El Alfaherpesvirus equino 1 (EHV-1) es un patógeno altamente distribuido en las poblaciones equinas a nivel mundial y se caracteriza por producir enfermedad respiratoria leve, abortos, mortalidad perinatal y mieloencefalopatía. Una de sus características es el estado de latencia, por lo cual los potrillos adquieren la infección por vía aerógena a partir de sus madres durante el primer año de vida.
A partir de infectarse, el virus permanece en el organismo en forma latente de por vida y, periódicamente, ante situaciones de estrés estos animales –infectados- presentan episodios de reactivación con un nuevo ciclo de replicación viral en el epitelio respiratorio, diseminándose a todo el organismo, alcanzando el útero y el sistema nervioso central.
En cuanto al tratamiento, es sintomático ya que se busca reducir la inflamación del sistema nervioso central. Y si bien se han llevado adelante muchos estudios evaluando distintos tratamientos antivirales contra la mieloencefalopatía producida por EHV-1, a la fecha no se ha determinado ningún tratamiento que sea efectivo en la resolución del cuadro clínico.
La vacunación es la principal medida de prevención contra el EHV-1. Debe incluirse en un plan sanitario racional debido a que el virus es endémico y la permanente existencia de anticuerpos neutralizantes (generados por vacunación o infección previa) en el torrente sanguíneo dificultan la viremia y la eliminación de virus en el ambiente, contribuyendo a disminuir las consecuencias de esta enfermedad.
El EHV-1 ha sido aislado en distintas oportunidades en el país, principalmente de abortos equinos, por el grupo de trabajo del Instituto de Virología en el marco de los trabajos incluidos en el proyecto conocido como Convenio INTA HARAS. De este modo, cientos de cepas aisladas en Argentina han sido caracterizadas para distinguir entre cepas neuropatogénicas y no neuropatogénicas. Ambas se encuentran presentes en el país desde el año 1996.
“Además de mantener la población caballar inmunizada es importante evitar manejos estresantes”, indicó Vissani, tras referirse a viajes prolongados en malas condiciones, exceso de entrenamiento, presencia de insectos picadores, ambientes poco ventilados y sucios, mala alimentación, entre otros.
El servicio brindado por el INTA cuenta con las capacidades para dar respuestas al sector agropecuario en investigación y diagnóstico de enfermedades virales en equinos entre las que se encuentran: Arteritis viral equina, Anemia Infecciosa equina, Herpesvirus equino, Influenza equina, Rotavirus equino, Virus del oeste del Nilo, Virus de encefalitis equinas del este y oeste, Exantema coital equino.
Fuente: INTA informa