lunes, abril 28, 2025
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Senasag oficializa la guía práctica para enfrentar la maleza Jopo en Bolivia

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En el marco de los esfuerzos por mitigar el impacto de la maleza Orobanche Cumana, conocida popularmente como Jopo, se conformó un Comité Técnico de Investigación, integrado por instituciones públicas y privadas, profesionales del sector agrícola e investigadores especializados.

Este comité tiene como principal objetivo profundizar el conocimiento sobre esta amenaza para los cultivos, y ya ha dado un paso importante al elaborar una guía práctica para la identificación, prevención y control de esta maleza parasitaria, que afecta particularmente al cultivo de girasol.

Carlos Rodrigo Bustillo, encargado de Vigilancia y Sanidad Vegetal del SENASAG, explicó que la institución ha validado y oficializado este instrumento técnico.

«Lo que ha hecho el Senasag es aprobar esta guía práctica mediante una resolución administrativa, la 99/2025, para que esta información pueda ser pública en todo el territorio nacional y especialmente llegue a las manos de los productores y las zonas donde fueron afectadas por la maleza Orobanche Cumana», afirmó.

Bustillo remarcó que esta herramienta se enmarca en el procedimiento del plan de contención de la maleza Jopo, base sobre la cual el SENASAG actúa para controlar su propagación.

“Lo que ha hecho el Senasag es aprobar esta guía práctica mediante una resolución administrativa, la 99/2025, para que esta información pueda ser pública en todo el territorio nacional y especialmente llegue a las manos de los productores y las zonas donde fueron afectadas por la maleza Orobanche Cumana»

«Como Senasag nosotros nos guiamos siempre dentro de la resolución administrativa, la cual aprueba lo que es el procedimiento del plan de contención de la maleza Jopo, que es donde nosotros como Senasag nos basamos para poder realizar control y contención de la maleza», explicó.

El plan contempla medidas integrales como el monitoreo constante, la socialización de información con los actores del sector y la implementación de estrategias de control. En este sentido, la prevención es clave, especialmente en zonas aún libres de la maleza, para evitar su diseminación.

Dentro del enfoque de control, se destacan las recomendaciones sobre el uso de semillas híbridas resistentes a herbicidas del grupo imidazolinonas, lo cual ha demostrado ser una herramienta eficaz frente al avance del Jopo.

Bustillo enfatizó también la importancia de asegurar la calidad del material de siembra.

«Siempre la recomendación al productor parte de la utilización de semillas certificadas que estén libres de patógenos, ya que sabemos que la mayor parte de la importación de la semilla de girasol, por lo que es necesario un control riguroso para el ingreso de esta semilla», sostuvo.

El uso de semillas certificadas no solo constituye una barrera sanitaria, sino también una garantía de producción libre de enfermedades, plagas y malezas, reforzando así la sostenibilidad y competitividad de la agricultura nacional ante nuevas amenazas fitosanitarias.

Fuente: Carlos Rodrigo Bustillo
Redacción: Publiagro

Chía de invierno promete buena cosecha, agricultores esperan mejores precios con mercado chino

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La producción de chía en Santa Cruz consolida su presencia como uno de los cultivos alternativos de mayor proyección en el oriente boliviano. Gracias a su creciente demanda en mercados internacionales y su notable capacidad de adaptación a las condiciones agroclimáticas de la región, la chía se ha convertido en una opción rentable y sostenible, especialmente para pequeños y medianos productores que buscan diversificar su actividad agrícola.

Actualmente, el cultivo de chía se concentra principalmente en zonas de clima seco y suelos bien drenados, características ideales para el desarrollo óptimo de la planta. Con un manejo técnico cada vez más eficiente, los agricultores han logrado mejorar significativamente los rendimientos por hectárea. Aunque el ciclo productivo de este cultivo es relativamente corto, aspectos como la distribución de lluvias y el acceso a mercados siguen siendo factores clave que condicionan su consolidación y éxito comercial.

Juan Carlos Gonzales, productor de chía en la zona de Pailón, en la comunidad de Pozo del Tigre, compartió con Publiagro su experiencia positiva hasta el momento para la campaña de invierno 2025, destacando el acompañamiento del clima como un factor determinante en el desarrollo del cultivo.

“La chía se siembra mayormente en el mes de abril, pero gracias a las condiciones climáticas en nuestra zona comenzamos a sembrar desde marzo y en estos momentos se encuentra comenzando la floración. En nuestra zona no hemos tenido problema de exceso de lluvia y hasta el momento todo marcha excelente”, expresó con optimismo.

