El decreto supremo 4680 fue aprobado desde el Ejecutivo nacional. Está destinado a regular la exportación de maíz, sorgo y azúcar
El Gobierno aprobó el decreto supremo 4680 destinado a «regular la exportación de maíz, sorgo y azúcar« a través de la emisión de certificados de abastecimiento interno y precio justo, una determinación que es considerada como un perjuicio para el sector productivo, así lo indicó Jaime Hernández, gerente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo).
«El camino no son las restricciones, el camino es como incentivar la producción de estos granos, generar excedente y como sector productivo estamos dispuestos a trabajar con el Gobierno para establecer una agenda que permita lograr ese objetivo», dijo Hernández a UNITEL.
Señaló además que esta disposición «es una medida innecesaria que lo único que generará es un desincentivo a los productores y a esto se suma las restricciones que se tiene para el uso de la biotecnología. Algo que de acuerdo ha Hurtado, limita el crecimiento de la producción que podría aumentar la generación de divisas.
El decreto aprobado señala que la Aduana Nacional deberá exigir la presentación del certificado emitido por el Ministerio de Desarrollo Productivo «con carácter previo a la aceptación de la Declaración de Mercancías de Exportación (DEX) de los productos descritos en el Anexo».
«Hemos hecho una propuesta de que para el caso del maíz, es importante avanzar en el tema de biotecnología. Las exportaciones están por las 15 o 20.000 toneladas, salvo el año pasado en donde se exportaron 50.000 toneladas, pero si nos dieran acceso a la biotecnología se incrementaría la producción en un 80% llegando a producir 600.000 toneladas adicionales lo que garantizaría el mercado interno y generará excedentes para traer divisas al país», apuntó.
Considera que se debe facilitar al sector productivo el acceso a estas herramientas pues, en el caso de la soya, se aumentaría un 39% de producción. «En 2021 el complejo oleaginoso ha reportado 1.500 millones de dólares en exportaciones, se habrían dado 600 millones de dólares adicionales con la biotecnología», remarcó.
Maíz transgénico
Hurtado señaló que en el caso del maíz y sorgo, al ser productos que van destinados principalmente al mercado interno, el precio está determinado por la oferta y la demanda, por tanto no son las exportaciones las que han propiciado que se genere un incremento.
Indica también que en el caso del maíz se ha dado un incremento es porque al dejar de ser soberanos y depender de la internación de maíz, ya sea vía importación o contrabando, es que se está dando una subida de precio «porque este maíz argentino está ligado a la cotización en el mercado internacional».
«El maíz argentino que ingresa es un maíz transgénico, por lo tanto no entendemos porque al productor boliviano no se le permite utilizar esta tecnología para producir más, generar soberanía alimentaria y garantizar este insumo para el sector pecuario.
Fuente: Unitel