A pocos días de Semana Santa, uno de los períodos más importantes para el consumo de pescado, la piscicultura en el trópico de Cochabamba se enfrenta a una crisis sin precedentes. La falta de combustible para alimentar la maquinaria que oxigena las piscinas de producción de tambaquí ha resultado en la pérdida de más de 4.000 kilos de peces, según lo informó Edwin Cruz, ejecutivo de los piscicultores de la región.

La falta de oxigenación en los estanques ha causado la muerte masiva de peces, que en cuestión de horas empiezan a boquear y perecer por asfixia. El problema se agrava con el aumento del costo de insumos como los alimentos y productos esenciales para el mantenimiento de la actividad piscícola, lo que ha generado una tormenta perfecta para los productores de la zona.

«Si no hay combustible, no podemos hacer funcionar las bombas de oxigenación, y los peces simplemente no sobreviven. Estamos viendo cómo nuestra producción, que tanto nos cuesta, se pierde en horas,» señaló Cruz con preocupación. Esta situación ha impactado de manera devastadora en el sector, que esperaba aprovechar la alta demanda de pescado durante la Semana Santa para mejorar sus ingresos y recuperar parte de las inversiones.

La piscicultura en el trópico de Cochabamba no es solo una fuente de alimento, sino también de empleo y sustento para cientos de familias que dependen de la producción y comercialización del tambaquí. En este contexto, los productores afectados no solo están perdiendo su cosecha, sino también la oportunidad de generar ingresos durante una de las temporadas más importantes del año.

“Más de 4.000 kilos de tambaquí se han perdido en el trópico de Cochabamba por la falta de combustible para oxigenar las piscinas, poniendo en riesgo la piscicultura a días de Semana Santa y generando pérdidas millonarias para los productores”

Repercusiones económicas y sociales
El impacto económico es severo: 4.000 kilos de peces equivalen a miles de bolivianos perdidos, lo que podría comprometer seriamente la capacidad de los productores para continuar con su actividad en el futuro inmediato. La falta de respuesta efectiva por parte de las autoridades agrava la situación, ya que los productores temen que si el suministro de combustible no se normaliza pronto, las pérdidas podrían duplicarse o incluso triplicarse.

Además, este problema no solo afecta a los piscicultores. La escasez de pescado en los mercados podría derivar en precios más altos para los consumidores, generando una escalada de precios en un momento crucial como la Semana Santa, cuando la demanda de pescado es mayor debido a las tradiciones religiosas.

Los piscicultores, desesperados por encontrar una solución, han exigido al Gobierno que se priorice el abastecimiento de combustible para el sector productivo, que es vital no solo para la piscicultura, sino también para otras actividades agrícolas y ganaderas. La falta de acciones concretas hasta el momento ha incrementado la incertidumbre en el sector, poniendo en riesgo a una industria que se ha consolidado como un pilar importante de la economía del trópico cochabambino.

Un futuro incierto
A pesar de los esfuerzos por mantener a flote la producción, los piscicultores temen que la situación empeore en las próximas semanas. Si las autoridades no toman medidas inmediatas, las pérdidas podrían extenderse más allá de los tambaquíes y afectar a otras especies de peces, incrementando el daño económico para los productores locales.

Por ahora, la única esperanza de los piscicultores es que las autoridades gubernamentales respondan de manera urgente con una solución al desabastecimiento de combustible, permitiendo que las bombas de oxigenación vuelvan a funcionar y se evite una mayor catástrofe para el sector.

Fuente: La Prensa
Redaccion: Publiagro