“Hay una demanda de chía y nosotros tenemos un mercado inmenso para la venta, y al haber mayor demanda mejoró mucho el precio, que normalmente se vendía en 1.200 a 1.500 dólares la tonelada. Ahora, con ese mercado, se abre el precio a 2.500 dólares. Ahora lo que hay que ver es que, si es para el productor o es en la entrega a China; dependiendo de eso vamos a saber con qué precio se cierra esta campaña”

Para la presente campaña, se proyecta alcanzar una superficie de siembra cercana a las 50 mil hectáreas, con una estimación de cosecha de aproximadamente 25 mil toneladas, aunque la cifra podría incrementarse si las condiciones climáticas se mantienen favorables. En el caso de Gonzales, ha destinado 400 hectáreas a la siembra de chía, y prevé iniciar la cosecha en el mes de mayo.

Uno de los aspectos que despierta mayor interés entre los productores es la apertura del mercado chino, una oportunidad que podría significar un impulso clave para la comercialización internacional de este grano andino. Sin embargo, aún existen algunas incertidumbres relacionadas con los beneficios reales para el agricultor, especialmente en lo que respecta a los precios.

“Hay una demanda de chía y nosotros tenemos un mercado inmenso para la venta, y al haber mayor demanda mejoró mucho el precio, que normalmente se vendía en 1.200 a 1.500 dólares la tonelada. Ahora, con ese mercado, se abre el precio a 2.500 dólares. Ahora lo que hay que ver es que, si es para el productor o es en la entrega a China; dependiendo de eso vamos a saber con qué precio se cierra esta campaña”, señaló el productor.

En este contexto, la chía continúa afianzándose como un cultivo prometedor dentro del esquema agrícola cruceño, con miras a consolidarse no solo por sus propiedades nutricionales y valor de exportación, sino también como un eslabón clave en el fortalecimiento de la economía rural y la diversificación productiva del país.

Fuente: Juan Carlos Gonzáles
Redacción: Publiagro

Justicia y producción unidas: CAO, FEGASACRUZ y el Tribunal Agroambiental firman convenio

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La Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), la Federación de Ganaderos de Santa Cruz (FEGASACRUZ) y el Tribunal Agroambiental suscribieron un convenio interinstitucional de cooperación mutua, marcando un hito en la relación entre el sector productivo y el sistema judicial especializado en materia ambiental y agraria.

Este acuerdo busca consolidar un posicionamiento institucional en torno a las nuevas prácticas del desarrollo agroambiental, promoviendo el intercambio académico, la socialización de investigaciones científicas y una mayor comprensión de la jurisprudencia que impacta a la actividad productiva.

Walter Ruiz, presidente de FEGASACRUZ, destacó que el convenio permitirá profundizar en los aspectos legales que muchas veces afectan a los productores sin un conocimiento previo claro de las decisiones judiciales.

“En este proceso, tenemos diversos problemas y para ello queremos hacer una gestión académica continua con el Tribunal Agroambiental, en la que los productores, abogados y las instituciones también reciban información de por qué hay una jurisprudencia, una sentencia, en la que muchas veces se ven afectados”, señaló Ruiz.

“En este proceso, tenemos diversos problemas y para ello queremos hacer una gestión académica continua con el Tribunal Agroambiental, en la que los productores, abogados y las instituciones también reciban información de por qué hay una jurisprudencia, una sentencia, en la que muchas veces se ven afectados”

Foto: Anapo
Foto: Anapo
Foto: Anapo
Foto: Anapo
Foto: Anapo
Foto: Anapo

El acto de firma contó con la presencia de Romer Saucedo, presidente del Tribunal Supremo de Justicia, quien valoró el acercamiento entre los operadores de justicia y los sectores productivos.
“La justicia no puede estar aislada de los productores, más al contrario debe garantizar seguridad jurídica, y este convenio es importante porque vamos a poder enlazar esa relación entre productor y jueces en temas académicos”, manifestó Saucedo.

Por su parte, Cristhian Méndez, presidente del Tribunal Agroambiental, resaltó la importancia histórica del acuerdo, al tratarse de la primera vez que esta jurisdicción se vincula tan directamente con la institucionalidad del sector agropecuario.

“Este convenio que se va a suscribir con Fegasacruz y la CAO va a permitir no solo garantizar la seguridad jurídica, sino ante todo la seguridad y soberanía alimentaria del país con una visión sostenible”, afirmó.

