La fundación Productividad Biósfera Medio Ambiente (Probioma) alertó que la “era del etanol” sacramentada con la nueva ley, será desastrosa para la Amazonia y la Chiquitania, macrorregiones que se verán afectadas en sus bosques, fuentes de agua y biodiversidad. Se teme que los cultivos de alimentos queden relegados frente a la demanda de agrocombustibles
La investigadora de Probioma, Sara Crespo, dijo que la Ley del Etanol vulnera el derecho de los pueblos indígenas que rechazaron el modelo de los agrocombustibles; amplía la frontera agrícola para la producción de agrocombustibles y no para alimentos, sin medir ninguna consecuencia, y emplea agrotóxicos que envenenan el aire, fuentes de agua y suelos, entre otras consecuencias, según difundió Santa Cruz Económico en su página web.
Destacó que Bolivia es única en su biodiversidad y no está en condiciones de competir con productores de soya como Brasil y Argentina, entre otras cosas, porque no se cuenta con puertos bolivianos. “Pero no está siendo utilizada ni investigada en beneficio del Estado”, dijo.
DEFORESTACIÓN
En su calidad de investigadora, explicó que su principal área de trabajo es la Chiquitanía y el Pantanal y que la ampliación de la frontera agrícola para agrocombustibles está en dirección a la Chiquitanía, desde San José hasta Roboré y desde San Ignacio y Guarayos.
“La ampliación implica deforestación que afecta a las fuentes de agua. No sólo que no tenemos alimentos disponibles, sino que las comunidades están sintiendo que sus fuentes de agua van disminuyendo cada año, que es un tema que no se visibiliza”, señaló.
Fuente: El Diario