La Asociación de Productores de Oleaginosas (Anapo) avanzó en la ejecución un convenio interinstitucional para la transferencia de tecnología de la soya paraguaya a Bolivia, el cual fue firmado a principios de año.
Hoy, la reunión entre empresarios privados de Bolivia y Paraguay, previa al Gabinete Binacional entre los mandatarios de ambos países que se realizará mañana en La Paz, dio sus primeros frutos. La Asociación de Productores de Oleaginosas (Anapo) avanzó en la ejecución un convenio interinstitucional para la transferencia de tecnología de la soya paraguaya a Bolivia, el cual fue firmado a principios de año.
La información la dio a conocer el vicepresidente de la CAO, Oscar Mario Justiniano, que calificó de positivo el convenio por la integración e intercambio tecnológico entre ambos países, pues el Instituto de Biotecnología Agrícola de Paraguay (Inbio) es un centro de investigación, desarrollo y promoción de biotecnología, específicamente en soya, con el que se está trabajando a nivel del Gobierno nacional para la introducción de dos variedades en lo que respecta al Comité de Biotecnología.
Entre los beneficios a los productores, afirmó que los eventos biotecnológicos impactan de manera de diferente de acuerdo a las necesidades de cada región. En el caso de Paraguay, que es muy similar a Bolivia, señaló que la roya, enfermedad que ataca a la soya, en dicho país la tienen controlada con el desarrollo de la biotecnología que se quiere implementar en Bolivia.
Al respecto, la presidenta del Instituto Inbio, Simona Cavazzutti, destacó que dicha organización, integrada por gremios ligados a la producción, principalmente de soya, mostró su interés en Bolivia, específicamente en Santa Cruz, por intermedio de la CAO y su sector de Anapo para introducir dos variedades de soya, razón por la cual iniciará el registro previo ante las autoridades correspondientes para dar marcha, posiblemente para esta campaña de verano, al proceso de producción de semilla paraguaya en Bolivia.
Se trata de las variedades Sojapar R24 y Sojapar R75, que presentan muy buen comportamiento con resistencia a la roya, cuyas características son especialmente para los productores de las zonas del norte integrado y este de Santa Cruz. Forman parte de la tecnología RR1, utilizadas comúnmente en Santa Cruz con resistencia al Glifosato.
Cavazzutti adelantó que la expectativa de las instituciones de ambos países es que el uso de estas semillas tenga un buen desempeño en la región cruceña, toda vez que el potencial paraguayo de la soya y de sus cultivos de rotación es bastante grande, con una siembra de más de 3,5 millones de hectáreas, y buena producción, aunque el crecimiento está sujeto a las inclemencias del tiempo en la campaña que ya finaliza. Esto se refleja en que el rendimiento promedio de la campaña anterior que fue de casi 3,1 toneladas por hectárea.
La ejecutiva afirmó que es la primera vez que la tecnología paraguaya de la soya ingresa a Bolivia, y que están trabajando con Brasil e iniciando negociaciones con Uruguay en el mismo tema. “El convenio firmado con Anapo incluye cooperación en programas de mejoramiento genético. Para nosotros es el inicio de un trabajo que va a dar muchos frutos de aquí para adelante”, agregó.
Entre los demás convenios por concretarse dentro de las reuniones previas al Gabinete Binacional, Justiniano adelantó que también se negocian acuerdos entre la Federación de Ganaderos de Santa Cruz (Fegasacruz) y sus pares del vecino país.
Fuente: Comunicación CAO