El convenio contempla también la promoción de estudios e investigaciones científicas que permitan comprender y mejorar la normativa relacionada con la producción sostenible, asegurando que la actividad del productor sea respetada en el marco legal vigente.

Rodrigo Suárez, segundo vicepresidente de la CAO, concluyó que este acuerdo representa un avance importante hacia una relación más armónica y propositiva entre el aparato judicial y los actores económicos del campo.

“Con la firma de este convenio se da un paso a una relación institucional basada en el respeto a la ley, la seguridad jurídica y el diálogo entre quienes producen y quienes administran la justicia”, aseguró Suárez.

El acuerdo refuerza el compromiso de las partes con un desarrollo rural sostenible, inclusivo y legalmente respaldado, buscando dar certeza jurídica al productor y promover una convivencia armoniosa entre la producción agropecuaria y el entorno.

Fuente: CAO
Redacción: Publiagro

Otoño-Invierno 2025: monitoreo climático con escenarios de variabilidad y sequía en Bolivia

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Con la llegada del otoño y el avance hacia el invierno, las miradas del sector agropecuario boliviano se concentran en las perspectivas climáticas para el periodo 2025. La transición estacional viene acompañada de un contexto incierto, con señales de variabilidad atmosférica que podrían traducirse en precipitaciones irregulares y un descenso moderado de temperaturas en varias regiones del país. Este panorama exige que los productores estén preparados para enfrentar una distribución desigual de lluvias y eventuales fenómenos extremos, tanto de sequía como de frío, especialmente en zonas vulnerables del altiplano, los valles y los llanos orientales.

En este sentido, el agrometeorólogo y climatólogo Juan Minetti advierte que los próximos meses serán determinantes para comprender el comportamiento de los grandes fenómenos climáticos globales como El Niño y La Niña.

“Si los meses de abril y mayo se ponen cálidos, se estaría confirmando la presencia del fenómeno de El Niño; y si fuera al revés, serían condiciones de La Niña, pero esto no quiere decir necesariamente que va a haber lluvias o condiciones de sequía por la aparición del Niño o la Niña”, explicó Minetti.

El experto recuerda que los últimos años han demostrado que la predicción del clima es más compleja de lo que se creía.

“Por ejemplo, en los dos años anteriores la temperatura normal llegó a tener 5 ºC arriba de lo normal y esperábamos al Niño más potente de la historia. Esto nos advierte que el problema de la predicción es mucho más complejo de lo que nosotros esperábamos”, remarcó.

Este 2025 ya se observan contrastes significativos entre las regiones. Mientras en el Altiplano se han registrado lluvias por encima del promedio, los Llanos enfrentan condiciones de sequía.

“Ya hay una diferencia importante de lluvia caída en el Altiplano bajo condiciones de sequía en los Llanos, esta situación de más lluvias y menos lluvias”, comentó Minetti.

Según sus estudios, los meses de febrero y septiembre son clave para identificar los momentos de mayor impacto en cuanto a intensidad de lluvias tanto en el Llano como en el Alto boliviano.

“Nosotros hemos llegado a detectar que los meses de febrero y septiembre son los de mayor impacto en cuanto a la intensidad de los fenómenos de lluvias en el Llano o el Alto boliviano. Esto se muestra también en la ciudad de Santa Cruz. Si diferenciamos los efectos terrestres en aspectos temporales, veremos que en esos meses aparecen los primeros impactos de las lluvias en los Llanos y el Alto boliviano”, explicó.

“Cuando se toma al semestre completo, vemos claramente los niveles de sequía sobre el departamento de Santa Cruz. Los pronósticos no dicen que no vaya a llover, sino que lo que se va apuntando es que, en vez de tener 1500 mm, se tendrá 1200 mm, es decir, 300 mm menos”

Foto: Anapo
Foto: Anapo
Foto: Anapo
Foto: Anapo
Foto: Anapo
Foto: Anapo

Un otoño seco y un invierno con amenazas de sequía
Para el trimestre abril-mayo-junio, las proyecciones apuntan a condiciones secas en casi toda Bolivia, especialmente en gran parte del departamento de Santa Cruz. Sin embargo, en zonas del norte del país y áreas cercanas a Yacuiba, se prevé mayor humedad relativa.

