Hay preocupación en los productores tarijeños de uva porque los mercados están copados, eso derivó en una caída de precios. No se trata solo de la uva de mesa, sino que las bodegas también disminuyeron el cupo de compra para la elaboración de vinos y singanis. Es así que exigen al Gobierno medidas para frenar el contrabando.
Para la vendimia 2019-2020 se tiene previsto una producción de alrededor de 1.500.000 quintales de uva, de los cuales un 70 por ciento está destinado al mercado como producto de mesa y el restante 30 por ciento para la elaboración de vinos y singanis.
El presidente de la Asociación de Regantes de Uriondo, Eider Quiroga, explicó que día a día la producción va en aumento, pero paralelamente se tiene problemas con la comercialización en los mercados de uva de mesa y de vinos. La preocupación es porque las bodegas están en proceso de disminución del cupo de compra que habitualmente hacían.
El dirigente observa que al abrirse las fronteras para importación, los mercados se llenaron de productos extranjeros y motivó una baja de precios. Como sucedió con la papá y la cebolla, en la actualidad le pasó factura a la uva. Ve que no hay una protección al productor boliviano ni local. Eso desencadenará en la fractura de la economía campesina.
En ese sentido, indicó que la uva se empezó a vender a 140 bolivianos la caja, pero luego bajó hasta 60. Quiroga dice que no hay movimiento en los mercados de Santa Cruz y Cochabamba, debido a la susceptibilidad económica. Se congeló el circulante.
“Se está pidiendo a los productores que se puedan informar y se tomen acciones conjuntas-comentó el dirigente -. Se dice que la uva es la segunda economía sostenible, pero realmente está desprotegida”.
Otro de los productores es José Luis Sánchez, quien en otrora fue gerente de la Cadena Uva, Vinos y Singanis de Tarija, dice que los municipios de Uriondo, Cercado, San Lorenzo, Yunchará, Villa Montes y El Puente son productores de uva, donde más de 3.500 familias están dedicadas específicamente al rubro o tienen una ligazón directo.
Los datos que él maneja es que hasta finales del año 2019 se tenía 3.800 hectáreas en producción, con un crecimiento de 10 a 15 por ciento anual.
Sánchez explicó que las bodegas más grandes de Tarija generaron su propio abastecimiento, de esa manera cada vez demandan menos uva a los productores pequeños. Antes de ese fenómeno, ya se tenía problemas con los mercados de uva de mesa en el mercado nacional, que representa el 70 por ciento de la producción.
El presidente de la Federación Departamental de Viticultores de Tarija, Josué Cuellar, pidió al Gobierno de transición realizar un mejor control en las fronteras del país para evitar el contrabando.
El dirigente señaló que con el anterior Gobierno el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) cumplía su trabajo de manera parcial, a pesar de existir leyes que favorecen la comercialización de la uva nacional.
“La política del anterior Gobierno, donde todas las fronteras estaban abiertas, generaba pérdida para todos los productores, eso ya no debe suceder – comentó Cuellar -. Teníamos autoridades que no cumplían las leyes, ahora hay un nuevo Gobierno, una coyuntura política y nosotros vamos a aferrarnos a eso para que se cumplan las leyes”.
En ese sentido, el dirigente dijo que pedirán al Senasag que todos los camiones que transporten uva de Tarija cuenten con su guía de movimiento, de esa manera certifiquen que ese producto no es de contrabando.
Según el vicepresidente del Concejo Municipal de Uriondo, Jesús Gira, en una reunión sostenida con el Viceministerio de Lucha Contra el Contrabando, Gonzalo Mercado, se informó que encontraron uva que ingresó al país de manera ilegal desde la frontera del Perú. Una similar acción se realizará en las fronteras con argentina.
Fuente: Periódico El País Tarija
