Este grupo está conformado por tres propiedades ganaderas que basan su trabajo en recopilación de datos, peso y medidas de los animales, y toda la evaluación genética se realiza en Brasil
El mundo de la ganadería a menudo nos muestra que lo que se ve no siempre es la realidad. Un grupo de ganaderos bolivianos ha establecido el grupo G-3, dedicado a la ganadería con genética probada. Su objetivo es demostrar que el toro más grande, más gordo y con la mejor apariencia física no siempre es el mejor en términos de productividad y rentabilidad. A través de una selección del rebaño de manera objetiva y científica, buscan generar mayores resultados y una mayor productividad en sus operaciones ganaderas.
Hans Peter Elsner, socio propietario de Estancias Espíritu, explicó a Publiagro el trabajo que realiza el grupo G-3, conformado por tres propiedades: San Judas Tadeo, San Fernando del Beni y Espíritu.
«Nosotros implementamos un programa genético que se basa en la recopilación de datos de los animales, tanto en peso como en medidas, y toda esta evaluación genética se realiza en Brasil, en la ANCP. A partir de allí, se obtienen todos los valores genéticos de nuestros animales, tanto machos como hembras», explicó Elsner.
Señaló que ellos realizan toda la selección de los animales y llevan a cabo un mejoramiento genético basado en la información, estadísticas y datos temáticos que generan los valores genéticos de los animales. Posteriormente, con la asistencia de una computadora, se realizan todos los apareamientos (acasalamientos) para optimizar al máximo la calidad de la progenie, emparejando las vacas con los mejores toros que produzcan los valores genéticos más favorables. Esto garantiza un progreso genético continuo y les permite ofrecer a los clientes toros con un mejoramiento genético cada año.
«Nosotros implementamos un programa genético que se basa en la recopilación de datos de los animales, tanto en peso como en medidas, y toda esta evaluación genética se realiza en Brasil, en la ANCP. A partir de allí, se obtienen todos los valores genéticos de nuestros animales, tanto machos como hembras»
«Hoy en día, también estamos comenzando a ofrecer semen de toros totalmente probados genéticamente, lo que garantiza que transmiten toda esa genética a su progenie», expresó.
Este modelo matemático estadístico, basado en BLUP (Mejor Predicción Lineal Insesgada de los Efectos Genéticos y Ambientales), tuvo sus inicios en Estados Unidos en la década de 1980. Desde entonces, todas las evaluaciones genéticas han ido evolucionando constantemente, incorporando nuevos avances y técnicas para mejorar la precisión y la fiabilidad de los resultados.
«Nuestro programa genético comenzó hace 26 años, en 1983, cuando empezamos como Espíritu. Poco a poco, hemos invitado a las otras dos propiedades que estuvieron de acuerdo en llevar adelante la cría y el trabajo según las normas que nosotros definimos, las cuales son muy estrictas», indicó.
Proceso
Las normas estrictas mencionadas por Hans Peter consisten en tomar los pesos al nacer, a los 120 días y al destete, además de realizar mediciones de circunferencia escrotal a los 365 días. A los 450 días, se evalúa la fertilidad de las vacas.
«Nuestra perspectiva es seguir creciendo genéticamente, ofreciendo un producto cada vez mejor para la ganadería tropical de Bolivia y de Sudamérica. El año pasado cumplimos 25 años y hoy estamos alcanzando los 26 años de estas evaluaciones genéticas, acumulando una base de datos con mucha información, lo cual hace que nuestro programa genético sea muy poderoso», afirmó.
Fuente: Publiagro