Durante el trimestre más invernal y al inicio de la primavera, se espera que la sequía se radicalice en el sur del país, afectando especialmente a Santa Cruz, Tarija y las zonas serranas del Altiplano. En contraste, se proyecta una mejora en los niveles de precipitación en los departamentos del norte y en el extremo norte cruceño, aunque se mantendrían dos a tres meses secos en el sur.
Al analizar el semestre completo, Minetti advierte un comportamiento preocupante.

“Cuando se toma al semestre completo, vemos claramente los niveles de sequía sobre el departamento de Santa Cruz. Los pronósticos no dicen que no vaya a llover, sino que lo que se va apuntando es que, en vez de tener 1500 mm, se tendrá 1200 mm, es decir, 300 mm menos”.

Impacto en la campaña de invierno
La escasez de lluvias y las temperaturas inusuales podrían complicar la campaña triguera, especialmente en junio, mes en el que se espera una sequía notable. Aunque se anticipan episodios de frío, estos no serían intensos ni generalizados.

“Van a aparecer situaciones de frío pero no serán lo suficientemente importantes. Los pronósticos hablan de golpes de calor que en el caso del sur de Bolivia y el Altiplano pueden ser importantes. En el caso de otras zonas como Santa Cruz, no estamos esperando heladas importantes con golpes de calor”, afirmó el climatólogo.

Los modelos actuales señalan además que a finales de abril y comienzos de mayo se presentará un periodo frío prolongado en zonas tropicales, y que a fines de mayo podría haber una caída importante de temperatura, aunque sin pronósticos de heladas generalizadas, salvo en el Altiplano.

En cuanto a las lluvias, se esperan dos eventos en abril y dos en mayo, tanto al inicio como al final de cada mes. Estos serán especialmente importantes para el desarrollo inicial de los cultivos de invierno, aunque no serán suficientes para garantizar condiciones ideales durante toda la campaña.

Fuente: Juan Minetti
Redacción: Publiagro

Brasil y Bolivia se preparan para una nueva era sin fiebre aftosa con vacunación

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Francisco Castro, presidente de la Comisión Nacional de Bovinocultura de Corte de la Confederación de Agricultura y Ganadería de Brasil (CNA), se refirió a la expectativa de su país respecto a la certificación de libre de fiebre aftosa sin vacunación, un estatus que también espera Bolivia. Según explicó, el documento oficial que otorgará esta certificación será dado a conocer en el mes de mayo, en el marco del encuentro de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), que se llevará a cabo en París.

Castro considera que una vez que ambos países obtengan esta aprobación, deberán redoblar esfuerzos en materia de vigilancia sanitaria.

¨Será clave fortalecer los servicios de veterinaria oficial con apoyo tanto del gobierno, como del sector público y privado para mantener fortalecida toda la parte de defensa animal, para que el problema de la fiebre aftosa quede en la historia y que sea erradicada finalmente y que no se precise vacunar nunca más”.

“Será clave fortalecer los servicios de veterinaria oficial con apoyo tanto del gobierno, como del sector público y privado para mantener fortalecida toda la parte de defensa animal, para que el problema de la fiebre aftosa quede en la historia y que sea erradicada finalmente y que no se precise vacunar nunca más”

Además, subrayó la importancia de mantener una comunicación fluida y constante entre todos los actores involucrados en el sistema sanitario ganadero. En sus palabras, “para eso se precisa estar muy atentos y fortaleciendo las instituciones que trabajan en la defensa, la comunicación de los Estados también es muy importante con todos los productores, informar a todos de cuál va a ser el futuro, cuál es el papel de cada uno en esa nueva fase.”

Castro recalcó que uno de los papeles principales en esta nueva etapa será la capacidad de reacción ante cualquier amenaza de reaparición de la enfermedad. Indicó que es indispensable estar atento ante un posible foco que aparezca, y que deba ser revelado lo más rápido posible, y fortalecer el servicio de veterinario, servicio de defensa animal y los veterinarios oficiales, para que eso sea un seguro para el país.

Finalmente, hizo un llamado a los líderes políticos para que se comprometan con esta causa. Afirmó que se debe entender que es fundamental el apoyo de los gobernantes, que tienen la posibilidad de direccionar el rumbo que se debe seguir y dialogar con el sector productivo para que se entienda la importancia del momento.

Fuente: Francisco Castro
Redacción: Publiagro

Doma inteligente: una nueva forma de conectar con caballos, mulas y burros sin violencia

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La relación entre el ser humano y los animales de trabajo ha evolucionado significativamente en las últimas décadas, especialmente en el ámbito rural. En este contexto, la doma inteligente se ha consolidado como una alternativa ética y efectiva frente a los métodos tradicionales de adiestramiento. Esta técnica promueve el respeto mutuo, la comprensión del comportamiento animal y la eliminación de la violencia como herramienta de control.

