Es un parámetro que permite conocer qué tan ácida o alcalina es la solución del suelo, donde las raíces de las plantas toman los nutrientes necesarios para su crecimiento y desarrollo.
El pH es un indicador de múltiples propiedades químicas, físicas y biológicas del suelo que influyen fuertemente sobre la disponibilidad de los nutrientes esenciales para las plantas. Su escala de medición va desde el valor 0.0 hasta el 14.0.
En el marco del Simposio de suelo organizado por Cinacruz, el ingeniero agrónomo, Néstor Grehs, manifestó que el pH en el suelo es un indicador de potencial de acidez, neutra o alcalina en este, pues es una manera de saber si los nutrientes están siendo fijados o liberados.
Se consideran neutros, aquellos suelos que tienen valores de pH entre 6,5 a 7,5; por otra parte, aquellos con valor inferior a 6,5 se consideran ácidos y los suelos con valor pH superior a 7,5 son considerados alcalinos. La mayoría de los nutrientes vegetales están disponibles a un pH ligeramente ácido con un valor entre 5,8 a 6,5.
Grehs resalta la importancia del pH en el suelo, ya que influye en el crecimiento de las plantas. Además, señaló que en suelos con un valor bajo en pH, los nutrientes como el calcio, fósforo y magnesio están menos disponibles para la planta.
“Por más que se tengan todas las condiciones climáticas, de manejo y otros, si no tiene un limitante nutricional, que no va funcionar y este indicador se hace a través del pH”
El ingeniero recalcó que si el productor no realiza un análisis de suelo para conocer el pH, no podrá saber si tendrá una buena producción, por ende, no sabrá el tipo de medida que su suelo necesita para liberar los nutrientes.
Citó ejemplos de la zona Norte y Este, donde los suelos son alcalinos, retienen los coloides, impidiendo la correcta liberación para la planta. “Por más que se tengan todas las condiciones climáticas, de manejo y otros, si no tiene un limitante nutricional, no va funcionar y este indicador se hace a través del pH”, señaló.
Fuente: Publiagro