Bolivia ha sido el segundo país en el mundo en reconocer los derechos de la Madre Tierra, sin embargo, hasta la fecha estos derechos no se garantizan y son vulnerados a través de políticas y proyectos de gran impacto ambiental. Esa es la conclusión a la que arribaron Felipe Terán del Instituto Superior Ecuménico Andino de Teología (ISEAT) y Pablo Solón de la Fundación Solón, en una evaluación a nueve años de la promulgación de la Ley de Madre Tierra.
En el programa “Verdades Ocultas: La hora de la naturaleza”, que se transmite cada viernes a las 13:00 horas por Radio ERBOL, los especialistasexplicaron que después de la adopción de los derechos de la Naturaleza en la Constitución de Ecuador el año 2008, Bolivia tomó la iniciativa al impulsar la Declaración Universal de los Derechos de la Madre Tierra que fue adoptada en la Cumbre de los Pueblos sobre el Cambio Climático en abril del 2010. El contenido de dicha declaración fue incorporado en la ley Nº71 de derechos de la Madre Tierra que fue promulgada el 21 de diciembre de dicho año.
Pablo Solón señaló que los derechos de la Madre Tierra son distintos a los derechos medioambientales. Los derechos ambientales son derechos humanos. Lo que hacen es garantizar el derecho de los ciudadanos a un medio ambiente sano, en cambio los derechos de la Madre Tierra garantizan los derechos de la naturaleza a la vida, a preservar sus ciclos vitales, a regenerarse, a vivir libre de contaminación y a no ser alterada ni manipulada genéticamente. En el caso de los derechos medio ambientales se busca la reparación y resarcimiento a los humanos afectados, en el caso de los derechos de la Madre Tierra se persigue la restauración de la naturaleza a su condición anterior al daño sufrido.
La propuesta de derechos de la Madre Tierra ha ido ganando cada vez mas apoyo a nivel internacional. En Nueva Zelandia, Australia, India, Colombia e incluso Estados Unidos hay cada vez más decisiones a diferentes niveles en las cuales se reconoce los derechos de diferentes componentes de la naturaleza. Sin embargo, según los expertos, en Bolivia los derechos de la Madre Tierra, a pesar de ser ley del Estado Plurinacional, no se aplican y son pisoteados por diferentes proyectos y políticas como etanol y el biodiesel que provocarán una deforestación de más de 400.000 hectáreas de bosques, o los mega proyectos hidroeléctricos que inundarían más de 2.000 km2 de bosques, o la minería que contamina los ríos, olos proyectos de exploración y explotación petrolera en áreas protegidas, o la proliferación de transgénicos que alteran la identidad e integridad de elementos de la naturaleza con el único objetivo de generar más ganancias para algunas compañías.
Felipe Terán destacó que para lograr que los derechos de la Madre Tierra se hagan realidad es fundamental que la población tome conciencia de que nosotros somos parte de la naturaleza y que no podemos vivir al margen de ella. Para Terán “es fundamental recuperar nuestra conexión espiritual con la naturaleza”. Según Solón sólo la presión de una sociedad consciente y organizada puede hacer que los derechos de la Madre Tierra se hagan realidad y que evitemos la sexta extinción de la vida en la Tierra. Desde los diferentes niveles de gobierno es necesario ver el futuro de la vida y no limitarse a tomar medidas de corto plazo que afectan severamente a la naturaleza.
En el programa radial Verdades Ocultas,que es realizado por el Grupo de Trabajo de Cambio Climático y Justicia, se destacó que una de las formas de avanzar en el cumplimiento de los derechos de la Madre Tierra es a través de la realización de Estudios de Evaluación de Impacto Ambiental independientes y a profundidad antes de adoptar medidas como las del etanol, los transgénicos y las mega hidroeléctricas. Asimismo se manifestó que es urgente hacer realidad la Defensoría de derechos de la Madre Tierra que está consignada en la ley Nº71 y que hasta ahora no es un hecho.
Fuente: Erbol