Josué Antelo Nacif, formado en la Universidad del Caballo en Brasil, es uno de los impulsores de este enfoque en Bolivia. Según explica, esta metodología no solo mejora el rendimiento de caballos, mulas y burros en tareas rurales o recreativas, sino que también fortalece el vínculo entre el animal y el domador, reduciendo riesgos tanto para el jinete como para el animal.
“El objetivo no es dominar al animal, sino comunicarse con él”, afirma Antelo.

La doma inteligente se basa en el uso de señales claras, rutinas consistentes y refuerzo positivo, permitiendo que incluso animales con experiencias traumáticas previas puedan ser rehabilitados y adaptados nuevamente al trabajo de campo.

Antelo destaca que el proceso varía según la especie. El adiestramiento es diferente en estas especies. Normalmente, la doma de caballos es más cuidadosa, respetando lo que el caballo piensa, sin maltrato. No se lo lastima, en ningún momento se lo deja amarrado un día para que se deje montar como se hacía años antes.

“Yo no concuerdo con el maltrato de los animales”, sostiene. “Siempre se trabaja en la mañana, se los suelta al mediodía para que coman, tomen agua de manera normal, y por las tardes se sigue trabajando. Al igual que los mulares también, nunca se los deja amarrados”.

Sin embargo, señala que con las mulas se requiere un enfoque más directo. “En el caballo se le enseña, en cambio, al mular se le da la oportunidad de buscar el camino que se quiere, el mular tiene que ceder porque él quiere, no porque nosotros queremos. Esa es una gran diferencia entre el caballo y las mulas”.

La doma inteligente se fundamenta en la etología, es decir, el estudio del comportamiento natural del animal. Por ello, es esencial observar, interpretar sus señales corporales y actuar de forma que el caballo, la mula o el burro no se sientan amenazados, sino estimulados a colaborar.

“El objetivo no es dominar al animal, sino comunicarse con él”

La doma se realiza pensando en el bienestar animal/ Foto: Publiagro
La doma se realiza pensando en el bienestar animal/ Foto: Publiagro
Doma de mulas, fueron varios los participantes/ Foto: Publiagro
Doma de mulas, fueron varios los participantes/ Foto: Publiagro

Principios clave de la doma inteligente:
Sin violencia: no se aplican métodos que provoquen miedo, dolor o sometimiento.
Comunicación clara: se basa en señales consistentes, posturas corporales, tono de voz y contacto respetuoso.

Refuerzo positivo: se premian las respuestas correctas del animal con caricias, pausas o alimentos.

Paciencia y constancia: se respeta el ritmo del animal. La doma se adapta a sus tiempos, no al revés.

“Muchos cometen el error de amarrarlos, una pata atrás y otra adelante. Lo que queremos explicar es que se logra domar sin necesidad de esas prácticas”.

Antelo ha diseñado cursos en los que los animales pueden estar listos para ser montados en solo cinco días, incluso tratándose de ejemplares “chúcaros”, es decir, que nunca han sido montados ni manipulados.

En cuanto a las técnicas específicas, resalta el principio de presión y alivio.

“El caballo aprende cuando se le da el descanso después de un ejercicio que se quería. El no aprende cuando yo lo jalo, sino cuando yo aflojo, saco la presión. Así debe ser la comunicación con el caballo, es increíble que, con este método, el animal, al segundo día ya está montando”.

Esta nueva forma de adiestramiento promueve una relación más humana, segura y armónica entre el ser humano y los animales de trabajo, abriendo paso a una ganadería más consciente y sostenible.

Fuente: Josue Antelo Nacif
Redacción: Publiagro

Clearfield se afianza como aliada clave en el manejo de malezas en el cultivo de girasol

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La incorporación de la tecnología Clearfield en el cultivo de girasol en Bolivia ha marcado un punto de inflexión en la estrategia de manejo de malezas, especialmente aquellas que han desarrollado resistencia al glifosato. Este avance, que ya se encuentra ampliamente adoptado en países como Argentina —donde alcanza un 82% de uso en la superficie cultivada—, está comenzando a ganar terreno en Bolivia ante la creciente presión de malezas como Digitaria insularis, arrocillo y pata de gallo.

