Los productores de arroz del país viven un periodo de transición de una producción a secano a un sistema de riego con incorporación de tecnología que permite incrementar la productividad.
René Guzmán del programa Nacional de Arroz del Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (INIAF), señaló que al momento hay 174 mil hectáreas que dependen del agua de lluvia para el desarrollo de la planta.
Sólo un 10 por ciento en Bolivia se produce bajo condiciones de riego, producción que se concentra especialmente en el municipio de San Juan de Yapacani, Okinagua y algunas propiedades individuales.
Reflejó que a nivel nacional, el rendimiento es el más bajo de América latina el rendimiento promedio es 2.2 toneladas por hectáreas no llega ni a 10 fanegas por hectáreas, media que amerita ser mejorada, puesto que se tienen las condiciones, capacidades e infraestructura.
Manifestó que el INIAF tiene como política, mejorar la productividad en el cultivo de este cereal, por ello que encara cursos de capacitación que van desde la nivelación de suelo con sistema láser para encarar sistema de arroz bajo riego por inundación.
Hay que considerar tres cosas, apuntó Guzmán: la nivelación del suelo para producir arroz bajo riego por inundación, construir bordes de contención de agua, fuente del líquido elemento cerca con su respectivo drenaje.
Dentro de la planificación de la parcela a criterio del experto, es necesario contemplar el acceso para que pueda ingresar el tractor al campo cultivado.
Destacó la inquietud de los productores en querer mejorar y cambiar el sistema de producción, ello se refleja en la asimilación de conocimientos lo que repercute en la mejora de la productividad.
Precisó que para nivelar el suelo se tarda ocho horas por hectáreas, con ello se tiene una mejor distribución del agua en el área y mejores condiciones para el rendimiento de la planta. Otro elemento a tomar en cuenta, es hacer uso de una buena semilla, no se puede utilizarse una semilla con mezcla o mala calidad.
Está entre los 80 y 100 kilos de semillas por hectárea, puesto que más de esa cantidad hace que la planta sea muy débil y que tienda a volcarse.
Indicó que no se necesita fuertes inversiones para encarar una producción bajo el sistema de riego. Antes los costos de nivelación de suelo eran caros entre 800 y un mil dólares por hectárea lo que limitaba al pequeño agricultor encarar el sistema de riego. Ahora los implementos lo fabrican los menonitas, situación que hace abaratar los costos.
Fuente: Periódico La Palabra del Beni