecerán desde Anapo?
Necesitamos mano de obra calificada. Vamos a entrar en nuevos procesos de capacitación, así como luchar por condiciones óptimas; estamos trabajando con variedades antiguas que no tienen productividad, ni rendimiento, ni potencial como en otros países. Aquí el más perjudicado es el pequeño productor porque sus riesgos son mayores. Hoy se habla de los productos orgánicos, pero con esto no se puede alimentar al mundo, no hay capacidad. Las empresas internacionales no tienen interés de invertir en un maíz que no sea transgénico.
¿Cómo ve la salud económica de los productores?
Está deteriorada. Han sido años duros, de baja productividad y precios deprimidos. El clima está cambiando. Por ejemplo, en la zona este se ha visto una sequía impresionante. Hay eventos de biotecnología que hacen que las plantas soporten un poco más las inclemencias del clima, así como hay otras para resistir las plagas. Entonces, precisamos más y mejores herramientas.
Fuente: Periódico El Deber