“Estábamos pensando en esas tecnologías cuando se introdujo, y ahora que ha surgido esta maleza (Jopo) ha hecho que el área de Bolivia pueda crecer el uso de esta tecnología”, explica Pablo Franco, investigador especializado en protección vegetal.

La expansión del uso de Clearfield responde también a la necesidad de enfrentar una amenaza emergente: la Orobanche cumana, comúnmente conocida como Jopo, una planta parásita que puede causar pérdidas severas en la producción si no se controla a tiempo.

Franco destaca que esta tecnología no solo ofrece un excelente control sobre esta especie parasitaria, sino que además su eficacia ha llevado a que se convierta en una herramienta de manejo esencial.

“Es tan bueno que hay que tener para que siga siendo así”, afirma, haciendo énfasis en la necesidad de adoptar buenas prácticas agrícolas que prolonguen su efectividad.

“Estábamos pensando en esas tecnologías cuando se introdujo, y ahora que ha surgido esta maleza (Jopo) ha hecho que el área de Bolivia pueda crecer el uso de esta tecnología”

Una de las recomendaciones clave es la incorporación de herbicidas preemergentes, que permitan controlar malezas que no responden a las imidazolinonas —grupo químico al que pertenecen los herbicidas compatibles con Clearfield— y que, en algunos casos, ya han mostrado resistencia desde hace varios años. Un ejemplo es el chiori, una maleza difícil de erradicar si no se emplean herramientas complementarias al sistema Clearfield.

El momento de aplicación es también fundamental para el éxito del control, especialmente en el caso del Jopo. Franco aclara que la ventana crítica de acción se encuentra entre los 20 y 30 días después de la siembra, cuando la maleza empieza a adherirse a las raíces del girasol.

“Si en caso no hay Jopo o no se está seguro, se puede demorar hasta los 30 días. Esto, para un efecto no solo al control de los que se hayan adherido, sino que más adelante haya un control persistente de unos 30 días más”, recomienda.

No obstante, el cultivo de girasol no está exento de desafíos. Su facilidad para el control de malezas lo ha hecho atractivo para muchos productores, pero también ha sido blanco de otras amenazas como enfermedades y plagas.

“Se ha venido sufriendo el embate de diferentes plagas en el cultivo, como fue esclerotinia en su momento que hizo bajar significativamente el área, y después pájaros, porque ahora el cultivo ha quedado en una situación muy riesgosa. Si se encarece el manejo de este cultivo, ya no sería una alternativa tan interesante”, advierte Franco.

Pese a este panorama, el especialista resalta el valor de contar con una herramienta como Clearfield.

“Afortunadamente, esta tecnología está disponible y sin ningún costo adicional, a no ser usar un herbicida que permita tener un mejor control de malezas”, concluye, subrayando que su aplicación estratégica puede marcar la diferencia entre una campaña exitosa y una cosecha con pérdidas significativas.

Fuente: Pablo Franco
Redacción: Publiagro

Lluvias desafían el inicio de la cosecha de maíz en Bolivia

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La producción de maíz en Bolivia se encuentra en una etapa clave, con muchos productores preparándose para ingresar a la fase de cosecha. Sin embargo, las lluvias registradas recientemente han generado ciertas complicaciones en algunas zonas productivas. Si bien las precipitaciones pueden ser beneficiosas para cultivos en crecimiento, en el caso del maíz que ya se encontraba próximo a madurar, han traído consigo una serie de desafíos.

“Las lluvias han afectado un poco las parcelas que estaban listas para cosechar”, señalaron productores consultados en el oriente del país. Esta situación preocupa porque el exceso de humedad en este momento puede provocar problemas como el brotado del grano en la mazorca, el desarrollo de enfermedades fúngicas, o incluso dificultades logísticas para el ingreso de las cosechadoras a los lotes.

“Estamos esperando que el clima nos dé una tregua para poder entrar sin problemas con la maquinaria y no perder calidad”

Pese a ello, hay moderado optimismo en el sector, ya que en muchas zonas el cultivo logró desarrollarse con buena sanidad, gracias a manejos técnicos oportunos y a un clima que, en general, fue favorable durante las etapas críticas de crecimiento.

“Estamos esperando que el clima nos dé una tregua para poder entrar sin problemas con la maquinaria y no perder calidad”, añadieron desde una asociación de productores.

En este contexto, se espera que la cosecha se extienda durante varias semanas, dependiendo del grado de humedad en cada región. Las estimaciones preliminares apuntan a rendimientos que podrían mantenerse dentro del promedio, aunque con algunas variaciones en zonas afectadas por los excesos hídricos.

