El personal del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag), con el apoyo técnico logístico y dotación de vacunas de la Gobernación, se encuentra en campaña de vacunación contra la rabia bovina en el departamento, hasta el 31 de agosto.
Las heladas de la temporada invernal arrasaron con un 40 por ciento de la producción de verduras y hortalizas en varias zonas del Valle Bajo, según estimaciones de representantes de los pequeños productores de la zona.
En un recorrido realizado ayer se pudo verificar el daño en cultivos de vainita, brócoli, quirquiña, coliflor, apio, arveja y lechuga.
El frío tiñó de color morado las hojas de brócoli y de amarillo las de repollo. “Se detuvo su crecimiento, ya no desarrollarán más”, señaló el presidente de los productores de Anocaraire, Gonzalo Céspedes.
El frío de invierno frena el crecimiento de los cultivos. En el caso de las vainitas, las atrofió e hizo que se enroscaran. Las lechugas están completamente marchitas, igual que las hojas de zanahoria.
Uno de los cultivos que quedó completamente arrasado por efecto del frío es la quirquiña. Varias parcelas están secas y quemadas, como si hubieran sido lamidas por el fuego.
Céspedes dijo que es el resultado de la helada del 23 de junio. “Una noche ha sido suficiente, no han podido aguantar”, manifestó con pesar.
Explicó que en esos terrenos no se puede hacer nada para recuperar el capital, ni siquiera puede rescatarse algo del producto para semilla.
Habitualmente, una parcela de quirquiña rinde hasta 10 cosechas. Los terrenos afectados apenas llevaban dos.
La única opción del productor es limpiar la tierra, arar y esperar a que recupere para la próxima temporada de siembra.
La presidenta de la Federación de Floricultores Hortalizas y Verduras de Cochabamba (Fedeflor HV), Teresa Barrionuevo, dijo que hay zonas donde el daño es mayor.
“Dependiendo la limpieza del sembradío la afectación es mayor. Cuando hay mucho arbusto el frío se asienta; pero si hubo limpieza el frío pasa por encima”, explicó.
Sipe Sipe, Vinto, Quillacollo, Marquina, Chocaya y Apote están entre las zonas productoras con mayor merma debido a que se cultiva a campo abierto.
PLAGAS Además del frío, las plagas también inciden en la reducción del rendimiento de los cultivos. Es el caso del repollo, que es atacado por un hongo que se asienta en los nacientes de las hojas y “arruga” la planta. Ese mismo cultivo sufre el ataque de un pulgón que desarrolló resistencia a los fungicidas.
En el caso de la papa, un gusano ocasiona cuantiosas pérdidas. Céspedes dijo que de una carga de semilla se sacaba 10 cargas de producto. Ahora, la presencia del gusano redujo el rendimiento a dos.
Es por eso que los productores insisten en su pedido de asistencia técnica de parte de los municipios y de la Gobernación.
PRECIOS El daño a los cultivos también repercute en los precios. Una arroba de vainita que costaba 50 bolivianos subió a 80, lo mismo pasa con la zanahoria, pues la cuartilla subió de 8 a 16 bolivianos, la cebolla también duplicó su precio.
Fuente: Periódico Opinión