Un estudio podría servir para incrementar la fertilidad.
Investigadores colombianos han identificado una hormona clave para seguirle la pista a la reproducción bufalina. Aunque en el ambiente natural las búfalas tienen mayor tasa de reproducción que las vacas, cuando se utilizan técnicas de biotecnología reproductiva, esta se invierte. El análisis de la hormona antimülleriana (AMH), marcador utilizado para medir el estado de fertilidad en un momento determinado, podría servir para incrementar la preñez bufalina, y por lo tanto la productividad del hato.
El estudio comparativo de la reserva ovárica (cantidad de óvulos en los ovarios) de vacas y búfalas en diferentes etapas de la vida reproductiva, realizado por Jesús Alfredo Berdugo Gutiérrez, doctor en Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Medellín, genera mayor conocimiento sobre ambas especies que, a pesar de ser muy cercanas genéticamente, se comportan de manera distinta en términos de reproducción.
“Cuando se aplican las biotecnologías reproductivas –en especial la inseminación artificial y la transferencia de embriones– se obtienen mejores resultados en las vacas; además, en los sistemas de producción bufalina, en los cuales el modelo de selección materno es generalizado, aprovechar al máximo el potencial genético de las hembras es muy importante”, señala el investigador, quien adelantó su trabajo en Cimitarra (Santander).
Menciona además que en el uso de dichas biotecnologías se han buscado marcadores, es decir “moléculas cuya determinación pueda predecir el éxito o fracaso en el uso de técnicas de reproducción, y se pensó que conocer la reserva ovárica de una hembra podría ser útil para tal fin, ya que permite conocer la cantidad de folículos que tiene la hembra, y se demostró que la hormona antimülleriana (AMH) es una buena candidata”.
Los folículos son pequeñas estructuras ubicadas en los ovarios, en donde están los oocitos (células germinales), los cuales crecen y secretan otras hormonas que influyen en las etapas del proceso reproductivo.
“Sabemos que la reproducción de cualquier hembra mamífera es limitada, y que con el tiempo va disminuyendo, y en consecuencia el potencial reproductivo es menor; el mejor ejemplo es el de la menopausia de la mujer”, ilustra el doctor Berdugo.
En el caso de la producción ganadera es importante contar con nuevas técnicas para detectar a las hembras con fertilidad reducida, por lo que establecer los factores que la afectan es una tarea compleja, pero a la vez un reto para la ciencia; además, en estos influyen aspectos como la raza o la edad del animal.
También extrajo embriones
El investigador viajó varias veces durante cinco horas y recorrió un poco más de 250 km desde Medellín hasta Cimitarra, donde les tomó muestras de sangre a 40 vacas Brahman de alto mestizaje y a 40 búfalas mestizas de las razas Murrah y Mediterráneo de diferentes edades o momentos reproductivos, para identificar los respectivos niveles de la AMH; también extrajo embriones.
Además, para estudiar genes asociados con la reproducción, aplicó técnicas de biología molecular y de bioinformática que generaron grandes volúmenes de información que pudieron procesar.
Así, estableció que el valor de la AMH para una vaca de ocho meses fue de 1.353 picogramos por mililitro (pg/ml), mientras que el de una búfala de la misma edad es de solo 323 pg/ml. Cuando están maduras, es decir entre los 24 y 36 meses, la cantidad es de 134 y 1.212 respectivamente.
El profesor Albeiro López Herrera, del Departamento de Producción Animal de la UNAL Medellín y director de la investigación, indica que las biotecnologías están muy desarrolladas para la reproducción en vacas, y aunque en el mundo se usan las mismas técnicas en búfalas, para esta última especie no son tan exitosas.
En ese sentido, dice que “la investigación representa un avance grande para la ciencia mundial, porque se corroboró que las biotecnologías reproductivas no se pueden aplicar de la misma manera en ambas especies, aunque sean muy cercanas filogenéticamente”.
La tesis indica que los resultados implican dos aspectos novedosos: uno es ser el primer estudio en informar valores de AMH en plasma sanguíneo de vacas y bufalinas recién nacidas, y el otro es analizar en las hembras diferentes aspectos de la biología reproductiva en distintos momentos de la vida a través de la hormona como indicador de reserva ovárica.
Fuente: Mundo Agropecuario