La planificación y el monitoreo constante serán clave para evitar pérdidas mayores y asegurar el abastecimiento de grano, especialmente en un año donde la demanda interna de maíz continúa siendo fuerte.

Fuente; Mario Moreno
Redacción: Publiagro

Cultivos trampa: una estrategia natural para vencer al Jopo

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La lucha contra las malezas parásitas, especialmente aquellas pertenecientes a los géneros Striga y Orobanche, ha impulsado el desarrollo de estrategias innovadoras para su control. En este contexto, los cultivos trampa han ganado protagonismo como una alternativa prometedora y sostenible para mitigar el impacto de estas especies en la agricultura.

Según la ingeniera Lidia Baltazar Mamani, encargada del laboratorio de la empresa Coper Agro, esta técnica consiste en aprovechar la capacidad de ciertos cultivos para inducir la germinación de las semillas de malezas parásitas sin permitir que estas logren desarrollarse, lo cual interrumpe de manera efectiva su ciclo de vida.

En estudios realizados bajo condiciones de laboratorio, se han identificado dos mecanismos fundamentales en el funcionamiento de los cultivos trampa: la germinación suicida y la germinación espontánea.

En el caso de la germinación suicida, se trata de un proceso en el cual las semillas de la maleza parásita germinan en ausencia del hospedero y, al no encontrar una raíz con la cual establecer conexión, mueren por falta de sustento.

“Estableciendo un cultivo trampa estimula germinación y libera estrigolactona, que es la sustancia que activa la germinación, y una vez que germina la semilla del Jopo no tiene conexión con las raíces del cultivo trampa”, explica la ingeniera Baltazar.

“Estableciendo un cultivo trampa estimula germinación y libera estrigolactona, que es la sustancia que activa la germinación, y una vez que germina la semilla del Jopo no tiene conexión con las raíces del cultivo trampa”

Se descubierto que la soya puede ser cultivo trampa/ Foto: Archivo Publiagro
Se descubierto que la soya puede ser cultivo trampa/ Foto: Archivo Publiagro

Por otro lado, la germinación espontánea ocurre cuando las condiciones ambientales, como la humedad o la presencia de residuos vegetales en el suelo, favorecen la eclosión de las semillas parásitas sin necesidad de señales químicas emitidas por un cultivo hospedero.

“Germinan unas cuantas semillas, por ejemplo en un rastrojo puede haber algunas hojas o tallos de girasol que liberan también estrigolactona, pero en un 1 a 2 % de germinación”, señala.

La ingeniera enfatiza que comprender estos procesos en condiciones controladas es esencial para diseñar estrategias eficaces de manejo integrado, especialmente en sistemas agrícolas afectados por la infestación persistente de malezas parásitas.

En el caso específico de la maleza conocida como Jopo, los cultivos trampa establecidos en campo estimulan su germinación, pero la semilla, al no lograr parasitar al cultivo trampa, muere. Algunos de los cultivos mencionados como trampa incluyen el maíz, sorgo, trigo, chía, sésamo e incluso la soya, que, según investigaciones recientes, tampoco establece conexión con la semilla del Jopo.

“Es muy importante recalcar que, haciendo rotación de cultivos, podemos disminuir lo que es el banco de semilla que tenemos en campos infestados con semilla de Jopo”, destaca la ingeniera Lidia.

Finalmente, la especialista subraya que esta es una alternativa viable para enfrentar la presencia de malezas parásitas, aunque advierte que siempre deben considerarse las condiciones climáticas del entorno.

“Cuando hay condiciones, buena humedad, las semillas pueden llegar a un porcentaje bueno para germinar, siempre y cuando los cultivos también… la exudación, cuando hay temperaturas estresadas, se regulariza, por lo que puede influir también en la germinación”, concluye.

Fuente: Lidia Baltazar
Redacción: Publiagro

Más allá del girasol: el Jopo encuentra nuevos refugios en malezas comunes

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En los sistemas agrícolas modernos, las malezas no solo representan una competencia directa con los cultivos por recursos esenciales como el agua, los nutrientes y la luz solar. En muchos casos, estas plantas indeseadas cumplen un rol más complejo y perjudicial: actúan como hospederas de plagas y enfermedades, que afectan directamente a cultivos comerciales de importancia económica.

