Después de gestiones de reactivación, en la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) se hizo el relanzamiento de la Confederación Agropecuaria Nacional (Confeagro) a través de su asamblea ordinaria en la que se eligió a su nueva directiva, cuya presidencia quedó a cargo de la CAO, mientras que la Cámara Agropecuaria de Cochabamba y la Confederación Agropecuaria Nacional (Congabol), le siguen con la primera y segunda vicepresidencia, respectivamente.
Las demás directivas están compuestas por la Asociación Nacional de Avicultores (ANA), que ocupa el cargo de Director tesorero; la Asociación Nacional de Productores en Camélidos (Anapca), Director regional altiplano; la Asociación Departamental de Porcicultores (Adepor Cochabamba), Director regional valles; la Federación Departamental de Productores de Leche (Fedeple), Director regional trópico.
El nuevo presidente de Confeagro, en representación de la CAO, Reinaldo Díaz, resaltó que después de casi ocho años de inactividad nuevamente se le está dando vida a esta institución nacional con la conformación de su nueva directiva, y dio a conocer siete puntos en los que se trabajará de aquí para adelante, los cuales se centran principalmente los temas de producción, exportación, seguridad jurídica, acceso a créditos ante la banca, y lucha contra el contrabando.
El primero especifica que el pequeño productor, mediante trámite abreviado, pueda levantar la restricción que no le permite hipotecar su propiedad, con el fin de acceder a créditos a largos plazos, con bajas tasas de interés para tecnificarse e incrementar los rendimientos.
El segundo se centra en la lucha contra el contrabando, que debe ser permanente con el objetivo de evitar la competencia desigual de productos externos con la producción nacional, para lo cual se coadyuvará en este trabajo en base al convenio de la CAO con la Aduana nacional, el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag), la Policía nacional y otras instituciones.
El tercero se basa en el incentivo a la exportación y que el Impuesto al Valor Agregado (IVA) por concepto de importaciones se levante en su totalidad para maquinarias e insumos, como herramientas fundamentales en la modernización e incremento en los rendimientos de la cadena agropecuaria y de otros sectores de la economía.
El cuarto consiste en acelerar el trabajo de búsqueda de mercados externos y de firmas de protocolos sanitarios de diversos productos para poder aprovechar las grandes potencialidades de la producción agropecuaria nacional, a raíz de que el mercado interno es demasiado pequeño. En este sentido, los productores están dispuestos a coadyuvar con las autoridades en esta tarea.
El quinto es relativo a la seguridad jurídica y protección a las tierras agropecuarias en todo el territorio nacional, y en especial a las que están presionadas con el crecimiento de las manchas urbanas; sexto, en las líneas de financiamiento de largo plazo con tasas bajas que tiendan a efectivar la inversión para el crecimiento de la producción nacional, a objeto de garantizar la seguridad alimentaria.
Finalmente, el séptimo se refiere a la implementación de un plan de industrialización de fortalecimiento a la cadena agropecuaria, mediante políticas que permitan la apertura de nuevas factorías con excepción de impuestos por lo menos durante dos años de su funcionamiento pleno de estas.
Fuente: Cámara Agropecuaria del Oriente