[td_smart_list_end]
Se busca financiamiento para implementar el plan de rehabilitación para enfrentar los impactos del Covid-19 en el sector en el corto, mediano y largo plazo.
.
El Gobierno calcula que se requieren al menos 873,9 millones de dólares para reactivar el sector agropecuario, que es uno de los afectados por la pandemia del coronavirus (Covid-19), por lo que se buscan fuentes de financiamiento. Para su reactivación proponen 19 programas, que implican desde la provisión de semilla certificada hasta un seguro agropecuario comercial.
“Para implementar el plan se requerirán recursos que puedan provenir de fuentes estatales como el Tesoro General de la Nación (TGN), cooperación técnica no reembolsable, cooperación financiera no reembolsable y reembolsable, financiamiento del sector privado y donaciones, entre otras fuentes”, se anticipa en la propuesta denominada Plan Nacional de Respuesta y Rehabilitación para el sector Agropecuario ante los efectos del Covid-19, que fue elaborada por un equipo del Ministerio de Desarrollo Rural.
Argumentan que el sector agropecuario boliviano, que aporta con el 11,48% al Producto Interno Bruto (PIB), se erige como amortiguador de la caída del PIB y que muestra que todavía mantiene la capacidad de mitigar la recesión con la generación de empleos y alivio de la pobreza.
Además el sector tiene el potencial, si se invierte en él, de dinamizar la economía, precautelando problemas sociales potenciales como el hambre y la migración interna, señala en una parte del documento oficial.
Afirma que es necesario implementar este plan de rehabilitación para enfrentar los impactos del Covid-19 en el corto plazo, mediano y largo plazo, con el fin de tener una agropecuaria fortalecida, competitiva, inclusiva, eficiente tecnológicamente, que permita la generación de valor agregado y la dinamización del comercio interno y externo.
El plan incluye a los productores de la agricultura familiar beneficiando a más de dos millones de agricultores de 787.540 Unidades Agropecuarias Productivas (UPAs), de las 861.608 que hay en Bolivia, cuyo objeto es garantizar la seguridad alimentaria, impulsar la economía y la generación de empleo, especifica en el documento.
Según el diagnóstico realizado por el Ministerio, durante la cuarentena total, los productos que llegaron a los mercados durante la pandemia eran de la campaña agrícola 2019-2020, alrededor de 20,6 millones de toneladas provenientes de 59 cultivos sembrados en 3,83 millones de hectáreas.
Aunque entre los principales impactos que anticipa son: shock de demanda, shock de oferta, y shock combinado de oferta y demanda. “Los riesgos identificados en cada una de estas situaciones de impacto ante la embestida del Covid 19, pueden afectar al desarrollo sectorial, paralizando su desempeño a nivel de suministros, producción, comercialización y nivel de seguridad alimentaria”, advierte.
Según Desarrollo Rural, las 20 cadenas productivas agropecuarias seleccionadas a nivel microeconómico están siendo impactadas en diferente escala, entre ellos los productores, acopiadores, transformadores industriales, transportistas, intermediarios, comerciantes mayoristas, minoristas y al consumidor final, incluyendo los productos de consumo local y los productos destinados a la agro-exportación.
“La importancia en la asignación de recursos públicos destinada al sector agropecuario debe ser reconsiderada, mejorando su composición en función al aporte que realiza el sector al PIB, con cerca al 12% y con el 28% a la generación de empleo (datos a 2019)”, señala el Gobierno.
Aunque también anticipa que esta necesidad de mayor inversión sectorial se puede ver condicionada por las limitaciones en la generación de ingresos originados por la exportación de hidrocarburos y minería, que en los últimos años fue afectada por la caída de los precios internacionales.
Los programas
Entre los 19 programas que se plantea con el fin de reactivar el sector agropecuario están: provisión de semillas certificadas; de fertilizantes, insumos para el sector pecuario, empleo y emprendedurismo, lucha contra el contrabando, fondo de capital operativo, monitoreo, entre otros (ver detalle en gráfica).
“Urge poner en marcha y a la brevedad posible este Plan de Rehabilitación de la Agropecuaria boliviana, en el marco de la Ley 602 de Gestión de riesgos y el Decreto Supremo 2342 que la reglamenta”, concluye.
Fuente: Página Siete