Se trabaja durante una década para crear variedades resistentes y productivas que aumenten la eficiencia agrícola y fabril, asegurando un mejor rendimiento y sostenibilidad en la industria de la caña de azúcar
El proceso para desarrollar una nueva variedad de caña de azúcar es complejo y puede extenderse durante varios años, generalmente hasta una década. Nilo Wayer Calle, investigador agrícola, explicó que el objetivo principal de crear nuevas variedades de caña, es mejorar tanto el rendimiento cultural, que se refiere a la producción de toneladas de caña por hectárea, como el rendimiento fabril, que implica una mayor producción de azúcar por hectárea.
Para lograrlo, se trabaja en la creación de variedades que ofrezcan una combinación óptima de características deseables.
Nuevas variedades en desarrollo
El Centro de Investigación para la Caña de Azúcar (Cittca) ha estado a la vanguardia en el desarrollo de nuevas variedades que están en proceso de ser lanzadas al mercado. Entre las más recientes se encuentran las variedades UCG 9020, Cittca 8522 y Cittca 0563, las cuales ya están siendo cultivadas en el campo. Estas variedades se destacan por ser tolerantes y resistentes a plagas y enfermedades, lo que reduce la necesidad de utilizar insumos agrícolas.
Wayer subrayó la importancia de desarrollar variedades con buena sanidad, resistencia a plagas y enfermedades, alto rendimiento cultural y fabril, así como longevidad.
«Buscamos variedades que puedan soportar más de cinco años y que sean altamente productivas», señaló.
«Buscamos variedades que puedan soportar más de cinco años y que sean altamente productivas¨
Época de siembra ideal
En cuanto a la siembra, Wayer indicó que la época ideal para plantar caña es durante los meses de marzo y abril, cuando la humedad del suelo es mayor. La caña plantada en este período tiene entre 10 y 11 meses de edad antes de la cosecha, lo que minimiza los riesgos asociados con las condiciones climáticas.
«Cuando nos alejamos de la época de plantación y sembramos en julio, por ejemplo, aumentan los factores de riesgo, como la poca lluvia, el sur, y la época seca, todo lo cual impide una buena producción de caña», explicó Wayer.
Determinación de la época de cosecha
El respeto por la época de cosecha es fundamental.
«Es importante que nosotros, como agricultores, comencemos a respetar la época de cosecha, ya que hay variedades que son creadas para el inicio de la zafra, otras para el medio y otras para el final», afirmó. Respetar las características agronómicas específicas de cada variedad es esencial para que estas puedan expresar todo su potencial genético bajo las condiciones para las que fueron creadas.
Manejo de plagas y enfermedades
En el manejo de plagas, el gusano barrenador es identificado como el principal enemigo de la caña de azúcar, ya que afecta a las plantas durante todo su ciclo de vida. La fase inmadura de este insecto, la larva o gusano, se caracteriza por realizar galerías en el interior del tallo de la caña. En plantas jóvenes, este daño causa una coloración amarillenta o tejido seco en el cogollo, conocido como «corazón muerto». Wayer recomienda un manejo integrado que incluya control biológico con Trichograma, insecticidas fisiológicos y químicos.
En cuanto a las enfermedades, Wayer destacó la presencia de enfermedades como el carbón, el virus del mosaico de la caña de azúcar (SCMV) y la raya roja.
«El carbón de la caña de azúcar es una enfermedad sistémica, causada por un hongo que necesita de la caña para completar su ciclo de vida», explicó.
El virus del mosaico es uno de los patógenos virales más importantes a nivel mundial, mientras que la enfermedad de la raya roja es una amenaza grave para los cultivos, causando manchas rojas alargadas en las hojas, tallos y brotes.
Estas enfermedades se pueden controlar mediante el manejo varietal, es decir, sembrando variedades resistentes, y en algunos casos, con el uso de fungicidas para disminuir su impacto.
Uso de maduradores
Finalmente, Wayer mencionó el uso de maduradores en la etapa final del cultivo, cuando la planta tiene aproximadamente 11 meses y antes de que comience a florecer.
«El madurador se utiliza para asegurar que la caña esté lista para la cosecha, optimizando la producción de azúcar», concluyó.
Fuente: Nilo Wayer
Redacción: Publiagro