Este centro de producción se formó hace 14 años con jóvenes llegados de la colonia Nueva Esperanza. Ahora hay unas 120 familias

Esta colonia se encuentra en Roboré, próximo a la frontera con Brasil. Foto: Publiagro
La producción de leche es otra de las actividades en esta región. Foto: Publiagro
La producción de maíz también resalta en esta colonia menonita. Foto: Publiagro
El uso de tractor con ruedas metálicas aún se mantiene en Sabinal. Foto: Publiagro
El heno de sorgo se emplea en la nutrición del ganado de corte y leche. Foto: Publiagro
Actualmente se hace un trabajo conjunto en la instalación de una balanza. Foto: Publiagro

El trabajo agrícola en la colonia menonita Sabinal, ubicada en el municipio de Roboré, se intensifica en cada campaña con el objetivo de lograr buenos rendimientos en los cultivos.

Abraham Martenz, productor y distribuidor de agroquímicos en ese lugar, explicó que esta colonia es relativamente nueva respecto de otros centros de producción menonitas.

La colonia menonita Sabinal se formó hace 14 años, según Martenz con productores que antes estaban en la colonia Nueva Esperanza que se encuentra en el lado norte de San José de Chiquitos.

“En Nueva Esperanza faltaban tierras para los jóvenes, por eso decidieron comprar terrenos en la colonia Sabinal y hace 14 años vinieron a producir. Ahora hay unas 120 familias”, manifestó Martenz.

En la actualidad producen maíz, sorgo, sésamo y soya en la campaña verano y hay algunos integrantes que están pensando sembrar trigo en la campaña de invierno, pero eso dependerá de las condiciones de humedad que se registren en ese periodo.

“En Nueva Esperanza faltaban tierras para los jóvenes, por eso decidieron comprar terrenos en la colonia Sabinal y hace 14 años vinieron a producir. Ahora hay unas 120 familias”

Abraham Martenz, productor de la colonia menonita Sabinal

De todos modos hay el convencimiento de que se puede sembrar trigo, porque el año pasado no había frío y el trigo dio unos 800 kilos por hectárea, con el frío se puede llegar de 2 a 2,5 toneladas/hectárea.

Dificultades

Al principio no todo fue color de rosa para los recién llegados ya que los primeros tres años pudieron desmontar una parte del predio, pero luego esa actividad se paralizó durante cinco años.

El motivo fue que el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) les dijo que se trataba de tierras fiscales y por ese motivo no podían continuar con el trabajo de desmonte.

Posteriormente se dio otra vez la autorización para hacer nuevos potreros y campos aptos para la producción agrícola. “Empezaron de a poco, de tres a cinco hectáreas, ahora ya tienen entre 10 a 20 hectáreas desmontadas en un área total que comprende a 5800 hectáreas”, agregó Martenz.

 

Fuente: Publiagro