

La alimentación en la producción animal es un proceso muy importante y decisivo para la eficacia del producto final






El procesamiento de alimentos en pellets uniformes y con una buena dureza ofrece beneficios significativos. La mayor densidad resultante reduce la segregación y la generación de polvo del alimento, lo que a su vez disminuye las pérdidas. Además, esta mejora en la calidad del pellet conlleva a una eficiencia de conversión de alimento mucho mayor, ya que se producen menos desperdicios durante el consumo.
La calidad del pellet se refiere a la durabilidad y la integridad física del alimento peletizado durante su manipulación y transporte desde la fábrica hasta la granja, minimizando la generación de finos y la rotura del pellet.
El Dr. Wilmer Pacheco, docente de la Universidad de Auburn en Estados Unidos, enfatizó que el costo de los alimentos representa entre el 60% y el 70% de los precios de producción, por lo tanto, es crucial asegurar que las aves sean alimentadas con productos de alta calidad.
Sin embargo, también es importante prestar mucha atención a los procesos en las fábricas. Es decir, el avicultor debe asegurarse de que el alimento esté bien mezclado y tenga la granulometría adecuada para que las aves puedan dirigir el alimento de la mejor manera posible.


“Si nosotros tenemos pellet más íntegro en frente del animal, el ave va a desperdiciar menos el alimento, va incrementar el consumo y cuando el ave incrementa el consumo, llega al peso ideal más rápido con una mejor conversión alimenticia”
En cuanto a la granulometría, que determina el tamaño de las partículas de alimento, el Dr. Pacheco sugiere que durante las fases de preinicio e inicio, se recomienda una granulometría promedio de 900 micras, mientras que para las fases de crecimiento y finalización, se sugiere aumentar la granulometría entre 1000 y 1200 micras.
Durante su intervención, el profesional destacó otro factor primordial en el procesamiento de alimentos: la calidad del pellet tanto en la macroestructura como en la microestructura. Esto se refiere a la distribución de las partículas dentro del pellet, lo que influye significativamente en la eficacia del alimento suministrado a las aves.
Por lo tanto, si el ave experimenta una buena digestión de nutrientes en la parte superior del intestino, habrá menos nutrientes disponibles para las bacterias en la parte inferior del intestino grueso y el colon. Esto contribuye a una mejor salud intestinal del ave y a una menor excreción de nutrientes en la cama.
Los pellets están enriquecidos con vitaminas y nutrientes seleccionados después de un análisis continuo realizado por expertos en biología y nutrición. Gracias al consumo de alimentos peletizados, los animales pueden experimentar una mejor digestibilidad de las grasas y los nutrientes.
“Si nosotros tenemos pellet más íntegro en frente del animal, el ave va a desperdiciar menos el alimento, va incrementar el consumo y cuando el ave incrementa el consumo, llega al peso ideal más rápido con una mejor conversión alimenticia”, expresó.
Para concluir la entrevista, el docente de la Universidad de Auburn recomendó a los avicultores que se aseguren de tener una alta calidad de pellet, sin comprometer la microestructura o la distribución de las partículas dentro del mismo. Asimismo, resaltó la importancia del proceso productivo y la combinación adecuada que permite a los avicultores producir una libra de peso vivo a un costo menor.
Fuente: Publiagro