Con el asesoramiento técnico se debe definir qué tipo de pasto utilizar. Foto: Publiagro
Este tipo de pasto es recomendado por SOESP para ejecutar este trabajo. Foto: Publiagro
Diogo Rodrigues explicó los beneficios de la actividad agrícola-pecuaria. Foto: Publiagro

La integración agrícola-pecuaria según la explicación de Diogo Rodrigues, coordinador técnico de la empresa SOESP de Brasil, es un enfoque que combina la producción de cultivos o pastos y la ganadería en un mismo espacio, optimizando los recursos y mejorando la sostenibilidad.

Esta técnica tiene el objetivo principal de proteger y restaurar las condiciones físico-químicas y principalmente la biología del suelo, para conseguir una buena productividad en cada campaña, ya que se ha demostrado una merma en el rendimiento en los campos donde se desarrolla el monocultivo.

“Con la integración agrícola – pecuaria lo que buscamos es producir más alimento en la misma área con la mejora continua del suelo, ya que si existe poca materia orgánica y microorganismos el terreno no será muy productivo”, dijo Rodrigues.

También mencionó que la incorporación del rastrojo de pasto en un terreno ayuda en la preservación del agua, no se pierde fácilmente por evapotranspiración y evita el estrés hídrico en las plantas.

“Con la integración agrícola – pecuaria lo que buscamos es producir más alimento en la misma área con la mejora continua del suelo, ya que si existe poca materia orgánica y microorganismos el terreno no será muy productivo”

Este sistema se basa en varios principios:

  1. Productividad y diversificación: el monocultivo tiende a reducir la productividad debido a la falta de diversidad en el suelo. Integrar cultivos y ganadería puede aumentar la producción de alimentos en la misma área.
  2. Beneficios para el suelo: la incorporación de rastrojo de pasto aparte de preservar el agua reduce la temperatura del suelo y promueve la actividad de microorganismos esenciales para la germinación de semillas y el desarrollo de raíces profundas.
  3. Rotación de cultivos: esta práctica complementa la integración, ya que ayuda a mantener la fertilidad del suelo y a controlar plagas y enfermedades.
  4. Selección de consorcios: elegir el consorcio adecuado es fundamental y el asesoramiento de un equipo técnico es clave para determinar las mejores combinaciones de cultivos. En el caso de SOESP, recomiendan la integración con Brachiaria ruziziensis y Brachiaria brizantha, cultivar Piatá, así como la opción de usar pasto de la especie Panicum.
  5. En la etapa final es importante contar con pastos de menor altura y raíces menos profundas, tal vez incorporando más animales en el área o facilitando cortes que posteriormente reduzcan costos durante la desecación.

Hay que tomar en cuenta que este enfoque no solo mejora la productividad, sino que también promueve la sostenibilidad ambiental.

 

Fuente: Diogo Rodrigues

Redacción: Publiagro