Lucas Vittorio, responsable de Investigación y Desarrollo en Syngenta Bolivia, señala que este fenómeno, conocido como “maleza hospedera”, ha cobrado creciente relevancia entre investigadores y técnicos del sector agropecuario, debido a su impacto directo sobre el éxito de los programas de manejo integrado.

“Este fenómeno, conocido como maleza hospedera, ha sido objeto de creciente atención por parte de investigadores y técnicos del sector agropecuario, ya que puede comprometer el éxito de los programas de manejo integrado y aumentar significativamente las pérdidas productivas”, explica.

A diferencia de las malezas comunes que compiten pasivamente con los cultivos, las malezas hospederas ofrecen refugio y alimento a insectos vectores, hongos, bacterias o virus, los cuales luego pueden diseminarse hacia los cultivos principales. Además, algunas de estas especies facilitan indirectamente la persistencia de malezas parásitas, como es el caso de Orobanche cumana, conocida comúnmente como Jopo, una de las más agresivas en cultivos como el girasol.

“En campo hemos encontrado que, además de dentro del cultivo de girasol, hay muchas especies de malezas que estaban parasitando la Orobanche cumana (Jopo). Esto llega a ser bastante inusual, sin embargo, existe información que indica que la Orobanche cumana está parasitando además de en el girasol, también en otras especies”, afirma Vittorio.

“Estas malezas, al igual que cultivos susceptibles, pueden mantener activo el banco de semillas del Jopo en el suelo, dificultando su erradicación. En un enfoque de manejo integrado, el control de estas especies es crucial para evitar que funcionen como ‘puentes biológicos’ entre una campaña y otra”

Existen otras malezas que pueden ser hospederas del Jopo/ Foto: Internet
Existen otras malezas que pueden ser hospederas del Jopo/ Foto: Internet

El especialista destaca que las investigaciones realizadas en Bolivia revelan una situación particular. ¨Lo que se encontró es que existe una diversidad mucho más grande que lo que se registra en la literatura, ya que al ser una especie exótica en nuestra región, podría encontrarse germinando en muchas otras malezas, muchas de ellas convirtiéndose en hospederos del Jopo¨.

Esta capacidad del Jopo para adaptarse a nuevos hospederos representa un reto adicional. Un problema clave de estas malezas hospederas es su contribución al banco de semillas en el suelo.

“Una planta coloca al suelo una gran cantidad de semilla, y mientras más hospederos tengamos en el área, significa mayor cantidad de semillas en el sistema, lo que dificulta con el tiempo, ya que el cultivo siguiente va a tener una alta presión de esta maleza parásita (Jopo)”, señala.
Entre las malezas potencialmente hospederas o que estimulan la germinación del Jopo, se encuentran las siguientes especies:

  1. Chenopodium album (Quinoa silvestre o cenizo): produce exudados radiculares capaces de inducir la germinación de Orobanche.
  2. Amaranthus spp. (Kiwicha silvestre, bledo): se ha detectado actividad de estrigolactonas, compuestos químicos que podrían activar la germinación del Jopo.
  3. Datura stramonium (Chamico o estramonio): común en zonas cálidas, puede estimular la germinación sin necesariamente ser parasitada por completo.
  4. Solanum nigrum (Hierba mora): al ser de la misma familia que el tomate, puede compartir patógenos y también atraer a Orobanche.
  5. Portulaca oleracea (Verdolaga): aunque no siempre permite la conexión del haustorio del parásito, puede formar parte del entorno que favorece su desarrollo.
  6. Xanthium strumarium (Cadillo): hay reportes anecdóticos que asocian su presencia con campos infestados de Jopo.
  7. Heliotropium spp.: Algunas especies nativas se han estudiado por su influencia indirecta en la germinación de Orobanche en ambientes semiáridos.

Frente a este panorama, el control riguroso de malezas se vuelve una pieza clave del manejo agronómico.

“Estas malezas, al igual que cultivos susceptibles, pueden mantener activo el banco de semillas del Jopo en el suelo, dificultando su erradicación. En un enfoque de manejo integrado, el control de estas especies es crucial para evitar que funcionen como ‘puentes biológicos’ entre una campaña y otra”, recomienda Vittorio.

Si bien el girasol continúa siendo el cultivo más vulnerable, el especialista hace énfasis que en zonas donde no hay girasol, pero donde las condiciones climáticas son favorables, Orobanche cumana puede desarrollarse en otras especies, aumentando significativamente la cantidad de semillas en el suelo y prolongando su persistencia en el agroecosistema.

Fuente: Lucas Vittorio
Redacción: Publiagro

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